SITUACIÓN
En los municipios de Nuquí y Bahía Solano (Chocó) confluyen factores como la presencia de Grupos Armados No Estatales (GANE) por la posición estratégica de los territorios para la salida y tráfico de estupefacientes y armas hacia el centro y el norte del continente, la conexión con otros municipios donde se cultiva y procesa la pasta de coca, la proclividad geográfica ante eventos de variabilidad climática como inundaciones, una limitada presencia institucional en las zonas rurales y de difícil acceso, y de manera especial, la incursión de un GANE en 2022 que ha generado nuevas disputas por el control territorial y con ello, la exacerbación de la violencia contra comunidades indígenas Emberá y afrodescendientes.
Durante el 2022, estos municipios tuvieron un deterioro humanitario, que se tradujo en la ocurrencia de emergencias por confinamiento, restricciones a la movilidad y restricciones para el acceso a bienes y servicios. Un total de 4.555 personas de estos dos municipios sufrieron afectaciones por confinamiento y otras 1.380 por restricciones a la movilidad. Esto es un incremento del 92% y 100%, respectivamente, frente al 2021. Además de las emergencias, se han registrado amenazas colectivas e individuales contra la población civil, instalación de minas antipersonal (MAP) limitaciones de tránsito sobre los ríos y territorios sagrados de las comunidades indígenas rurales, la imposición de códigos de conducta, paros armados y enfrentamientos entre GANE.
Como resultado de estas dinámicas se han observado impactos humanitarios especialmente en mujeres, niños, niñas y adolescentes por casos de reclutamiento, uso y utilización de niños, niñas y adolescentes de comunidades indígenas y afrodescendientes; y el registro de casos de Violencias Basadas en Género (VBG), Violencia Sexual (VS), matrimonio infantil, casos de embarazos en menores de 14 años y afectaciones en la salud mental. Preocupa que, en términos de acceso a rutas de atención, se evidencia desconocimiento de las comunidades.
Adicionalmente, la propensión geográfica de los municipios a eventos cíclicos de inundaciones ha llevado a que, para el caso de Bahía Solano, se agraven las necesidades de la población por la situación de doble afectación ante eventos paralelos de violencia armada. Sólo en 2022, al menos 1.360 personas en Bahía Solano se vieron afectadas por inundaciones que generaron la pérdida de cultivos que son la principal fuente de abastecimiento de la población.
Cabe destacar que, el 72 por ciento de la población de estos municipios se concentra en las zonas rurales y dispersas, lo que implica constantemente retos para la institucionalidad en términos de capacidades presupuestales y logísticas para tener presencia continua con acciones que respondan a las necesidades de las comunidades.
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