La apatridia en el mundo
La apatridia en el mundo
La apatridia puede darse por varias razones, incluida la discriminación contra determinados grupos étnicos o religiosos, o bien por motivos de género, la aparición de nuevos Estados, la transferencia de territorios entre Estados existentes, y vacíos en las leyes de nacionalidad.
A menudo, la apatridia es resultado de políticas que pretenden excluir a personas que, a pesar de tener lazos profundos con un país en particular, se les considera ajenas a él. Por ejemplo, más de 600.000 personas en el estado de Rakhine (Myanmar) son apátridas a causa de la ley de ciudadanía actual, que establece que solo quienes pertenecen a ciertos grupos étnicos son elegibles para la ciudadanía.
Además, en vista de que unos veinticinco Estados de todo el mundo no permiten a las mujeres transferir la nacionalidad a su descendencia, la apatridia puede darse cuando no se conoce quién es el padre, o bien cuando este desapareció o falleció.
Cifras en distintas partes del mundo
Las áreas que han experimentado desplazamientos a gran escala también se han visto afectadas significativamente por la apatridia. En África occidental, se estima que la población apátrida en Côte d’Ivoire es de 700.000 personas; muchas de ellas eran migrantes de ascendencia burkinesa que no eran elegibles para la nacionalidad de ese país después de su independencia de Francia en 1960.
La apatridia derivada de la disolución de Estados sigue afectando a muchas personas, incluidas unas 600.000 tan solo en Europa.
Ha habido ejemplos notables donde, con voluntad política, ha sido posible resolver situaciones prolongadas de apatridia de gran proporción. El caso de alrededor de 300.000 hablantes de urdu (se les conoce también como biharis), por ejemplo, se resolvió en Bangladesh en 2008.
De manera similar, la situación de los Brasileirinhos Apatridás – es decir, personas nacidas fuera de Brasil, de padres brasileños, que no podían adquirir la nacionalidad brasileña a menos que regresaran a vivir al país – se resolvió en 2007.
Estonia y Letonia, por su parte, también han tomado medidas recientemente para que las personas nacidas en uno u otro país de padres que no tienen la ciudadanía la puedan adquirir con más facilidad, lo que garantizará que estas situaciones se resuelvan con el tiempo.