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Refugiados sudaneses reconstruyen sus vidas junto a las comunidades de acogida en la República Centroafricana

Historias

Refugiados sudaneses reconstruyen sus vidas junto a las comunidades de acogida en la República Centroafricana

Tras haber huido del conflicto en Sudán, las personas refugiadas han encontrado alojamiento, apoyo y protección en Korsi, un nuevo distrito en Birao, una ciudad al norte del país.
31 July 2023
Una mujer sentada sobre un tapete junto a dos niñas y un niño. Al fondo pueden verse tiendas de campaña con el logotipo de ACNUR.

Fatma y sus hijos huyeron de la violencia en Nyala, Sudán; ahora viven en Korsi, un nuevo distrito en la ciudad de Birao, en la República Centroafricana.

“Abandoné el lugar con mis hijos, apenas con las prendas que llevábamos puestas. Lo dejamos todo, nuestras pertenencias, nuestra casa”, contó Fatma, describiendo el arduo camino que recorrió desde Nyala, en el Estado de Darfur del Sur, al oeste de Sudán, hasta Birao, al norte de la República Centroafricana.

Más de medio millón de personas han sido desplazadas y han cruzado las fronteras de Sudán desde que estalló el conflicto en el país en abril de este año. La mayoría huyó a Egipto y Chad; sin embargo, alrededor de 16.000 personas se dirigieron a la República Centroafricana.

Tras haber pasado largas semanas en Am-Dafock, una aldea en la frontera, Fatma ha sido reubicada en Birao, junto con otros cientos de personas refugiadas, la mayoría, mujeres, niñas y niños.

“Era una carrera contra reloj”, señaló Bobo Kitoko, quien dirige la operación de registro en Am-Dafock en representación de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados. Alejar a las personas de la frontera era imprescindible, debido a las duras condiciones, la creciente inseguridad y las altas temperaturas. Además, el inicio de la temporada de lluvias haría que los caminos fueran intransitables para poder brindar asistencia humanitaria.

Convivir

Más de 1.200 personas, que llegaron por su cuenta o en los convoyes de la ONU, han encontrado refugio en Korsi, un nuevo distrito en Birao, que fue creado por ACNUR y por la Comisión Nacional de Refugiados específicamente para las personas refugiadas que provienen de Sudán. Se busca impulsar la inclusión y la convivencia instando a las personas refugiadas a vivir en una ciudad, junto a la comunidad de acogida.

“Las autoridades nacionales, locales y tradicionales destinaron el sitio para este fin, una acción que responde a la histórica política de generosidad y hospitalidad que ha caracterizado a la República Centroafricana”, indicó Fafa Olivier Attidzah, Representante de ACNUR, quien añadió que, en Korsi, las personas sudanesas refugiadas pueden “encontrar un hogar y cierto grado de estabilidad, así como recuperar la esperanza”.

Mohamed decidió subirse a un convoy con destino a Korsi para proteger a su esposa y a sus cinco hijos, y empezar a reconstruir sus vidas, destrozadas por el conflicto. "Algunos de nuestros familiares perdieron la vida”, contó. “No podemos volver a Sudán, lo hemos perdido todo”.

Mohamed, acompañado de tres hijas y uno de sus hijos en Korsi. Mohamed era comerciante en Sudán, pero su tienda y todas sus pertenencias fueron quemadas.
© ACNUR/Josselin Brémaud

Con el propósito de ayudar en la sanación de las personas refugiadas, Korsi cuenta con infraestructura para brindar apoyo psicosocial, como espacios de atención para mujeres y niñas, y para la infancia. "La vida sigue siendo dura", declaró Bakita, una refugiada que forma parte de un grupo de costura, pero al menos, aquí se sienten protegidas.

“Para algunos esto es demasiado duro, no hay suficiente para comer, pero lo que veníamos buscando por encima de todo era paz y seguridad”, sentenció.

Un sitio acogedor

Las autoridades y la población han dado una calurosa bienvenida a las personas refugiadas. De hecho, Korsi significa “bienvenida” en la lengua local.

Además, para fortalecer el vínculo intercomunitario, se han diseñado proyectos y actividades que benefician tanto a la población refugiada como a la población local.

Por ejemplo, quienes residen en Birao y en Korsi celebraron hace poco Eid al-Adha, una importante festividad para el Islam; además, mientras se instalan bombas de agua para beneficio de toda la población, se está preparando un área agrícola a las afueras de Korsi para que las personas refugiadas puedan sembrar, cosechar y vender sus productos en el mercado local.

Ali Issa, un imam sudanés, se dirige a las personas refugiadas de su país y a la comunidad local durante la celebración de Eid al-Adha en Korsi.
© ACNUR/Josselin Brémaud

Por otra parte, se están desarrollando proyectos educativos que unirán a la población refugiada con la comunidad local, pues ofrecerán educación segura, inclusiva y de calidad para todas las personas. “Niñas y niños deben seguir recibiendo educación”, recalcó Ali Issa, un imam sudanés en Korsi. “Hablamos solo árabe e inglés, así que aprender francés es una excelente oportunidad para nuestros hijos. Es importante que aprendan la lengua para que puedan expresarse y para que puedan compartir nuestras necesidades”.

El objetivo es ayudar a las personas refugiadas de Sudán a reconstruir sus vidas luego de que estas les fueron cruel y violentamente arrebatadas por el conflicto. Sin embargo, empezar de cero no implica olvidar el pasado ni a las personas de las que se separaron; tampoco les obliga a olvidar su deseo de volver a su lugar de origen.

“Sueño con que la juventud pueda volver a casa a reconstruir el país”, confesó el imam. “Mientras tanto, tan solo me gustaría que llegue el día en que podamos volver”.