Mensaje del Alto Comisionado en el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial
Palabras de Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados
En el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, en un momento en que nos enfrentamos a cifras sin precedentes de personas desarraigadas de sus hogares, debemos recordar que los conflictos no son los únicos factores que obligan a las personas a huir: el racismo y la discriminación racial son también, con demasiada frecuencia, causas de desplazamiento.
Una y otra vez, el racismo y la discriminación racial son también la causa subyacente por la cual las personas refugiadas no pueden buscar o disfrutar de protección durante el desplazamiento. Debemos denunciar y condenar la retórica tóxica y las políticas de asilo restrictivas que no sólo persiguen a las personas refugiadas en sus viajes en busca de protección, sino que también pueden dejarlas sin derechos ni dignidad, incluso en el exilio.
Esto exige que en lo individual reconozcamos que el racismo está omnipresente en las sociedades y que identifiquemos sus consecuencias en las personas y en las comunidades, incluidas las personas forzadas a huir. También es importante que vayamos más allá: debemos actuar para defender los derechos humanos, combatir la discriminación y fomentar el respeto y el entendimiento mutuos entre comunidades y culturas. Asimismo, debemos garantizar que todas las personas puedan ejercer plenamente su derecho a vivir libres de discriminación y odio racial.
Este esfuerzo requiere identificar y cuestionar las narrativas que alimentan estereotipos y conducen a la exclusión de las personas racializadas. Puede significar trabajar con las personas refugiadas, muchas de las cuales han huido debido a una profunda discriminación, racismo y exclusión. Significa luchar contra la desinformación y los discursos xenófobos que siguen perjudicando su derecho a buscar protección, obstaculizan su integración y dificultan la coexistencia pacífica.
Por su parte, los líderes políticos deben cumplir sus obligaciones legales y morales de crear y aplicar políticas de asilo que unan, en lugar de dividir.
Pero esto también exige examinar, reconocer y abordar las desigualdades raciales y aquellas que puedan existir en nuestras propias instituciones. En los últimos años, hemos tomado una serie de medidas para examinar nuestros propios prejuicios y hacer de ACNUR una organización aún más antirracista. ACNUR seguirá manteniendo una postura de tolerancia cero frente al racismo y la discriminación racial dentro de la organización y en sus operaciones.
Hoy también reafirmo mi compromiso antirracista y prometo que ACNUR seguirá trabajando con los Estados, la sociedad civil y otras organizaciones para promover políticas y prácticas antirracistas, incluidas las que abordan la discriminación y la desigualdad estructurales. Debemos dar continuidad a esta labor y conducirnos de la mejor forma posible: cada persona tiene un papel que desempeñar en la interrupción de los comportamientos que perpetúan el racismo y la injusticia racial.