Refugiados nepalí e iraquí en Estados Unidos.
"La vida en Estados Unidos es buena, pero difícil. Voy a clases de inglés y tengo la esperanza de completar un curso de contabilidad. Soy optimista ante el futuro. Será bueno para los niños."
Rifaat lleva tres meses trabajando como camarero de banquetes en un hotel de Baltimore. Antes trabajaba en la embajada de Estados Unidos en Irak. Llegó en 2009 a Estados Unidos a través de un programa de reasentamiento tras recibir amenazas de muerte.
"Al principio tenía problemas para entender a mis compañeros de trabajo norteamericanos a pesar de que mi inglés era fluido. También había otras diferencias culturales, pero confío en poder desarrollar una carrera en el hotel."
Binki Shresta es ahora gobernanta en el hotel. Esta refugiada nepalí encontró este trabajo gracias al Comité Internacional de Rescate, una organización que trabaja en reasentamiento y colabora con este hotel.
Por medio de un programa que ofrece empleos a refugiados en Baltimore, Binki y Rifaathan han encontrado un trabajo en un hotel de Baltimore. En este hotel trabajan 65 antiguos refugiados en el servicio y en los puestos de camarero. A pesar de la escasa formación o el desconocimiento del inglés, estos refugiados demuestran su enorme actitud frente al trabajo.