Desde Tanzania, el Alto Comisionado Filippo Grandi pide más apoyo para las personas refugiadas acogidas en el país
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados pide el apoyo de los donantes para fomentar las soluciones y elogia los avances en la protección de las personas refugiadas en Tanzania.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, ha concluido hoy una visita a la República Unida de Tanzania haciendo un llamamiento a los donantes para que ofrezcan más apoyo para las soluciones para las personas refugiadas, incluidos los retornos voluntarios sostenibles.
Durante su visita de tres días, Grandi se reunió con la Presidenta de Tanzania, Samia Suluhu Hassan, y resaltó la importancia de crear condiciones favorables para el retorno de los refugiados burundeses, garantizando al mismo tiempo que se siga brindando protección y asistencia a todas las personas refugiadas en Tanzania.
Tanzania acoge actualmente a más de 248.000 personas refugiadas y solicitantes de asilo, principalmente de Burundi y de la República Democrática del Congo (RDC), que en su mayoría residen en los campamentos de refugiados de Nduta y Nyarugusu, en la región tanzana de Kigoma. Desde septiembre de 2017, alrededor de 142.000 refugiados burundeses retornaron voluntariamente a Burundi.
Grandi elogió a Tanzania y a su pueblo por su larga historia de recepción y acogida de personas refugiadas, así como por los avances realizados en la protección y las soluciones para las personas refugiadas en el país, en línea con el Pacto Mundial sobre los Refugiados.
“Me siento realmente alentado por los esfuerzos del Gobierno para fortalecer y seguir apoyando la protección de las personas refugiadas”, comentó Grandi. “El ACNUR sigue firmemente comprometido a apoyar a Tanzania y a salvaguardar los derechos de las personas refugiadas acogidas aquí”.
En el campamento de refugiados de Nyarugusu, en el noroeste del país, Grandi se reunió con personas refugiadas burundesas y congoleñas, socios y autoridades locales. Visitó un centro de capacitación vocacional en el campamento, donde las personas refugiadas estudian codo con codo con los tanzanos residentes en los pueblos cercanos para aprender oficios como la sastrería y la horticultura. Grandi compartió con las personas que participan en un proyecto comunitario de producción de briquetas de biomasa, cuyo objetivo es reducir la dependencia de la leña y evitar la degradación del medio ambiente.
El Alto Comisionado elogió los recientes esfuerzos del Gobierno de Tanzania para expedir certificados de nacimiento a la niñez refugiada, señalando que esta medida le conferirá importantes salvaguardas legales y reducirá el riesgo de apatridia. Los certificados de nacimiento permitirán también que la niñez refugiada cuente con una identidad a su regreso al país de origen.
Grandi también pudo comprobar personalmente cómo la falta de financiación está afectando directamente a las operaciones humanitarias en el el terreno. Hasta agosto de 2022, ACNUR ha recibido solo el 27% de los recursos necesarios en Tanzania para todo el año.
“La situación de Burundi sigue presentando una falta de financiación significativa”, lamentó Grandi. “Hago un llamamiento a los donantes, incluidos los socios de desarrollo, para que proporcionen financiación e inversión en Tanzania, y se siga garantizando la prestación de los servicios esenciales. La falta de financiación supondría el riesgo de revertir los logros alcanzados con tanto esfuerzo”. El Alto Comisionado también pidió más apoyo en Burundi para ayudar a superar los obstáculos que dificultan el retorno.
“Tanzania ha acogido generosamente durante más de cuatro décadas a un gran número de personas refugiadas, y no debemos defraudarlas”, subrayó Grandi.
“Seguiremos trabajando con el Gobierno y los socios para mejorar el bienestar y los medios de vida de las personas refugiadas y las comunidades de acogida en Tanzania, y para apoyar el retorno voluntario de los refugiados a Burundi”, añadió.
La visita de Grandi se realizó como seguimiento al Diálogo de Alto Nivel convocado por el Gobierno de Tanzania y ACNUR en marzo de 2022 para acordar medidas de fortalecimiento de la protección y las soluciones para las personas refugiadas.
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