Comunicado del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, sobre la situación en la región etíope de Tigray
A principios de esta semana, cientos de civiles fallecieron o sufrieron lesiones en el mercado de Tigray, cerca de Mekelle. Esta tragedia, que es la más reciente, deja claro que el conflicto ha escalado en la región. Mientras tanto, la situación humanitaria se torna aún más compleja con la amenaza de hambrunas, desplazamiento creciente e incesantes reportes sobre violaciones a los derechos humanos, que incluyen perturbadores casos de violencia de género y el retorno forzado de personas refugiadas al peligro o las persecuciones.
ACNUR cuenta con equipos en el terreno para atender tan crítica situación (se encargan, particularmente, de alojamientos, protección y gestión de campamentos), en la que cientos de miles de personas han sido desplazadas. A pesar de la volatilidad del contexto, la Agencia de la ONU para los Refugiados sigue ampliando su respuesta para cubrir las crecientes necesidades. ACNUR ha creado un equipo de personas altamente calificadas; el equipo está listo para respaldar a otros en el terreno. El rápido despliegue de estos equipos técnicos y de emergencia en Tigray marcará la diferencia en la vida de miles de civiles.
Desde que se desató el conflicto en noviembre del año pasado, he solicitado reiteradamente que todas las partes garanticen la protección de la población civil, así como la seguridad de los cuerpos humanitarios en el terreno. La población civil, que incluye a las personas refugiadas, ha sufrido demasiado; por tanto, es importante que reciban ayuda de ACNUR y de otras agencias humanitarias. Para que ACNUR y otros socios humanitarios puedan cumplir con sus mandatos, que consisten en brindar asistencia a quienes más la necesitan, es imperativo mejorar la seguridad y facilitar el acceso en todo el territorio de Tigray.