La Declaración de Nueva York impulsa reformas a favor de los refugiados con un nuevo marco
El siguiente contenido corresponde a las declaraciones formuladas hoy por un portavoz de ACNUR en una rueda de prensa en el Palacio de las Naciones, en Ginebra.
Un año después de la Declaración de Nueva York para los Refugiados y los Migrantes, en la que los 193 Estados Miembros de las Naciones Unidas adoptaron el compromiso histórico de compartir más equitativamente la responsabilidad de los refugiados en el mundo, varios países están introduciendo importantes cambios en sus legislaciones, políticas y respuestas en favor de los refugiados.
El elemento clave de la Declaración consistía en el planteamiento de un enfoque nuevo evolutivo para abordar las situaciones de refugiados conocidos como el Marco de Respuesta Integral para los Refugiados (CRRF por sus siglas en inglés). El CRRF es importante ya que representa las últimas reflexiones sobre la gestión de situaciones de refugiados y se basa en los años de experiencia.
Su objetivo es reforzar la autosuficiencia y la inclusión de los refugiados; proporcionarles mejores soluciones para hacer frente a las dificultades; y aliviar la presión sobre los países de acogida. De manera más general, el Marco de Respuesta Integral para los Refugiados (CRRF) trata de hacer que las respuestas internacionales a las situaciones de refugiados sean más previsibles e integrales, implicando a espectro de actores mucho más amplio que anteriormente. El CRRF se está aplicando en 11 países de África y América, tanto a nivel nacional como regional.
Entre las iniciativas ligadas a este Marco se pueden citar, por ejemplo:
Reformas jurídicas y políticas
Djibouti adoptó una nueva ley nacional de refugiados en enero de 2017. Cuando se aplique plenamente, esta medida permitirá a miles de refugiados obtener documentación de identificación oficial, tener un mejor acceso a la educación y a los servicios de salud y avanzar hacia la autosuficiencia. Esta ley transformará la vida de unos 27.600 refugiados que viven en los tres campamentos de refugiados del país, ya que tendrán el derecho a trabajar, acceso al sistema de justicia, a una educación de calidad y el derecho a obtener la nacionalidad, lo que mejorará considerablemente sus oportunidades de tener un futuro mejor.
En Etiopía, a finales de septiembre el país expedirá por primera vez partidas de nacimiento a los niños refugiados en el marco de una nueva "proclamación de registro y de acontecimientos vitales" más global, que actualmente está siendo examinada por el gobierno. Cuando esta nueva 'proclamación sobre los refugiados' esté en vigor, decenas de miles de refugiados tendrán derecho a permisos de trabajo, lo que les permitirá ganarse la vida y contribuir a la economía local. Alrededor de 75.000 refugiados de todas las nacionalidades también podrán circular libremente y vivir en pueblos y ciudades gracias a una política ampliada de alojamiento fuera de los campamentos.
Refuerzo de la Cooperación regional
El CRRF también está impulsando una mayor cooperación regional entre los países afectados por la situación de los refugiados somalíes y trata de ayudar a cambiar el discurso político sobre los refugiados, pasando del uso de palabras como "amenaza" y "carga" a conversaciones en las que se muestre cómo la autosuficiencia de los refugiados también puede beneficiar a las comunidades que los acogen.
El pasado mes de marzo, bajo el auspicio de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD por sus siglas en inglés), los jefes de Estado y de Gobierno de cinco países que se han visto más afectados por la crisis de refugiados somalíes desde hace 30 unos años, por primera vez se comprometieron a encontrar soluciones a largo plazo para unos 900.000 refugiados somalíes que residen en la región, y para más de un millón de somalíes desplazados internos. En la Declaración de Nairobi, Yibuti, Uganda, Etiopía, Kenia y Somalia también reafirmaron su compromiso de proteger el espacio de asilo para los nuevos refugiados somalíes, manteniendo, por ejemplo, la acogida de aquellos que huyen de la inseguridad y la hambruna, y comprometiéndose a revisar las leyes nacionales de cada país en materia de refugiados, incluyendo políticas que permitan a los refugiados ganarse la vida y contribuir a las economías locales.
La mayor cooperación regional también contribuye al desarrollo dentro de Somalia, ayudando a fomentar condiciones sostenibles para los refugiados que desean regresar a sus hogares. En agosto, por primera vez en tres décadas, el gobierno somalí organizó en Mogadiscio un foro sobre retorno y reintegración. Este foro ha dado lugar a un proyecto de política y plan de acción nacional para los refugiados somalíes, los repatriados y los desplazados internos.
En Centroamérica y México, el Marco integral regional de protección y soluciones (MIRPS), una versión regional del CRRF, se basa en los actuales mecanismos regionales de reparto de responsabilidades, como el plan de acción de Brasil y el Llamamiento a la acción de San José. Tiene como objetivo abordar las causas profundas del desplazamiento forzado, reforzar la protección y encontrar soluciones para aquellos afectados. Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá y México están analizando cómo pueden mejorar la identificación y protección de los refugiados, desplazados internos y personas expulsadas con necesidades de protección, mejorar el acceso a oportunidades y servicios de subsistencia y reforzar los sistemas nacionales de acogida y de asilo. Con este fin, están elaborando planes de acción nacionales que, junto con los compromisos de los donantes y los Estados cooperantes, formarán el MIRPS que será formalmente adoptado en una conferencia regional organizada por Honduras los días 26 y 27 de octubre de 2017.
Apoyo a los países de acogida de refugiados
La importancia de un apoyo sólido a los países de acogida de refugiados, que incluyen a algunos de los más pobres del mundo, fue un principio clave de la Declaración de Nueva York. En diciembre de 2016, el Banco Mundial aprobó una dotación de 2.000 millones de dólares bajo la AIF-18, con objetivo de proveer subvenciones y préstamos a los países de bajos ingresos que acogen a refugiados. Estas subvenciones están destinadas a financiar actividades de desarrollo tales como la construcción de carreteras que beneficiarán a los refugiados y a las comunidades de acogida. Otros organismos de desarrollo, como la Cooperación Europea para el Desarrollo Internacional (DEVCO) y la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA), también están aumentando su apoyo a los países de acogida de refugiados para que puedan incluir a los refugiados en los planes nacionales de desarrollo.
Sin embargo, a pesar de estos importantes avances, el nivel de apoyo internacional a los países de acogida de refugiados sigue siendo muy bajo. Uganda ya ha implantado leyes y políticas ejemplares para la acogida de refugiados que proporcionan acceso a los servicios nacionales de educación y salud, el derecho al trabajo, a gestionar sus propias empresas y la oportunidad de cultivar tierras, y además acoge generosamente a más de un millón de refugiados de Sudán del Sur. Sin embargo, a pesar de la Cumbre de Solidaridad celebrada en junio, todavía no se ha materializado un apoyo suficiente y sus actividades en favor de los refugiados para 2017 apenas se encuentran financiadas en un 34%, lo que dificulta la prestación de asistencia vital y de servicios básicos a los refugiados y el paso hacia una respuesta más integral y sostenible como se prevé en el Marco de Respuesta Integral para los Refugiados (CRRF).
Las aspiraciones de la Declaración de Nueva York para poner en marcha respuestas más predecibles y sostenibles a situaciones de refugiados en las que las comunidades de acogida reciban un apoyo adecuado y los refugiados puedan salir adelante, participar y contribuir, sólo serán viables si los compromisos se ven acompañados de medidas y acciones concretas.
La Declaración de Nueva York para los Refugiados y los Migrantes fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 19 de septiembre de 2016 y encomendó a ACNUR que aplicará un nuevo Marco de Respuesta Integral para los Refugiados (CRRF) – enunciado en el Anexo 1 – para las situaciones de grandes movimientos de refugiados.
El CRRF está siendo aplicado formalmente (ya sea a nivel nacional o regional) en Yibuti, Etiopía, Somalia, Tanzania, Uganda, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Panamá.