Emergencia en Sudán

Cientos de miles de personas están siendo forzadas a abandonar sus hogares debido al mortífero conflicto armado entre las Fuerzas Armadas de Sudán (SAF, en inglés) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, en inglés), un grupo paramilitar, y a causa del resurgimiento de la violencia intercomunitaria en la región de Darfur. Desde que se desató la violencia, el 15 de abril, cientos de personas han muerto y miles más han resultado heridas; además, cientos de miles de familias se encuentran ahora en situación de movilidad humana dentro y fuera del país, por ello, requieren protección y asistencia urgentemente. 

Un gran número de personas ha estado llegando a zonas fronterizas de difícil acceso en países que comparten frontera con Sudán. La mayor parte de estas personas desplazadas son mujeres, niñas y niños; sin embargo, en los grupos que han huido de la violencia también hay otros individuos en situación de vulnerabilidad, como las personas mayores, las personas con discapacidad y las personas enfermas. 

¿Qué está haciendo ACNUR para ayudar?  

Los equipos de emergencia de ACNUR han estado colaborando estrecha e incansablemente con las autoridades y con otros socios tanto para apoyar a las personas recién llegadas como para instalar centros de tránsito en los que todas ellas puedan descansar y recibir los servicios de protección y los suministros de emergencia que requieren. Además, se han agrandado los campamentos existentes o se han instalado campamentos nuevos para apoyar a las personas desplazadas a largo plazo.

En Chad, por ejemplo, los equipos de emergencia de ACNUR se encuentran en el terreno, recibiendo a las personas recién llegadas y brindándoles protección y apoyo vital, como agua potable y acceso a servicios médicos; asimismo, se les ha estado reubicando en campamentos, lejos de la frontera. Por otra parte, de la mano de sus socios, ACNUR ha estado ampliando la capacidad de los campamentos existentes y, de hecho, ha instalado seis campmentos nuevos para recibir a las personas recién llegadas.

En Sudán del Sur, los equipos de ACNUR y sus socios se encuentran en cruces fronterizos para monitorear y ayudar a las personas recién llegadas (sobre todo sudsudaneses refugiados que vuelven a su país). Junto con sus socios, ACNUR instaló centros de tránsito en los que los recién llegados reciben alimento, agua y alojamiento (en albergues comunitarios). Al mismo tiempo, ACNUR colabora con sus socios para gestionar el traslado de estas personas a sus lugares de origen tan pronto como sea posible. Por último, ACNUR está ayudando a las familias a ponerse en contacto con sus familiares en Sudán del Sur para que puedan reencontrarse.

En Etiopía, en los principales puntos de llegada en la frontera se construyeron albergues comunitarios de emergencia; además, los socios de ACNUR han estado ofreciendo alimentos calientes. Por otra parte, se instaló un nuevo asentamiento de refugiados, cuya escuela local y otros sevicios se han ampliado a raíz de la adopción de un enfoque de integración en la comunidad. Aunado a ello, junto con sus socios, ACNUR instaló un centro de tratamiento para el cólera con el propósito de contener el brote de la enfermedad en la región de Amhara.

En la República Centroafricana, se están entregando artículos para preparar alojamientos de emergencia, kits de higiene y mosquiteras a las personas recién llegadas, algunas de las cuales han sido reubicadas en un nuevo asentamiento, que está cerca de las escuelas, un hospital y demás infraestructura.

Se estima que más de 310.000 personas de Sudán han cruzado la frontera con Egipto desde el estallido de la violencia. Con el propósito de asistirlas luego de un recorrido largo y sinuoso, ACNUR les ha estado proporcionando agua potable y kits de higiene en los cruces fronterizos. Por otra parte, se ha acelerado el registro de las nuevas llegadas en El Cairo, para que las personas refugiadas puedan recibir ayuda en efectivo y otros servicios, como educación y atención médica.

ACNUR ha estado trabajando de cerca con los gobiernos y otros socios en los países que colindan con Sudán para atender a las personas recién llegadas y para que estén preparados ante la posibilidad de nuevas llegadas.

En Sudán, ACNUR ha estado brindando asistencia tanto a las personas refugiadas como a las desplazadas internas proporcionando alojamiento, artículos no alimentarios y protección, según lo han permitido las condiciones de seguridad. De hecho, en respuesta a nuevos patrones en el desplazamiento, los equipos de ACNUR en el terreno han ampliado su presencia en Wad Madani, Wadi Halfa y Port Sudan. Además, la Agencia de la ONU para los Refugiados ha estado apoyando programas educativos digiridos a la niñez desplazada.

Por último, para ampliar el alcance del apoyo brindado, ACNUR ha estado coordinando un plan de respuesta regional actualizado junto con 140 socios (entre ellos, otras agencias de la ONU, organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales, así como grupos de la sociedad civil). El plan permitirá brindar asistencia a un estimado de 1,8 millones de personas refugiadas, retornadas u originarias de otros países que necesitarán asistencia hasta finales de 2023 (se trata, sobre todo, de personas de Chad, Egipto, Etiopía, República Centroafricana y Sudán del Sur). Las necesidades financieras que ACNUR tiene actualmente para el plan suman USD $360 millones; además, se requiere un total de USD $145 millones para responder a la emergencia en Sudán.