Netflix muestra al mundo la inspiradora historia de Yusra Mardini

La Embajadora de Buena Voluntad de ACNUR espera que la nueva y dramática película sobre cómo ella y su hermana huyeron del conflicto hacia una nueva vida en Europa desafíe las posturas sobre las personas refugiadas.

Yusra Mardini (segunda de la izquierda) asiste al estreno de Las Nadadoras de Netflix en Toronto con sus compañeros Atletas Olímpicos Refugiados James Nyang (a la izquierda), Rose Nathike (segunda de la derecha) y Paulo Lokoro (a la derecha), y su entrenador de natación Sven Spannerkrebs (al centro).

Yusra Mardini (segunda de la izquierda) asiste al estreno de Las Nadadoras de Netflix en Toronto con sus compañeros Atletas Olímpicos Refugiados James Nyang (a la izquierda), Rose Nathike (segunda de la derecha) y Paulo Lokoro (a la derecha), y su entrenador de natación Sven Spannerkrebs (al centro).   © ACNUR/Melanie Gallant

La nueva película de Netflix, Las Nadadoras, cuenta la extraordinaria historia de Yusra Mardini, una joven refugiada siria y Embajadora de Buena Voluntad de ACNUR, que escapó del conflicto y logró competir en dos Juegos Olímpicos.

“Esta es una película con la que cualquier persona del mundo puede sentirse identificada”, aseguró la joven de 24 años poco antes del estreno mundial de la película el jueves en la prestigiosa noche de apertura del Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF, por sus siglas en inglés). “Queremos que la película marque la diferencia”.

Descrita como una “gran epopeya”, la expectativa y la crítica ha ido creciendo entre el público desde el lanzamiento del dramático tráiler de la película la semana pasada.

Dirigida por la aclamada cineasta egipcia y galesa Sally El Hosaini, de “Mi hermano el diablo”, la película está protagonizada por las actrices libanesas y hermanas de la vida real Nathalie y Manal Issa, en el papel de Yusra y su hermana mayor Sara.

Cuenta la historia de su infancia en Damasco, su dedicación a la natación desde una edad temprana y su dramático viaje a Europa en 2015, en el que ayudaron a salvar las vidas de personas refugiadas saltando al agua y dirigiendo su bote siniestrado hasta la orilla a través de las oscuras aguas del mar Egeo.

Las Nadadoras

Antes de pisar la alfombra roja de Toronto, el entusiasmo de Mardini por las expectativas de la película era palpable.

“Les contamos toda la historia. Queríamos que fuera la historia real, la de verdad”, explicó, y añadió que los cineastas visitaron a la familia en Alemania, donde viven ahora, y también los campamentos de refugiados griegos donde estuvieron por primera vez. “Realmente invirtieron mucho tiempo y energía en esto, y no dudamos ni un segundo de que harían un gran trabajo”.

Aunque el público tendrá que esperar hasta el 23 de noviembre para el estreno general de la película, Mardini ya la ha visto dos veces y cuenta que le resulta imposible elegir los mejores momentos. “Sinceramente, ¡toda la película es mi escena favorita!”, declaró.

Sin embargo, al estar basada en la historia real de la huida del conflicto de Yusra y Sara, y el comienzo de sus nuevas vidas como refugiadas, no siempre es una película fácil de ver para ella – o para cualquier otra persona–. “Lloraba cada dos minutos”, recordó Yusra.

Jordania. La Embajadora de Buena Voluntad de ACNUR, Yusra Mardini, se reúne con TIGER girls durante una visita a un centro comunitario apoyado por ACNUR en el Distrito 6 del campamento de refugiados de Zaatari, en Jordania. Zaatari alberga a más de 76.000 personas refugiadas sirias y está bajo la administración conjunta de ACNUR y la Dirección General de Asuntos de los Refugiados Sirios.

Yusra abraza a una trabajadora voluntaria de una iniciativa educativa comunitaria llamada TIGER girls durante una visita al campamento de refugiados de Zaatari en Jordania en 2019.   © ACNUR/Jordi Matas

Espera que sea mucho más que un simple entretenimiento. “Esta película va a poner sobre la mesa la conversación de lo que significa ser una persona refugiada, de lo que queremos cambiar”, afirmó Yusra.

El Hosaini, la directora, hace eco de esta ambición. “Mi mayor esperanza para la película es que revierta los gastados estereotipos tanto de las personas refugiadas como de las jóvenes árabes”.

“Quiero que la película nos recuerde que las personas refugiadas son personas normales con vidas plenas y normales, con esperanzas y sueños. Gente ordinaria que ha tenido que tomar decisiones inimaginables, dejando sus hogares y arriesgando todo en busca de una vida más segura y mejor”.

Desde que se convirtió en la Embajadora de Buena Voluntad de ACNUR más joven de la historia en 2017, y compitió como nadadora en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y Tokio 2020, Yusra se ha convertido en una voz destacada para las personas refugiadas, una voz que Las Nadadoras amplificará aún más.

Al igual que para muchas personas en todo el mundo, el término ‘refugiado’ significaba poco para Yusra hasta que se vio forzada a huir de su hogar. “Cuando vivía en Siria, ni siquiera pensaba en lo que era una persona refugiada. Nadie me educó al respecto”, explicó.

Para cambiar la percepción sobre las personas refugiadas, lo primero es la comprensión, afirmó. “Los sistemas educativos tienen que cambiar: tienen que ser más abiertos, tienen que enseñar las historias de las personas refugiadas y migrantes”, señaló Yusra, quien espera que compartir su historia a lo largo y ancho, a través de Butterfly, su libro de memorias de 2018, y ahora Las Nadadoras, ayude a educar a las personas sobre el potencial, y el valor, que tienen todas las personas refugiadas. “Tenemos que tratar a todos por igual”, comenta.

“Todavía tienen que cambiar muchas cosas para las personas refugiadas”.

La asombrosa historia de Yusra no es solo una entre un millón, es una entre 100 millones, que es el número actual de personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo. Por supuesto, no todos pueden nadar los 100 metros mariposa en los Juegos Olímpicos, pero el talento y el éxito de Yusra impulsan su compromiso de hablar a favor de las personas refugiadas e influir en las posturas.

“Los Juegos Olímpicos cambiaron mi forma de pensar sobre las personas refugiadas. Entré en el estadio de Río y me di cuenta de que puedo inspirar a muchas personas. Me di cuenta de que 'refugiados' es solo una palabra, y que lo más importante es lo que hagas con ella”.

Más allá de la natación, los planes de Yusra para el futuro incluyen seguir siendo Embajadora de Buena Voluntad de ACNUR, crear una fundación benéfica enfocada en el deporte y la educación, emprender sus propios estudios, y quizás incluso actuar.

A pesar de estar en el punto de mira de Hollywood, Yusra no ha perdido de vista su vocación. “Todavía tienen que cambiar muchas cosas para las personas refugiadas”, sostiene. “Esto no es el final. Esto es solo el comienzo”.