Dinero móvil ayuda a las personas desplazadas congoleñas a sobrevivir en medio de la amenaza del coronavirus

ACNUR está distribuyendo ayuda en efectivo mediante teléfono móvil a 6.000 familias vulnerables desarraigadas por el conflicto que ya enfrentan un brote mortal de ébola en la provincia de Kivu Norte, en la RDC.

Jaelle Kavira Mabau, de 24 años, recibió un teléfono móvil y una tarjeta SIM en un sitio de distribución en Beni, provincia de Kivu Norte, República Democrática del Congo.

Jaelle Kavira Mabau, de 24 años, recibió un teléfono móvil y una tarjeta SIM en un sitio de distribución en Beni, provincia de Kivu Norte, República Democrática del Congo.  © ACNUR /Ibrahima Diane

Hace dos meses, Solonita, de 59 años, huyó con su hijo cuando hombres armados atacaron su aldea en el este de la República Democrática del Congo (RDC). Forzada a abandonar su hogar, ahora vive en la ciudad de Beni, donde debe prepararse para enfrentar a otro enemigo potencial de la salud: la pandemia del coronavirus.


Afortunadamente, la ayuda vital ahora viene por teléfono móvil y, por lo tanto, reduce los riesgos de transmisión relacionados con las interacciones físicas.

Un mensaje SMS le notificó recientemente que se le habían transferido USD 75 en asistencia en efectivo y se dirigió al banco más cercano a retirar una parte. El dinero le permite comprar lo que más necesita para ella y su hijo, Kapule, que tiene 30 años.

“Esto me ayudará mucho. Compraré una manta”, dice Solonita. “Todas nuestras pertenencias se quemaron en la casa que fue incendiada por los asaltantes. También usaré este dinero para comprar ropa para Kapule porque huimos sin llevarnos nada”.

Los grupos armados han obligado a más de un millón de personas como Solonita y Kapule a huir de sus hogares en la provincia de Kivu Norte en los últimos 12 meses. La mayoría de ellas encontraron seguridad en los sitios de desplazamiento o fueron bien recibidas en las comunidades locales.

“Esto me ayudará mucho. Compraré una manta”

En algunas zonas del este de la República Democrática del Congo, los continuos enfrentamientos violentos hacen que sea muy difícil para ACNUR, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, y sus socios brindar protección y asistencia e implementar actividades que son vitales para prevenir la propagación del nuevo coronavirus en los campamentos de refugiados y asentamientos de desplazados internos. ACNUR ha facilitado comités en estas comunidades para proporcionar temporalmente una gestión remota hasta que mejore la situación de seguridad.

El dinero distribuido por teléfono móvil ayuda a las personas desplazadas congoleñas a sobrevivir en medio de la amenaza del coronavirus.

El dinero distribuido por teléfono móvil ayuda a las personas desplazadas congoleñas a sobrevivir en medio de la amenaza del coronavirus.  © ACNUR

Si bien hasta ahora no se han reportado casos de COVID-19 entre las comunidades de refugiados o desplazados internos, la OMS ha reportado más de 470 casos confirmados en la RDC, principalmente en la capital, Kinsasa, y 30 muertes.

Para evitar la propagación de la enfermedad, ACNUR está fortaleciendo sus actividades de salud y saneamiento en los campamentos, sitios y centros de tránsito.

Junto con otras 6.000 familias desplazadas en la provincia de Kivu Norte, Solonita recibió un teléfono móvil y una tarjeta SIM en un sitio de distribución donde ACNUR ha puesto en marcha medidas especiales para reducir el contacto físico y así aumentar la conciencia de las personas destinatarias sobre las medidas que el Gobierno de la RDC ha anunciado para prevenir la propagación del coronavirus.

En el sitio las personas beneficiarias se someten a una toma de temperatura y pueden lavarse las manos en las estaciones de lavado de manos instaladas, mientras mantienen una distancia física suficiente entre cada una.

La provisión de teléfonos móviles y tarjetas SIM a las familias desplazadas les permite recibir pagos electrónicos. Pueden optar por priorizar necesidades que pueden ir desde alimentos, hasta ropa, atención médica y albergue.

“Esto también nos permite mantener la comunicación con ellas en un momento en el que necesitamos poner en práctica el distanciamiento social”, dijo Ibrahima Diane, jefa de oficina de ACNUR en Beni.

“Esto nos permite mantener la comunicación con ellas en un momento en el que necesitamos poner en práctica el distanciamiento social”

A nivel mundial, la asistencia en forma de dinero en efectivo representa ahora una mayor proporción de la asistencia de ACNUR que la distribución tradicional en especie. En la RDC, más de 60.000 personas desplazadas internas congoleñas recibieron asistencia en efectivo en 2019.

En todo el mundo, alrededor de 20 millones de personas desplazadas por la fuerza en más de 100 países recibieron más de USD 2,4 mil millones en tres años entre el 2016 y el 2019.

Los esfuerzos para prevenir la propagación del COVID-19 se producen cuando la República Democrática del Congo aún lucha por erradicar el mortal virus del Ébola, que ha matado a 2.279 personas desde que comenzó el último brote en 2018. Según la OMS, 478 personas han perdido la vida a causa del Ébola en la zona de Beni.

En total, más de cinco millones de personas han sido desarraigadas por el conflicto en la RDC, lo que la convierte en la población de desplazados internos más grande de África. Los desplazamientos forzados están afectando principalmente a las provincias de Kivu Norte, Kivu Sur, Ituri, Gran Kasai y Tanganica.

La escasez de fondos está afectando la capacidad de las personas desplazadas para satisfacer sus propias necesidades básicas. Para abril de 2020, solo se había recibido el 18% del total de USD 154 millones necesarios para la operación de ACNUR en la República Democrática del Congo.