Khagija

Somalia
Khagija / Somalia

Refugiada somalí en Europa

“Me llamo Khagija, soy somalí y tengo una hija llamada Khandra. Tenía una tienda de alimentos en el puerto norteño de Bossasso, pero por un conflicto entre clanes asesinaron a mi marido y no me quedó más remedio que subirme a la lancha de un contrabandista, cruzar el golfo de Adén y desembarcar en la costa yemení. Sobreviví al trauma de huir de mi país en el 99 dejando atrás a mi madre y a mi hija.

En Bossaso me hice amiga de Fátima, una refugiada etíope. La conocí una tarde cuando la ayudé en la calle para evitar que un hombre la violara. La llevé a vivir a mi casa, ella me trataba como a una madre y yo como a una hija más. Nuestros caminos se volvieron a encontrar el año pasado. Pero me extrañó su modo de vida, tenía un casa grande con cuatro dormitorios y tres empleados domésticas. Fátima le ofreció trabajo a mi hija, pensé que lo hacía para devolverme el favor.

Tres semanas más tarde Fátima me llamó para avisarme que había echado a mi hija, yo fui a recogerla y me la traje con todas sus cosas. Al día siguiente, Khandra había desaparecido. Pasé toda la noche sin dormir y al final volví a la casa de Fátima. Me dijo que no sabía nada, pero me di cuenta de que mentía porque en un rincón del cuarto había una bolsa de plástico con ropa de Khandra. A pesar de que la policía dijo que no era una prueba suficiente para actuar, no me resigné. Terminé por descubrir que Khandra era prisionera de un traficante de la provincia de Shabwa que vendía jóvenes africanas para que trabajaran como sirvientas o como esclavas sexuales en Arabia Saudita.

De repente, en febrero de este año, recibí una llamada desde Somalía. Era mi hija. Las autoridades saudíes la habían arrestado y deportado a Mogadiscio".

 Khagija volvió por segunda vez a buscarla y al poco tiempo ACNUR les propuso reinstalarse en Europa.

Ponerse en lo zapatos Khagija es entender la situación de una madre que ha tenido que huir de su país para proteger su vida. A pesar de que pudo recuperar a su hija Khadra sana y salva, en el mundo hay miles de personas con menos suerte, incluyendo a refugiados, quienes son víctimas de redes de trata de personas y sufren explotación, privación de la libertad, violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, tráfico  clandestino de órganos, tortura física o psicológica y otras formas de abuso.