Desplazada interna en Bosnia Herzegovina y refugiada en Serbia.
"La primera vez que tuve que desplazarme de Bosnia y Herzegovina fue durante la Segunda Guerra Mundial junto a mi familia en un carro tirado por bueyes. Al cabo de los años regresamos a casa, en Bosnia. Me casé y viví con mi marido en Gorazde hasta que murió poco antes del conflicto de 1991. Cuando estalló la guerra fui una más de los 24.000 bosnios que buscaron refugio en Serbia.
Al acabar el conflicto en 1995 esperaba regresar a Gorazde para reconstruir mi casa. Renuncié a mi condición de refugiada para volver a casa en 2009, donde tan sólo quedaban en pie las paredes. Solicité el estatuto de desplazada interna, y me convertí en una de los 113.000 desplazados internos que viven en Bosnia y Herzegovina desde 2006."
Biserka Vukasinovic tiene un fuerte instinto hogareño debido a su experiencia como refugiada en dos ocasiones: como persona retornada y como desplazada interna. Cada vez que perdía su casa, encontraba una manera de regresar.
Biserka fue seleccionada, junto a otras 22 familias (80 personas en total), por el programa de viviendas de ACNUR, que reconstruía las casas de personas vulnerables. Al final del año pasado Biserka, con 73 años, se trasladó a su nueva casa. Sin embargo, 16 años después del conflicto, miles de personas y familias desplazadas continúan haciendo frente a necesidades muy importantes.