ACNUR pide solidaridad, apoyo y soluciones para los refugiados rohingya antes de una urgente conferencia de donantes

El siguiente contenido corresponde a las declaraciones formuladas hoy por un portavoz de ACNUR en una rueda de prensa en el Palacio de las Naciones, en Ginebra.

Una madre refugiada rohingya recién llegada y su hijo en el centro de tránsito del ACNUR en Kutupalong, Bangladesh, noviembre de 2018.   © ACNUR / Roger Arnold

En vísperas de la conferencia de donantes para los refugiados rohingya de esta semana, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, ha destacado hoy la necesidad de un mayor apoyo internacional y de redoblar los esfuerzos para encontrar soluciones para esta población apátrida y desplazada.

Junto con los Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea, ACNUR copatrocina una conferencia virtual de donantes este jueves (22 de octubre) para satisfacer las necesidades humanitarias urgentes de los rohingya desplazados por la fuerza tanto dentro de Myanmar como fuera del país. El apoyo a los servicios críticos en las comunidades de acogida también es una prioridad.

La respuesta humanitaria en curso se enfrenta a un déficit dramático este año, ya que hasta ahora se ha recibido menos de la mitad de los fondos solicitados. En 2020, las Naciones Unidas han pedido más de mil millones de dólares para satisfacer las necesidades humanitarias de los refugiados rohingya en Bangladesh. La propagación de la pandemia de COVID-19 ha agregado nuevos desafíos y necesidades a una emergencia de refugiados ya compleja y masiva.

Actualmente, 860.000 refugiados rohingya viven en asentamientos en el distrito de Cox's Bazar en Bangladesh. La mayoría de ellos, unos 740.000, huyeron de Myanmar durante la última crisis de desplazamiento en 2017. Otros países de la región acogen a unos 150.000 refugiados rohingya. Se estima que 600.000 viven en el estado de Rakhine en Myanmar.

En toda la región, la mayoría de los rohingya viven al margen de la sociedad y necesitan tener acceso garantizado a atención médica básica, agua potable, un suministro de alimentos confiable, así como oportunidades laborales y educativas significativas. La pandemia de la COVID-19 ha empeorado sus condiciones de vida, ha dificultado aún más el acceso a los servicios, ha aumentado el riesgo de violencia sexual y de género y ha exacerbado los efectos de las enfermedades infecciosas para los rohingya desplazados que viven en campamentos abarrotados, como los de Cox’s Bazar y el estado de Rakhine.

ACNUR destaca que la comunidad internacional y los países de la región no solo deben mantener el apoyo a los refugiados y a las comunidades que les acogen, sino que también deben adaptarse a las nuevas necesidades críticas y ampliar la búsqueda de soluciones.

El enfoque de la búsqueda de soluciones a esta crisis debe estar en el regreso voluntario, seguro, digno y sostenible de los refugiados rohingya y otras personas desplazadas a sus hogares o al lugar de su elección en Myanmar.

La responsabilidad de crear condiciones propicias para el retorno seguro y sostenible de los rohingya recae en las autoridades de Myanmar. Este proceso deberá involucrar a toda la sociedad, abrir y mejorar el diálogo entre las autoridades de Myanmar y los refugiados rohingya y tomar medidas que ayuden a generar confianza. Estos incluyen levantar las restricciones a la libertad de movimiento, permitir que los rohingya desplazados regresen a sus propios pueblos y brindar un camino claro hacia la ciudadanía.

La conferencia virtual de donantes, que también incluye las voces de los refugiados rohingya, está programada desde las 2:00 p.m. hasta las 4:30 p.m. CEST Ginebra (8:00 a.m. a 10:30 a.m. EDT Washington; 7:00 p.m. a 9:30 p.m. GMT + 7 en Bangkok) el 22 de octubre de 2020. Se transmitirá en vivo en www.rohingyaconference.org.

Los fondos recaudados en la conferencia se destinarán a organizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales que trabajan sobre el terreno en la crisis en Myanmar, en toda la región, y hacia el Plan de Respuesta Conjunta (JRP) de la ONU en Bangladesh.

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