ACNUR envía ayuda por aire y por carretera tras las inundaciones de Pakistán y aumenta su apoyo en Afganistán

Este es un resumen de las declaraciones del Director de ACNUR para Asia y el Pacífico, Indrika Ratwatte – a quien se puede atribuir el texto citado a continuación – durante la rueda de prensa celebrada hoy en el Palacio de las Naciones en Ginebra.

El equipo de ACNUR prepara el envío de material de emergencia procedente de los almacenes globales de Dubái con destino a las víctimas de las inundaciones en Karachi, Pakistán. ©ACNUR

El equipo de ACNUR prepara el envío de material de emergencia procedente de los almacenes globales de Dubái con destino a las víctimas de las inundaciones en Karachi, Pakistán. ©ACNUR  © 

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, está incrementando su ayuda en Pakistán, donde las lluvias monzónicas torrenciales y las inundaciones han afectado ya a más de 33 millones de personas, causando destrucción y daños generalizados, y habiéndose cobrado las vidas de más de 1.200 personas.

Desde ayer, ACNUR ha puesto en marcha un puente aéreo de ayuda humanitaria desde Dubái para llevar asistencia a las áreas más afectadas en la provincia de Sindh, en el sur de Pakistán, donde si bien Larkana y Sukkur son las ciudades del país que han resultado más afectadas, las personas que se han visto desplazadas de sus hogares están recibiendo una ayuda limitada pese a necesitar diversos artículos de primera necesidad.

Los primeros tres vuelos de los nueve programados llegaron el lunes a Pakistán, mientras que hay otros cinco vuelos en camino. El material humanitario enviado incluye 40.000 colchonetas para dormir, cerca de 15.000 juegos de utensilios de cocina y unas 5.000 lonas plásticas multiusos.

Asimismo, están previstos otros seis vuelos desde Dubái para el miércoles y el jueves, que llevarán 4.500 colchonetas, 400 lonas y unos 5.000 juegos de utensilios de cocina.

Desde Uzbekistán también están en camino camiones de ACNUR con tiendas de campaña para unas 11.000 familias, al tiempo que se han programado nuevos convoyes.

En el marco de los esfuerzos del sistema de Naciones Unidas, ACNUR está apoyando la respuesta liderada por el gobierno paquistaní, que está proporcionando asistencia en las zonas más afectadas por las inundaciones para un número inicial de 50.000 hogares.

La población está haciendo frente a multitud de problemas, tanto aquellos que se encuentran en los asentamientos informales, como quienes han acampado a lo largo de las carreteras para escapar de la crecida de las aguas, y están montando refugios con los recursos que tienen. La mayoría quiere permanecer cerca de sus hogares, ya que albergan la esperanza de volver pronto. Las autoridades necesitan mucho más apoyo en materia de refugio, ayuda de emergencia y asesoramiento técnico especializado. ACNUR y sus socios están ayudando a las autoridades a realizar evaluaciones rápidas de las necesidades humanitarias.

Desde ACNUR se teme que la situación pueda empeorar, dado que las últimas previsiones del Departamento de Meteorología de Pakistán anuncian nuevas lluvias para el próximo mes. Esto aumentará las dificultades para los supervivientes de las inundaciones y probablemente empeorará las condiciones de casi medio millón de desplazados, al tiempo que forzará a más personas a abandonar sus hogares.

ACNUR ha enviado todos los stocks humanitarios de los que disponía en el país para ofrecer asistencia a las comunidades pakistaníes y refugiadas, especialmente en las provincias de Sindh, Baluchistán y Khyber Pakhtunkwa, que se encuentran entre las más afectadas, y donde más de 420.000 refugiados afganos viven junto a generosas comunidades de acogida locales.

Pakistán lleva acogiendo desde hace más de cuatro décadas a millones de refugiados afganos, con unos 1,3 millones registrados actualmente en el país. ACNUR muestra su solidaridad con el país y sus habitantes, como lo hizo durante el devastador terremoto de 2005 y las inundaciones de 2010. 

Pero la magnitud de la devastación actual requiere un apoyo internacional urgente. El impacto de la crisis climática mundial en países como Pakistán debe ser compartido por la comunidad internacional. Se necesitará mucho más apoyo para ayudar a Pakistán a superar esta catástrofe y a reconstruir las zonas afectadas cuando baje el nivel de las aguas de la inundación.

Situación humanitaria en Afganistán

En la región, ACNUR también está alarmado por la situación en la vecina Afganistán. Varias provincias en las regiones oriental, central, sur y occidental han sido alcanzadas por las fuertes lluvias. Esto ocurre tras el devastador terremoto de junio que golpeó las provincias de Paktika y Khost, en el sureste del país.
 
En respuesta a ambas catástrofes, ACNUR ha estado prestando apoyo a las comunidades afectadas con asistencia de emergencia. Está prevista la llegada de más ayuda en las próximas semanas, aunque el acceso sigue siendo un reto en las zonas afectadas por las lluvias.
 
ACNUR también ha apoyado a algunos de los hogares más afectados por el terremoto en 35 pueblos, especialmente en las regiones de acogida de refugiados. Asimismo prosiguen los trabajos para finalizar la construcción de 2.300 casas resistentes al invierno y a terremotos, equipadas con estufas, paneles solares y letrinas.
 
La situación humanitaria en todo el país sigue siendo muy difícil, especialmente cuando se acerca la dura temporada invernal. Más de 24 millones de personas – más de la mitad de la población – necesitan ayuda. Unos 3,4 millones de personas siguen estando desplazadas, la mayoría viviendo en condiciones uy precarias.  
 
El retorno de las personas desplazadas internas (PDI), sin embargo, ha aumentado dado que la seguridad ha mejorado en muchas partes del país. Desde mediados de 2021, más de un millón de personas afganas desplazadas internas han vuelto a sus hogares.
 
ACNUR espera que se produzcan más retornos en los próximos meses. Una encuesta reciente de ACNUR ha mostrado que más del 40 % de las personas desplazadas internas desea hacerlo lo antes posible. ACNUR apoya su deseo de regresar y reintegrarse de forma sostenible. La Agencia de la ONU para los Refugiados prevé alcanzar los 620.000 retornos este año con asistencia y apoyo para la reintegración.
 
En las zonas de retorno, unos 2,6 millones de afganos también se están beneficiando de las actividades de protección de ACNUR y de la inversión en proyectos de infraestructuras, como escuelas, centros de salud, sistemas de distribución de agua y construcción de carreteras.
 
Es necesario que se mantenga el apoyo a la respuesta humanitaria para evitar mayor sufrimiento en un país que ha vivido cuatro décadas de turbulencias. 

Tanto el Plan Regional interagencias de Respuesta al Refugiado (RRP, por sus siglas en inglés), como el Plan Humanitario para Afganistán (HRP, por sus siglas en inglés), siguen registrando una gran falta de financiación. El HRP, con un presupuesto de 4,4 $ millones, tan solo ha recibido 43 por ciento de los fondos necesarios, mientras que el RRP, con 623  millones de dólares, apenas está financiado en un 40 por ciento. 

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