Latinoamérica y el caribe : Panorama global humanitario 2023 (diciembre de 2022)

PLANES DE RESPUESTA HUMANITARIA 6

POBLACIÓN EN NECESIDAD 29,2 M

POBLACIÓN META 14,7 M

REQUERIMIENTOS (US$) $ 2.294 M

Según el Panorama Global Humanitario 2023, el número de personas en necesidad en Latinoamérica y el Caribe sigue aumentando, alcanzando los 29,2 millones en 2023. En el norte de Centroamérica, un millón de personas más necesitan asistencia humanitaria crítica en comparación con el año anterior. En Haití, hay 300.000 personas más en necesidad que en 2022.

Es probable que las vulnerabilidades multidimensionales y los riesgos de protección y necesidades humanitarias, cada vez más interconectados, continúen e incluso empeoren en 2023. La inseguridad alimentaria, los desastres recurrentes agravados por el cambio climático, los desplazamientos dentro y fuera de las fronteras y la violencia crónica seguirán agravando las necesidades relacionadas con la seguridad alimentaria y la nutrición, la protección, el agua, saneamiento e higiene (WASH) y la salud.

A la fecha de publicación del Panorama Global Humanitario 2023, hay Planes de Respuesta Humanitaria (HRP) en marcha en Colombia, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras y Venezuela, por un total de 2.300 millones de dólares para responder a las necesidades de 14,7 millones de personas vulnerables.

Colombia

POBLACIÓN EN NECESIDAD 7,7 M

POBLACIÓN META 1,6 M

REQUERIMIENTOS (US$) $ 280 M

A pesar de los avances en la última década de importantes esfuerzos en materia de desarrollo y construcción de la paz en Colombia, la confluencia del aumento del conflicto armado interno y la violencia en zonas remotas del país; el incremento de los desastres relacionados con el clima; el aumento de las necesidades socioeconómicas generadas por la COVID-19; y las limitadas capacidades institucionales para atender la llegada masiva de refugiados y migrantes ha llevado a un deterioro del contexto humanitario de Colombia dejando un estimado de 7,7 millones de personas en necesidad.

Desde el año 2021, se ha producido una escalada de hostilidades en Colombia, especialmente en la Costa Pacífica y en las zonas fronterizas, debido a la continua expansión territorial y a las acciones de los grupos armados no estatales (GANE). Las zonas rurales son las más afectadas, ya que se estima que 7,2 millones de personas viven en áreas bajo la presencia, influencia o control de los grupos armados no estatales y están expuestas a graves riesgos de protección. Además, el impacto de las catástrofes -en particular las relacionadas con las inundaciones- también es significativo, el gobierno decretó el estado de emergencia nacional con más de 500.000 personas afectadas en 2022 debido al fenómeno de La Niña. Cada vez más, el impacto de las hostilidades y los desastres convergen donde los actores estatales locales se enfrentan a capacidades limitadas para responder a las necesidades de la población, donde los más afectados son los más pobres y vulnerables, particularmente las poblaciones indígenas, y los pueblos afrocolombianos. Además, la afluencia de millones de refugiados y migrantes ha añadido una carga a las comunidades de acogida, predominantemente en entornos afectados ya frágiles.

Las emergencias, las crecientes necesidades humanitarias, las duras condiciones estructurales de las comunidades en la periferia del país y las dificultades para llegar a lugares remotos han hecho que tanto el gobierno como las organizaciones de cooperación se enfrenten a varios obstáculos para dar una respuesta humanitaria oportuna e integral. El nuevo Gobierno se ha esforzado por promover la participación y los diálogos inclusivos, haciendo hincapié en los enfoques de protección, seguridad humana y enfoques centrados en las víctimas para dar respuestas humanitarias a corto plazo a las personas afectadas y planes a más largo plazo para abordar las causas estructurales. Igualmente, los actores humanitarios estarán preparados para proporcionar asistencia humanitaria complementaria para atender las necesidades de 1,6 millones de personas, incluidas las afectadas por conflictos internos o catástrofes en 2023; centrándose en la respuesta rápida a las emergencias, reforzando los esfuerzos de prevención y protección, y contribuyendo a la recuperación, las soluciones y el desarrollo de la capacidad de la comunidad para las personas en situación de vulnerabilidad.