Refugiado palestino en México
“Me llamo Mohamed, soy palestino y tengo 28 años. Mi familia tuvo que cambiar de casa al menos 15 veces por cuestiones de racismo y guerra. Perdí a mis dos hermanos cuando un misil cayó en la casa donde vivíamos. Ese mismo año perdí a mi tío y a mi abuelo, asesinados por terroristas.
Mis problemas aumentaron cuando no quise ser espía para el gobierno de Israel. Me quitaron mi identificación, después me encarcelaron y torturaron varias veces. Viví en arresto domiciliario. En Israel sin identificación no puedes salir de casa. No tenía otra posibilidad más que arriesgar mi vida para salir del país.
Pasé por varios países hasta que llegué a México, donde me recibió mi hermano el 23 junio de 2005. En México me enteré que existía COMAR y decidí solicitar refugio. Después de que me aceptaran, el gobierno de México me otorgó un documento migratorio, que fue la primera identificación que tenía y reconocía mi personalidad. Sin embargo, extraño mi país, y sobre todo ver Jerusalén de noche.
Ponerse en los zapatos de Mohamed es entender su historia, y las ganas de vivir que tiene un refugiado.