PANORAMA DEL ACCESO
Si bien el acceso humanitario en Colombia ha sido históricamente relativamente favorable, en 2022 hubo un incremento del número de incidentes en contra de actores humanitarios, configurándose el acceso como un reto para llevar a cabo actividades de respuesta y atención a poblaciones con necesidades multisectoriales. Entre enero y diciembre del 2022, se registraron un total de 599 eventos generales de acceso: 159 eventos corresponden a limitaciones de acceso que impactaron a las organizaciones humanitarias, 241 incidentes que afectaron a la misión médica y 199 eventos relacionados con restricciones a la movilidad, al acceso a bienes, servicios y asistencia para las comunidades.
Las amenazas y violencia contra el personal y bienes humanitarios fueron el tipo predominante de incidentes de acceso registrados durante el 2022 (49 eventos). Estas acciones se concentraron especialmente en los departamentos de Norte de Santander (15), Chocó (9) y Arauca (8). Los incidentes estuvieron relacionados con el robo e incineración de vehículos, intimidaciones y retenciones del personal humanitario. Las declaratorias de Paro Armado por parte de dos GANE en febrero y mayo, representaron los dos picos más altos en los registros de suspensión de misiones bajo la categoría de operaciones militares y hostilidades que impidieron las operaciones humanitarias. Chocó (22), Norte de Santander (12) y Antioquia (8) fueron los departamentos más afectados.
Otra dinámica predominante durante los incidentes de acceso fue la instalación de puestos de control ilegales que restringieron la movilidad de las agencias y organizaciones (45). Estas acciones se concentraron en Chocó, Norte de Santander y Nariño, donde los condicionamientos para permitir el paso de las misiones humanitarias han sido más restrictivos en comparación con 2021. Finalmente, entre los incidentes contra la misión medica se pueden mencionar aquellos relacionados con la instalación de artefactos explosivos y minas antipersonal (11) en vías y caminos utilizados por el personal humanitario para acceder a las comunidades en necesidad de atención; y se concentraron particularmente en los departamentos fronterizos con Venezuela.
Si bien en la zona suroriental del país —Putumayo, Caquetá, Meta y Guaviare— hubo un bajo registro en el número de eventos, los impactos de los incidentes reportados llevaron incluso a un cierre gradual del espacio humanitario. Al menos tres vehículos fueron incinerados y cinco robados. También se reportaron casos de intimidación y violencia directa contra el personal humanitario.
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