Última actualización: Martes, 20 Septiembre 2022, 22:12 GMT

Venezuela - página de seguridad del país, Actualizado al 25 de agosto de 2017

Fuente Comité para la protección de los Periodistas (CPJ)
Fecha de publicación 25 Agosto 2017
Citar como Comité para la protección de los Periodistas (CPJ), Venezuela - página de seguridad del país, Actualizado al 25 de agosto de 2017 , 25 Agosto 2017, disponible en esta dirección: https://www.refworld.org.es/docid/59c540604.html [Accesado el 2 Octubre 2022]
Descargo de responsabilidadEsta no es una publicación del ACNUR. El ACNUR no es responsable, ni respalda necesariamente, su contenido. Todas las opiniones expresadas pertenecen exclusivamente al autor o fuente y no necesariamente reflejan las del ACNUR, las Naciones Unidas o sus Estados Miembros.

A medida que la situación política de Venezuela continúa deteriorándose, los periodistas que han cubierto protestas han sido objeto de acoso, ataques y detenciones de manera sistemática. Con el fin de ofrecerles información concreta sobre seguridad a los periodistas locales e internacionales que informan sobre la inestabilidad, el Equipo de Respuesta a Emergencias del CPJ divulgará actualizaciones periódicas sobre la situación política y el panorama para los periodistas.

Esta página contiene la siguiente información:

Qué esperar en el futuro

1. Violaciones de la libertad de prensa

2. Contexto político

3. Las protestas

4. Los actores clave

5. Hospitales y otros recursos

Advertencia de seguridad del CPJ para los periodistas que cubren Venezuela

1. Qué esperar en el futuro

Luego de varios meses de protestas diarias y represión, muchos miembros de la oposición están exhaustos y desilusionados, particularmente después de fracasar en el intento de detener las elecciones para la Asamblea Constituyente, celebradas el 30 de julio de 2017.

Ahora que se ha instalado la asamblea, no está claro si la oposición podrá mantenerse unida ni cuáles serán sus objetivos de cara al futuro. La estrategia opositora está cambiando. Las protestas continúan, pero, según la organización no gubernamental de derechos humanos con sede en Caracas Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, la cifra de protestas disminuyó en 80 % desde julio hasta la primera mitad de agosto. Además, las protestas están recibiendo menos atención de la prensa internacional. Mientras tanto, la nueva Asamblea Constituyente ha tomado medidas para consolidar su poder y debilitar políticamente a la oposición. Aunque las protestas han disminuido, las autoridades venezolanas continúan deteniendo a civiles. Más de 600 personas están detenidas, lo cual, según la organización no gubernamental Foro Penal, genera preocupaciones sobre posibles violaciones de los derechos humanos.

De todas maneras, las principales ciudades continúan siendo escenario de frecuentes disturbios y barricadas. Caracas sigue siendo el epicentro de las protestas más violentas, pero la violencia también se ha intensificado en Maracay, Barquisimeto, Valencia, y Lechería y Puerto La Cruz, en Anzoátegui.

2. Violaciones de la libertad de prensa

Los periodistas que han cubierto las protestas han sido objeto de ataques y acoso por parte de todos los actores involucrados, aunque los grupos civiles armados conocidos como colectivos y las fuerzas de seguridad gubernamentales son responsables de la mayoría de los incidentes, según organizaciones locales defensoras de la libertad de prensa.

Los periodistas que cubren las protestas de Venezuela por lo general enfrentan las siguientes amenazas:

- Lesiones ocasionadas por cañones de agua, granadas lacrimógenas, balines, bolas o perdigones, o por la inhalación de gases lacrimógenos.

- Agresiones por parte de las autoridades locales y sus partidarios, así como por parte de los manifestantes.

- El robo o la destrucción de equipos, particularmente los teléfonos celulares.

- La detención por períodos que oscilan entre media hora y más de 24 horas.

Detención

La Guardia Nacional y la Policía han detenido a periodistas que cubrían las protestas, a veces por períodos tan breves como de 15 minutos, y a veces toda una noche, en instalaciones de la Policía o de los servicios de inteligencia. En un ejemplo, el 1 de mayo las autoridades detuvieron en Caracas a integrantes de un equipo periodístico de la plataforma digital VivoPlay. Los dos reporteros de VivoPlay fueron liberados al cabo de varias horas, pero sus choferes permanecieron detenidos hasta el 2 de junio, según despachos noticiosos. En abril, dos periodistas de la agencia fotográfica francesa CAPA fueron sacados de su vuelo de regreso a Francia y fueron detenidos nueve días sin que se les acusara de ningún delito. Funcionarios venezolanos anteriormente han deportado a periodistas extranjeros o les han impedido el ingreso al país.

Agresión física

Las fuerzas de seguridad y los colectivos (vea la sección 5 para conocer más detalles sobre los actores involucrados) han amenazado a periodistas y les han impedido realizar tareas de cobertura informativa en ciertos lugares, les han confiscado equipos, les han fotografiado los documentos de identidad, y los han detenido por varias horas. Varios videos publicados por medios noticiosos han mostrado a efectivos de la Guardia Nacional que echan a rodar granadas lacrimógenas en dirección de los periodistas. Un video de VivoPlay muestra a un efectivo de la GNB que les dice a los periodistas que se alejen "o los trataremos como a los guarimberos" --grupos de civiles que levantan barricadas y barreras; vea la sección 5 para conocer más detalles--. Los periodistas deben evitar a los colectivos tanto como sea posible, y desplazarse a un lugar seguro si se encuentran con ellos.

Decenas de periodistas de todas partes del país han denunciado que la GNB y la Policía, al igual que los colectivos y pandillas de civiles les han robado los teléfonos celulares. Periodistas que trabajan en Caracas han declarado al CPJ que el robo de teléfonos es tan sistemático y generalizado que parece ser parte de una estrategia deliberada para impedir que los periodistas cubran las protestas. Estas tácticas perjudican en particular a los periodistas freelance y a los periodistas que trabajan para publicaciones más pequeñas radicadas fuera de Caracas. Estos periodistas disponen de recursos limitados y para ellos sus teléfonos son una herramienta informativa vital.

Por otro lado, los manifestantes también han escogido como blanco a los periodistas, y les han robado, los han atacado, y los han acusado de ser partidarios del Gobierno. Aunque no hay informaciones creíbles de que los guarimberos han escogido como blanco directo a los periodistas, éstos deben ser cautos al interactuar con ellos.

Censura

Además de las amenazas físicas directas contra periodistas, el Gobierno ha censurado a medios noticiosos.

El organismo gubernamental regulatorio de las telecomunicaciones, CONATEL, les ordenó a dos canales noticiosos internacionales cesar sus transmisiones el 19 de abril, según los canales, y otros medios han denunciado interrupciones en el servicio. El 13 de julio, CONATEL les ordenó a los medios que no se refirieran al referendo como "consulta popular", como la oposición la había definido, e informó a los medios de comunicación audiovisuales que se les podría revocar la concesión si parecían fomentar o incentivar la participación en el referendo, según despachos noticiosos.

En conferencia de prensa celebrada el 28 de julio, Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral, entidad responsable de supervisar el proceso de votación, anunció que los medios noticiosos tendrían que permanecer a por lo menos 500 metros de los centros de votación. Por otra parte, el organismo también les negó la credencial de prensa a por lo menos nueve de los 15 medios de prensa que las habían solicitado para cubrir la votación del 30 de julio, según el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS Venezuela), con sede en Caracas.

Durante una intervención televisiva ocurrida el 31 de julio, el presidente Maduro le pidió a CONATEL que investigara al canal de TV privado Televén por hacer "apología del delito", según versiones noticiosas. Maduro criticó a Televen por su cobertura de la votación, y sostuvo que el medio en cambio había preferido mostrar "el fuego en Altamira", en referencia a una explosión en un vecindario de Caracas en la cual resultaron heridos tres agentes de la Policía, según versiones periodísticas. El 22 de agosto, Maduro les ordenó a reporteros de Reuters radicados en Venezuela que abandonaran una conferencia de prensa en el palacio presidencial de Miraflores, comunicó el SNTP. Dos días después, CONATEL ordenó sacar del aire indefinidamente a los canales de TV colombianos Caracol TV y RCN por transmitir un mensaje que, según el organismo, incitaba a la violencia contra Maduro, según versiones noticiosas.

IPYS Venezuela, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) y la organización venezolana defensora de la libertad de expresión Espacio Público han documentado cientos de violaciones de la libertad de expresión mediante Twitter. El CPJ ha tomado conocimiento de los siguientes ataques graves contra periodistas que cubren las protestas en Venezuela:

Semana del 20 de agosto

23 de agosto: Funcionarios de seguridad del aeropuerto detuvieron brevemente a los reporteros Luisana Herice y Alexis Chique (La Verdad de Vargas) y les ordenaron borrar las fotos que habían tomado en el aeropuerto de Maiquetía, cercano a Caracas, informó Espacio Público.

Semana del 13 de agosto

18 de agosto: Sujetos no identificados en el estado noroccidental de Trujillo lanzaron dos cocteles molotov contra la sede de la radioemisora Trujillo 102.5, y le cortaron los cables a la radioemisora, interrumpiendo una transmisión, según versiones noticiosas.

Semana del 6 de agosto

6 de agosto: Balines disparados por efectivos de la GNB hirieron a reporteros de Caraota Digital y Telemundo y a un camarógrafo de Univisión, informó IPYS Venezuela.

8 de agosto: Mildred Manrique (800 Noticias, Te Lo Cuento News) sufrió quemaduras en una pierna cuando agentes policiales le dispararon una granada de gas lacrimógeno a corta distancia, comunicó Espacio Público.

11 de agosto: Efectivos de la GNB en el central estado de Guárico obligaron a reporteros de El Pitazo TV, El Tubazo Digital y La Jornada a borrar fotos, informó Espacio Público.

Semana del 30 de julio

30 de julio: La Policía detuvo al reportero gráfico Felipe Royet (Cambio16) en Caracas, y a Brigitte Gerdel y Daniel Rodríguez (Las Noticias de Cojedes), en San Carlos, según el SNTP. Funcionarios del organismo de inteligencia nacional (SEBIN) detuvieron a Euclides Sotillo, reportero de Venevisión, en Caracas. Un video grabado por el medio noticioso digital VivoPlay en el vecindario caraqueño de El Paraíso aparentemente muestra a un efectivo de la Guardia Nacional que amenaza con romper el equipo de trabajo de periodistas si éstos continuaban grabando. Miembros de un colectivo amenazaron a los reporteros gráficos freelance Fabiola Ferrero y Santiago Escobar, y les robaron los chalecos, las máscaras antigás, los cascos, las cámaras y los celulares, informó Espacio Público. En Altamira, balines disparados por agentes de la Policía hirieron al fotógrafo freelance Leonardo Rodríguez, y una granada lacrimógena impactó en la cabeza del fotógrafo freelance Ángel Colmenares, comunicó el SNTP.

1 de agosto: José Hernández Sequero, redactor deportivo de El Nuevo País que había desaparecido la noche anterior, fue hallado muerto en el recinto de la Universidad Central de Venezuela en Caracas, según versiones periodísticas. Las autoridades investigan el caso, pero las informaciones iniciales indican que probablemente fue víctima de un robo.

2 de agosto: El presidente Maduro ordena prohibirle a la prensa extranjera que cubra la juramentación de los miembros de la Asamblea Constituyente, según el reportero del Wall Street Journal Anatoly Kurmanaev.

Semana del 23 de julio

24 de julio: Personas que afirmaban pertenecer a la "Resistencia" amenazaron al fotógrafo Rayner Peña (El Pitazo TV) e intentaron obligarlo a borrar las imágenes grabadas, comunicó el SNTP.

26 de julio: Agentes de la Policía detuvieron a Héctor Carballo y a Maikel Herrera (El Siglo) y los obligaron a borrar imágenes de las protestas en Maracay, según Espacio Público.

27 de julio: La Seguridad del aeropuerto, la Policía y efectivos de la GNB impidieron que los reporteros Nadeska Noriega (El Pitazo TV), Luisana Brito y Rossmary Hernández (Diario La Verdad de Vargas) informaran desde el aeropuerto de Maiquetía, comunicó el SNTP. En Caracas, varios balines disparados por agentes de la Policía alcanzaron al camarógrafo de Univisión Alejandro Molina.

Semana del 16 de julio

16 de julio: En Catia, colectivos agredieron y robaron al periodista Luis Olavarrieta (Caraota Digital), y lo golpearon con una piedra en la cabeza, según versiones de prensa.

18 de julio: En Caracas, efectivos de la GNB dispararon una bola contra el lente del fotógrafo Rayner Peña (El Pitazo TV) durante la cobertura de un trancazo, informó el SNTP. En Naguanagua, Carabobo, la editora de El Carabobeño Carolina González fue herida por una granada de gas lacrimógeno, comunicó Espacio Público.

20 de julio: IPYS Venezuela documentó 17 violaciones de la libertad de expresión durante el paro nacional. Civiles enmascarados lanzaron botellas contra Rafael Hernández (NTN24), trataron de robarle el casco a la reportera Elizabeth Ostos (El Pitazo), y amenazaron con robarle la cámara al fotógrafo freelance Edgar Cárdenas. En El Hatillo, efectivos de la GNB detuvieron a dos miembros de un equipo periodístico de VivoPlay durante una hora y media, y efectivos de la GNB en Caracas trataron de confiscarle la máscara antigás al reportero Jesús Abreu (Analítica) y lo obligaron a borrar el material grabado, según el SNTP.

22 de julio: El SNTP informó que ocho periodistas habían resultado heridos durante la cobertura de las protestas. En distintos incidentes en Caracas, perdigones disparados por efectivos de la GNB alcanzaron al fotógrafo freelance Daniel Blanco, a Alonso Moleiro (Unión Radio) y a Rafael León (El Nacional), en la cabeza, hirieron a Mildred Manrique (800 Noticias) en el tobillo e impactaron en el brazo de un fotógrafo de Vente Venezuela en Altamira. En Barquisimeto, efectivos de la GNB golpearon a Luis Díaz (La Prensa de Lara), le fracturaron dos costillas y le confiscaron la cámara.

Semana del 10 de julio

10 de julio: En Altamira, Marcos Bello (Reuters) y Abraham Tovar (El Nacional) resultaron heridos por perdigones disparados por la GNB, de acuerdo con el SNTP. En El Trigal, Valencia, el estallido de un explosivo hirió al fotógrafo Juan Carlos Hernández (Últimas Noticias), según el SNTP. Efectivos de la GNB en El Hatillo arrestaron a Mireya Vivas (El Hatillano). En un video, Vivas declaró que los efectivos de la GNB le habían restregado gas lacrimógeno en la cara y la habían golpeado.

11 de julio: Un coronel de la GNB se negó a permitirles la entrada a periodistas a la Asamblea Nacional, según versiones de prensa.

12 de julio: Durante protestas en Lechería, Anzoátegui, la periodista Grisnel Guevara (El Tiempo) resultó herida por perdigones, y efectivos de la GNB golpearon a seis reporteros, les destruyeron equipos y le robaron la tarjeta de memoria al reportero gráfico Samir Aponte, comunicó IPYS Venezuela. Diosdado Cabello, miembro de la Asamblea Nacional y uno de los principales líderes chavistas, declaró en su programa semanal de televisión que una explosión en Altamira que había herido a siete militares había ocurrido "con la complicidad de los periodistas que estaban ahí", haciéndose eco de una declaración previa efectuada por el comandante de la GNB Sergio Rivero, en la cual acusaba a los periodistas de no comunicar a las autoridades la presencia de los explosivos.

3. Contexto político

Los partidarios de la oposición venezolana han protestado contra el Gobierno del mandatario Nicolás Maduro desde finales de marzo, cuando el Tribunal Supremo de Justicia venezolano dictó una sentencia que despojaba de las funciones legislativas a la Asamblea Nacional, dominada por la oposición. Esta ola de manifestaciones antigubernamentales, la más prolongada desde 2014, se ha caracterizado por la violencia en muchas zonas del país. Al 6 de agosto, la Fiscalía General había contabilizado un saldo de 121 víctimas mortales durante más de 120 días de protestas. De ellas, el 19 % eran adolescentes (menores de 18 años), y otro 58 % eran jóvenes que tenían entre 18 y 29 años. Según el parte oficial, las fuerzas de seguridad gubernamentales y grupos paramilitares de civiles armados son responsables del 65 % de las muertes.

Las dos partes principales involucradas en el actual conflicto son el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), liderado por el presidente Maduro, quien ha intentado mantener el movimiento de la populista Revolución Bolivariana de su antecesor, Hugo Chávez. El otro es la Mesa de Unidad Democrática (MUD), una coalición de partidos políticos opositores. Si bien la oposición política venezolana históricamente ha mostrado divisiones, la sentencia dictada en marzo por el Tribunal Supremo de Justicia motivó a las dispares facciones de la MUD a coordinar la oposición colectiva a Maduro. La MUD cuenta con varios líderes, entre ellos Henrique Capriles, gobernador del norteño estado de Miranda y candidato presidencial; Leopoldo López, político encarcelado; y el presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges.

En julio el Tribunal Supremo de Justicia le otorgó arresto domiciliario por motivos humanitarios a López, quien había pasado más de tres años en la prisión militar de Ramo Verde cumpliendo una pena de 14 años por incitación a la violencia.

El 30 de julio el Gobierno venezolano celebró las polémicas elecciones para instalar una Asamblea Constituyente con la autoridad de modificar la Constitución venezolana. Desde que las protestas comenzaron en abril, la oposición había utilizado a la Asamblea Constituyente como motivo para la movilización opositora. Pese a un boicot liderado por la oposición, la votación prosiguió, y trajo como resultado la elección de 545 delegados mayoritariamente partidarios de Maduro, entre ellos la primera dama Cilia Flores, el expresidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello y la exministra de Relaciones Exteriores Delcy Rodríguez, ahora presidenta de la Asamblea Constituyente.

Los líderes opositores han denominado a este plan una usurpación de poder y un intento de interferir con las elecciones locales y nacionales que anteriormente se habían fijado para 2017 y 2018, respectivamente, según despachos noticiosos. En la actualidad no está claro cuándo se realizarían estas elecciones, ni cómo la Asamblea Constituyente las afectaría.

El 4 de agosto, en el primer acto luego de su instalación, la Asamblea Constituyente decidió destituir a la fiscal general Luisa Ortega Díaz, quien se había convertido en uno de los críticos más firmes de Maduro en el seno del Gobierno, y la sustituyó por Tarek William Saab, extitular de la Defensoría del Pueblo de Venezuela. La asamblea ha tomado medidas adicionales para consolidar su poder, como por ejemplo establecer una "comisión de la verdad", entre cuyas responsabilidades estaría investigar a candidatos opositores que se postulen a las elecciones para el cargo de gobernador que se celebrarán en octubre, con la finalidad de asegurar que no hayan estado involucrados en las protestas.

En medio de informaciones que apuntan al creciente descontento entre miembros de las fuerzas armadas, el 27 de junio un exinspector de la Policía presuntamente robó un helicóptero y ejecutó un osado ataque contra instituciones gubernamentales en Caracas, durante el cual disparó contra el ministerio del Interior y arrojó granadas contra la sede del Tribunal Supremo de Justicia. Las tensiones aumentaron aun más el 6 de agosto, cuando un grupo de sujetos armados y uniformados atacaron la base militar de Fuerte Paramacay en el norteño estado de Carabobo, según despachos noticiosos. Dos personas murieron y ocho fueron arrestadas durante el ataque. En un video compartido en los medios sociales, un hombre que se identificó como el capitán retirado de la Guardia Nacional Juan Carlos Caguaripano declaró que él y otros hombres estaban llevando a cabo una "sublevación" contra una "tiranía asesina", según versiones periodísticas. El total de arrestados entre los miembros de las Fuerzas Armadas desde el inicio de las protestas en abril supera los 120, según versiones periodísticas.

4. Las protestas

En un comienzo las manifestaciones eran organizadas por la MUD y activistas afiliados. Pero a medida que las protestas han continuado, los actos más recientes han sido patrocinados por un grupo cada vez más diverso de organizadores, entre ellos grupos estudiantiles, maestros y otras organizaciones de civiles.

Las marchas normalmente comienzan en un punto de encuentro predeterminado donde los manifestantes se reúnen durante dos o tres horas. A continuación, ellos avanzan hacia puntos de la ciudad donde se ubican las sedes de los ministerios de Gobierno. Organizadores en todo el país recientemente han llevado a cabo marchas que se han dirigido a las sedes del Ministerio Público, en una demostración de apoyo a Ortega. Los manifestantes también están realizando protestas que consisten en bloquear todas las calles circundantes; estas protestas son llamadas trancazos.

En Caracas, la capital, las protestas tienen muchas opciones de ruta distintas, pero las fuerzas de seguridad generalmente las detienen luego de que éstas han avanzado una corta distancia. La Policía y la Guardia Nacional colocan barreras, vehículos blindados equipados para disparar granadas lacrimógenas, filas de policías y efectivos militares, y vehículos con cañones de agua.

En todo el país, las fuerzas de seguridad gubernamentales, entre ellas la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y la policía estatal, han empleado gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a las muchedumbres. Cientos de personas han resultado heridas y arrestadas.

En conferencia de prensa ante la prensa internacional, el 23 de junio, el presidente Maduro declaró que él les había dado una "orden clara" a las fuerzas de seguridad de no utilizar armas de fuego contra los manifestantes, según despachos noticiosos. Sin embargo, las fuerzas de seguridad gubernamentales y grupos civiles armados han disparado repetidamente balas reales contra multitudes de manifestantes, lo cual ha dejado como saldo múltiples muertes y decenas de heridos. El fin de semana de las elecciones para la Asamblea Constituyente ha sido el período con mayor número de víctimas mortales hasta la fecha: por lo menos 13 personas murieron en protestas y enfrentamientos en todo el país el 29 y el 30 de julio, según despachos noticiosos.

Por otro lado, los funcionarios de Aduanas han prohibido la importación de artículos de protección utilizados tanto por los periodistas como por los manifestantes, como por ejemplo los cascos, las máscaras antigás y los chalecos antibala, según versiones noticiosas. La misma prohibición también ha bloqueado la importación de suministros de primeros auxilios y productos utilizados por los manifestantes para protegerse, como los antiácidos, las gotas oftálmicas y las camillas.

Los siguientes lugares han sido escenario de la mayoría de las protestas y los incidentes de violencia documentados. Los periodistas deben tomar precauciones adicionales cuando informen desde ellos:

Caracas: Chacao, Autopista Francisco Fajardo, Las Mercedes, El Rosal, El Paraíso, San Bernardino, Santa Fe, El Valle, La Vega

Valencia: Avenida Bolívar de Valencia, Distribuidor El Trigal, Sector Mañongo, Urbanización Isabélica de Valencia, Flor Amarillo, Naguanagua, San Diego

Maracay: Avenida Las Delicias, Avenida Fuerza Aérea, El Limón

Barquisimeto: El Cardenalito, Los Cardones, Fundalara, Avenida Los Leones, Urbanización Santa Elena, Distribuidora Santa Rosa, Sector Cabudare (Urb. La Hacienda, Villa Roca, Hondo), Universidad Fermín Toro, Avenida Libertador, Av. Florencio Jiménez (Urbina)

Maracaibo: El Milagro, 5 de Julio, Amparo, La Pomona

Lechería

San Cristóbal

Mérida

5. Los actores clave

Las fuerzas de seguridad gubernamentales son responsables de la mayoría de los incidentes de acoso, amenazas y violencia contra periodistas específicos. No obstante, en las mayores ciudades de Venezuela, grupos belicosos representantes de todo el espectro político también están presentes en las manifestaciones o en puntos de conflicto. Muchos de ellos están armados con diferentes tipos de armas, y representan una amenaza potencial para los periodistas. Estos grupos incluyen a los grupos armados oficialistas conocidos como colectivos, que a veces funcionan como apoyo de las fuerzas de seguridad y a veces actúan por cuenta propia, y las barricadas de manifestantes, conocidas como guarimbas, que con mayor frecuencia aparecen a lo largo de vías de tránsito importantes y en vecindarios que favorecen a la oposición.

Los colectivos mantienen una presencia significativa en las sedes de las protestas. Principalmente consisten en antiguos miembros de las fuerzas policiales, militares y del servicio de seguridad. Sus miembros habitualmente visten de civiles, aunque algunos llevan chalecos negros y máscaras. Por lo general portan armas cortas, aunque se ha visto a algunos de ellos con fusiles y ametralladoras. Los miembros de los colectivos suelen viajar en pareja en motocicletas.

Los miembros de los colectivos han disparado directamente contra las protestas y presuntamente son responsables de la muerte de varios manifestantes, según versiones periodísticas. Ellos también han amenazado, agredido físicamente y robado a periodistas.

El 5 de julio, un grupo conformado por unos 200 miembros de los colectivos atacaron la sede de la Asamblea Nacional. Ellos atraparon a más de 300 personas en la sede de la institución, entre ellos a 108 periodistas, 94 diputados y 120 trabajadores, y los retuvieron durante más de siete horas, según versiones noticiosas. Por lo menos 12 personas resultaron heridas, y el medio noticioso digital Vivoplay informó que los miembros de los colectivos amenazaron a los periodistas con tubos y piedras y les robaron cámaras, micrófonos y demás equipos de trabajo.

Las guarimbas, o barricadas de manifestantes, que habían aparecido por primera vez durante las protestas del 2014, por lo general son defendidas por estudiantes universitarios o de secundaria, conocidos como guarimberos. Las barricadas están hechas de materiales que van desde bolsas de basura hasta troncos de árbol y vehículos robados, como camiones o autobuses, los cuales los guarimberos a veces incendian. Informaciones locales indican que algunas guarimbas de Caracas han incluido a pandillas que han extorsionado a los conductores y les han recolectado dinero a la fuerza a los transeúntes. También se ha informado que estos grupos utilizan la violencia. Algunas manifestaciones callejeras y barricadas ahora están lideradas por grupos de manifestantes más radicales, quienes se autodenominan la "Resistencia", en lugar de grupos afiliados al movimiento político de la MUD, lo cual aumenta la posibilidad de enfrentamientos violentos con las fuerzas de seguridad.

6. Hospitales y otros recursos

En Caracas, la mayoría de las personas heridas durante las protestas reciben tratamiento por parte de médicos de campo voluntarios (entre ellos la Cruz Roja, la Cruz Azul y la recién formada Cruz Verde, cuyo personal consiste en estudiantes de Medicina). A continuación, con frecuencia se traslada a las víctimas a instalaciones médicas como Salud Chacao o, en caso de lesiones severas, a instalaciones privadas que cuentan con equipo moderno y personal altamente calificado.

El CPJ no recomienda que las víctimas acudan a hospitales públicos. Estos hospitales cuentan con un personal excelente y significativa experiencia con las lesiones traumáticas, pero en la actualidad disponen de equipos y suministros muy limitados. Es posible que los pacientes tengan que aportar sus propias vendas, suturas e inclusive hasta sangre.

7. Aviso de seguridad del CPJ para los periodistas que cubren Venezuela

Consejos generales:

- Planifique la cobertura y cerciórese de que la batería de su teléfono celular esté completamente cargada. Conozca la zona a la que se dirige. Decida de antemano lo que haría en caso de emergencia.

- Siempre trate de trabajar con otro compañero y cree un procedimiento para reportarse periódicamente con su base, en particular si cubrirá manifestaciones o actividades masivas.

- Si va a manifestaciones o actividades masivas, lleve ropa y calzado que le permita moverse con rapidez. Evalúe su posición, y si puede busque una posición elevada que le pueda ofrecer mayor seguridad.

- En cualquier lugar, siempre planifique una ruta de evacuación, así como un punto de encuentro en caso de emergencia si está trabajando con otros colegas.

- Recuerde que la inseguridad y los secuestros son un problema serio en Venezuela. Mantenga el conocimiento de la situación en todo momento y limite la cantidad de objetos valiosos que llevará. No deje ningún equipo en un vehículo, porque es posible que ingresen en él a la fuerza. Al oscurecer, el riesgo de la inseguridad aumenta enormemente.

Gases lacrimógenos:

Es sensato llevar equipo de protección personal, como por ejemplo máscara antigás, lentes para proteger los ojos, chaleco protector y cascos. (Para el periodista que visita, tenga en cuenta que hay versiones encontradas sobre la posibilidad de ingresar tales equipos al país. Algunos periodistas han ingresado sin problemas, pero otros han tenido complicaciones al identificarse como periodistas. Las credenciales de prensa son muy difíciles de obtener).

Las autoridades venezolanas están utilizando gases lacrimógenos indiscriminadamente y existe la posibilidad de que los gases lacrimógenos estén presentes en concentraciones elevadas en áreas sin movimiento de aire. Las personas con asma o problemas respiratorios deben evitar las zonas donde se estén utilizando los gases lacrimógenos. De igual manera, no se aconseja llevar lentes de contacto. Si queda expuesto al gas lacrimógeno, trate de encontrar un terreno más elevado y párese en el aire fresco para que la brisa se lleve el gas. No se restriegue los ojos ni la cara, pues ello puede empeorar la situación. Cuando le sea posible, dúchese con agua fría para eliminar el gas de la piel, pero no llene la bañadera y se sumerja en ella. Puede que deba lavar la ropa varias veces para eliminar los residuos completamente, o incluso que la tenga que desechar.

Respuesta a la agresión:

- Lea el lenguaje corporal para identificar a un agresor y utilice su propio lenguaje corporal para calmar una situación.

- Mantenga el contacto visual con un agresor, utilice gestos con las manos abiertas y continúe hablando de manera calmada.

- Mantenga la distancia de un brazo extendido entre usted y la amenaza. Retroceda y despréndase firmemente sin agresión si lo sujetan. Si lo acorralan y está en peligro, grite.

- Si está trabajando en una multitud, manténgase afuera de la multitud y evite estar en el medio, de donde es difícil escapar. Identifique una ruta de escape, y si está trabajando con otros, acuerden reunirse en un punto en caso de emergencia. Si aumenta la agresión, deje una mano libre para protegerse la cabeza y muévase con pasos cortos y firmes para evitar caerse. Si está con compañeros, permanezcan juntos y unan los brazos en cadena.

- Si bien hay momentos cuando documentar la agresión es una tarea periodística crucial, esté consciente de la situación y de su propia seguridad. Tomar fotos de personas agresivas puede empeorar una situación.

- Denuncie toda agresión ante las autoridades.

Si a usted lo atacan, amenazan o intimidan de cualquier otro modo mientras cubre estos acontecimientos, puede comunicarse con el CPJ escribiendo al correo [email protected]

Para mayor información sobre preparación básica, la evaluación del riesgo y la respuesta al riesgo, o sobre medidas de seguridad durante la cobertura de conflictos civiles y disturbios, alentamos a los periodistas a consultar la Guía sobre seguridad periodística del CPJ.

Aviso de Derechos de Autor  © Committee to Protect Journalists. All rights reserved. Articles may be reproduced only with permission from CPJ.

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