Cinco cosas que debes saber sobre Afganistán
En el último año, algunas zonas de Afganistán se han vuelto más seguras, pero el país está sumido en una crisis humanitaria.
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En agosto del año pasado, los ojos del mundo estaban puestos en Afganistán en medio de las dramáticas escenas en el aeropuerto de Kabul mientras las personas se apresuraban a escapar. Hoy, la atención mundial se ha desplazado a otro lugar, pero millones de afganos enfrentan una crisis humanitaria.
ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, sigue concentrada en apoyar a los millones de personas afganas que se enfrentan al conflicto y al desplazamiento. Pero las organizaciones internacionales, incluida la ONU, necesitan más fondos para aliviar el sufrimiento en ese país.
Estas son cinco cosas que hay que saber sobre Afganistán y cómo estamos tratando de ayudar:
1. La población desplazada afgana es una de las más numerosas del mundo, desarraigada por el conflicto y las violaciones de los derechos humanos.
Las personas afganas llevan huyendo de su país desde 1979. Aunque muchas han regresado, hay 2,3 millones de afganos registrados como refugiados en la región, sobre todo en los vecinos Pakistán e Irán. Otros 180.000 afganos han solicitado asilo en la región desde principios de 2021.
Otros 3,5 millones de personas afganas están desplazadas dentro de su país debido al conflicto, entre ellas más de 800.000 que han sido desarraigadas desde enero de 2021, la mayoría debido a los combates que ocurrieron entre mayo y agosto de 2021.
En el último año, la mejora de la seguridad en algunas partes de Afganistán ha permitido a muchas personas regresar a sus hogares. Pero a menudo regresan a casas dañadas o destruidas, a una infraestructura devastada por la guerra y a la falta de empleo. Mientras tanto, en algunas zonas se ha producido violencia esporádica y nuevos desplazamientos. Un terremoto ocurrido en junio en el sureste del país, seguido de sucesivas réplicas, dejó a muchas personas sin hogar.
Qué está haciendo ACNUR: Ayudamos a 1,1 millones de personas en 2021, sobre todo con apoyo para el invierno, como material de alojamiento, mantas y combustible para cocinar. También apoyamos a los países vecinos para ayudar a las personas refugiadas afganas. A quienes han optado por regresar a los hogares de los que huyeron anteriormente, les hemos entregado dinero en efectivo para repararlos o reconstruirlos y proyectos para crear medios de vida. En lo que va de 2022, hemos proporcionado dinero en efectivo y otros tipos de ayuda a 560.000 personas, mientras que nuestros proyectos de infraestructura, como escuelas, centros comunitarios, sistemas de agua y centros de salud, han beneficiado a 2,5 millones de afganos.
2. La mitad de la población de Afganistán se enfrenta a una situación de hambre extrema.
La economía de Afganistán se ha hundido en el último año. La combinación de una prolongada sequía, la subida de los precios de los alimentos y la pérdida de puestos de trabajo han sumido a unos 25 millones de afganos en la pobreza, y más de la mitad de la población depende ahora de la ayuda humanitaria para sobrevivir. La ayuda extranjera destinada al desarrollo se ha paralizado.
Tres cuartas partes de los ingresos de la población se gastan ahora en alimentos. Seis millones de personas están al borde de la hambruna y un millón de niñas y niños sufren desnutrición severa.
Aunque el invierno pasado se evitó una crisis de hambre generalizada, los precios de los alimentos siguen subiendo – en parte debido a la guerra en Ucrania – mientras los ingresos de los hogares siguen disminuyendo.
Qué está haciendo ACNUR: La mejora de la seguridad nos ha permitido ampliar nuestra presencia a zonas del país a las que no teníamos acceso durante décadas y ahora operamos desde nueve oficinas en todo el país. En lo que va de 2022, hemos apoyado a 300.000 personas con ayuda en efectivo para satisfacer sus necesidades básicas. Los programas de “dinero por trabajo”, que incluyen la construcción de carreteras y la limpieza de canales, están ofreciendo ingresos a 4.000 trabajadores, que mantienen a unos 28.000 miembros de sus familias.
3. La crisis climática está agravando la crisis humanitaria de Afganistán.
El cambio climático está provocando catástrofes naturales cada vez más frecuentes e intensas que afectan a comunidades ya devastadas por el conflicto. Incluso antes del regreso de los talibanes, una grave sequía había marchitado los cultivos y reducido los niveles de agua subterránea. La sequía continuó en 2022 y estuvo acompañada de una ola de calor tan intensa que provocó múltiples incendios forestales al este del país. Posteriormente, se produjeron fuertes aguaceros de verano e inundaciones repentinas en muchas partes de Afganistán que sumergieron pueblos y dañaron casas, carreteras y tierras de cultivo.
Más de 1,5 millones de personas afganas se han visto desplazadas por estas catástrofes, además de los 3,5 millones de personas desplazadas por el conflicto.
Qué está haciendo ACNUR: Tras las catástrofes naturales, como el terremoto de junio, ACNUR distribuye tiendas de campaña, artículos domésticos, de higiene y lámparas solares. Tenemos previsto construir 2.300 viviendas resistentes a los temblores en las dos provincias más afectadas por el terremoto.
4. Las mujeres y las niñas de Afganistán han visto desaparecer sus derechos.
Varios decretos del año pasado han sofocado las esperanzas y los sueños de la mitad de la población.
La mayoría de las escuelas secundarias para niñas permanecen cerradas y muchas mujeres han perdido sus empleos, mientras que otras carecen del necesario tutor masculino que las acompañe cuando se aventuran a salir de sus casas. Debido a que muchas mujeres ya no pueden ganarse la vida, las familias se han empobrecido aún más y las niñas son forzadas a casarse.
Qué está haciendo ACNUR: Hemos construido varios centros de empoderamiento en los que las mujeres pueden recibir clases de informática y codificación, o recibir capacitación y apoyo para llevar un negocio. En todo el país, también llevamos a cabo proyectos de medios de vida, como panaderías móviles, capacitación en sastrería y proyectos avícolas que sacan de la pobreza a los hogares encabezados por mujeres.
5. Las organizaciones humanitarias que intentan aliviar el sufrimiento en Afganistán carecen de fondos suficientes.
Un esfuerzo coordinado de las Naciones Unidas – que incluye a ACNUR – ha entregado asistencia humanitaria que como alimentos, alojamiento, dinero en efectivo y artículos domésticos a casi 23 millones de personas durante el último año y ayudó a evitar una hambruna el invierno pasado.
A pesar de estos esfuerzos, más de la mitad de la población (unos 24,4 millones de personas) sigue necesitada. Entre ellas se encuentran personas desplazadas, muchas de las cuales viven en asentamientos improvisados en condiciones precarias. A pocos meses de las gélidas temperaturas del invierno, es probable que las necesidades aumenten aún más.
La ONU buscó 4.400 millones de dólares (USD) para financiar su plan general de respuesta humanitaria para Afganistán este año, pero hasta ahora solo ha recibido alrededor del 41 por ciento de esa cifra, lo que deja un déficit crítico de más de 2,4 billones de dólares (USD).
Mientras tanto, el propio llamamiento de ACNUR para su respuesta a la situación de Afganistán sigue necesitando 229,7 millones de dólares (USD) adicionales para llevar a cabo su trabajo en Afganistán y para las personas refugiadas afganas en los países vecinos.
Se necesita desesperadamente más asistencia humanitaria para ayudar a los afganos a sobrevivir al próximo invierno, pero solo una economía funcional, la seguridad y el restablecimiento de los derechos humanos de las mujeres y las niñas les permitirán prosperar.
Qué está haciendo ACNUR: ACNUR ha permanecido y cumplido en Afganistán durante el último año y sigue brindando asistencia para salvar vidas a la población afgana más vulnerable que se ha visto forzada a huir, así como a quienes han regresado y a sus comunidades de acogida.
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