Violencia y amenazas de grupos armados continúan desplazando a personas refugiadas y locales en Malí

El siguiente contenido corresponde a las declaraciones formuladas hoy por un portavoz de ACNUR en una rueda de prensa en el Palacio de las Naciones, en Ginebra.

Personas desplazadas que se vieron forzadas a huir de su pueblo, N'Tillit, al norte de Malí, han encontrado refugio en la ciudad de Gao.

Personas desplazadas que se vieron forzadas a huir de su pueblo, N'Tillit, al norte de Malí, han encontrado refugio en la ciudad de Gao.  © ACNUR/Handa Ag Mohamed

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, solicita más ayuda para las personas desplazadas recientemente en Malí, donde la violencia y las amenazas de grupos armados han forzado a la población local y a la refugiada a huir en busca de seguridad.

En el pueblo de N’Tillit, al norte de Malí, los ataques han forzado a más de 3.700 personas refugiadas burkinesas y malienses locales a huir a Gao, la ciudad más cercana situada a 120 kilómetros de distancia.

La amenaza actual en N’Tillt, donde los refugiados burkineses habían encontrado refugio en los últimos años tras huir de Burkina Faso, los ha desplazado por segunda o tercera vez, lo que supone un trauma aún mayor. Desde 2018, la población refugiada burkinesa se ha visto forzada a cruzar la frontera con Malí, a pesar de la precaria situación de seguridad en ambos países. Hasta el 31 de diciembre de 2022, Malí acogía a más de 60.000 personas refugiadas, entre ellas 25.000 procedentes de Burkina Faso. Mientras tanto, cerca de 440.000 malienses son desplazados internos debido a la violencia continuada y a las amenazas de los grupos armados.

El número de llegadas a la ciudad de Gao puede seguir aumentando, ya que la población que permanece en el puevlo de N'Tillit teme represalias tras recibir un ultimátum por parte de un grupo armado. La mayoría de las personas desplazadas – mujeres, niñas y niños – caminaron durante horas sin comida, temiendo por sus vidas para encontrar seguridad. 

Las personas desplazadas viven actualmente bajo los árboles o en alojamientos improvisados, con escasos alimentos y agua. Las mujeres embarazadas y lactantes con hijos, las personas adultas mayores, las personas con discapacidad, y las niñas y los niños separados de sus familias necesitan urgentemente atención sanitaria. ACNUR y sus socios están apoyando a las autoridades locales para evaluar y responder a las necesidades de las familias desplazadas por la fuerza en Gao.

También estamos coordinando la respuesta humanitaria para las personas refugiadas y desplazadas internas de Malí en todo el país a través de alojamientos de emergencia, educación, suministro de agua y alimentos, ayuda en efectivo y programas para apoyar la autosuficiencia económica.

A pesar de estos esfuerzos, las necesidades de la población desplazada siguen siendo enormes, ya que la violencia de los grupos armados continúa forzando a las personas a huir. ACNUR hace un llamamiento a la comunidad internacional para que muestre una mayor solidaridad con los desplazados en Malí y en los países vecinos, mediante el apoyo financiero urgente a las organizaciones humanitarias para que brinden asistencia vital.

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