Luftu, un intérprete que ayuda a abrir camino a refugiados afganos en España
A raíz de la llegada de nuevos afganos a España, Luftu creó una asociación para facilitar las relaciones interculturales entre Afganistán y España.
Luftu abraza a uno de los miembros fundadores de la asociación cultural de apoyo a personas afganas en España.
© ACNUR/Elena del Estal
Luftu no ha vivido en Afganistán los acontecimientos del año 2021 con la llegada al poder de los talibanes, pero a sus 33 años tiene aún fresco en la memoria el miedo que pasó siendo un niño cuando este grupo tomó el país. “Mis hermanas dejaron de ir a la escuela, a las mujeres ya no les dejaban trabajar y aunque los chicos podíamos seguir estudiando, nos obligaban a llevar el turbante”, recuerda este refugiado afgano que lleva en España desde 2015.
Si no prestas mucha atención, no te das cuenta de que Luftu no es español, porque su acento y fluidez en castellano son impecables. Y es que este joven afgano cursó estudios de Literatura en la universidad de Kabul con especialidad en lengua española y fue seleccionado en 2010 por la Embajada española en el país como intérprete para apoyar a los militares españoles.
Durante tres años y al igual que muchos otros afganos, Luftu fue los ojos y los oídos de las fuerzas armadas españolas en el país, acompañándolos en misiones complicadas donde los caminos sembrados de minas antipersona y los francotiradores eran parte del escenario en el que transcurría su día a día.
En 2014, España anunció la retirada de sus tropas de Afganistán. “Sabía que si me quedaba podía pasarme algo, como les había ocurrido a otros intérpretes que trabajaron con militares extranjeros”, recuerda este joven afgano.
Luftu, refugiado afgano en España, trabaja para apoyar la integración de otras personas refugiadas (Productora: Deer Watson Films)
Sophie Muller, la representante de ACNUR en España conoce bien cuáles son los grupos de riesgo en Afganistán. “Los intérpretes y aquellas personas que han trabajado con las fuerzas militares internacionales, organizaciones extranjeras e incluso, a las que se percibe como cercanas, están entre los perfiles de afganos cuyas vidas pueden correr peligro, como destacamos en nuestras Directrices”, corrobora Muller. La Agencia de la ONU para los Refugiados ha hecho un llamamiento a los Estados para que no se realicen retornos forzosos a Afganistán y comparte regularmente sus Directrices sobre grupos de riesgo en Afganistán con gobiernos y entidades que trabajan con solicitantes de asilo y refugiados afganos que necesitan protección internacional.
A pesar de todo, para Luftu no fue fácil tomar la decisión de huir de Afganistán. “Allí tenía mi trabajo, mi casa, mi familia, mis amigos pero yo no estaba seguro. Es difícil tomar esa decisión: salir de tu país y no saber si vas a poder volver alguna vez o no”, afirma con emoción. Finalmente, con el apoyo de las autoridades españolas, pudo salir del país en 2015 y llegar a Madrid, donde solicitó asilo y fue reconocido como refugiado tiempo después.
Programa de evacuación de afganos hacia España
Cuando el pasado mes de agosto los talibanes se hicieron con el país de nuevo, Luftu revivió la pesadilla y temió por la seguridad de su familia en Afganistán. Luftu empezó un nuevo peregrinar para solicitar la salida de sus familiares del país tras escuchar las noticias sobre el programa de evacuación gestionado por España.
Fueron noches de insomnio, de sobresaltos, de vivir pegado al teléfono en permanente contacto con su familia, devorando noticias y cualquier dato que indicara la evolución de la situación en Kabul. “Apenas dormí en una semana, pero no sentía el cansancio, sólo quería seguir trabajando y ayudando”, recuerda este joven refugiado que estuvo apoyando como intérprete durante varios días a las personas afganas que llegaban evacuadas en aviones militares al aeropuerto de Torrejón de Ardoz desde mediados de agosto.
Muller coincidió con Luftu en el aeropuerto de Torrejón para la recepción de varios vuelos de personas evacuadas y vio la crucial labor de los intérpretes. Con el equipo de protección de ACNUR, la Representante apoyó a las autoridades para dar información e interpretación sobre temas de asilo: “Junto a la Oficina de Asilo y Refugio dimos una primera orientación jurídica sobre lo que es la protección internacional dentro de un operativo muy bien gestionado por todos los equipos”, comentó la Representante. “Las personas evacuadas nos transmitieron el alivio de estar en un lugar seguro y también su voluntad de retomar una vida activa, de trabajar, de la escolarización de sus hijos y reagruparse pronto con los familiares que quedaron atrás”, añadió Sophie Muller.
Luftu sólo respiró tranquilo cuando supo que su familia había conseguido entrar en el aeropuerto de Kabul entre la muchedumbre que se agolpaba a las puertas. La noche que llegaron a España sus padres, hermanos, hermanas y sobrinas, todos se fundieron en un abrazo. Un abrazo emocionado que llevaba esperando seis años, los mismos que habían pasado desde que dejó Afganistán con la certeza de que no podría volver.
Junto con la familia de Luftu, más de 2.200 personas fueron evacuadas por el Gobierno español en el mes de agosto. Se trata de un programa que ha posibilitado la salida de Afganistán de personas en situación de alto riesgo, un país donde más de 3,5 millones de afganos se encuentran en situación de desplazamiento interno y cuyas necesidades de ayuda humanitaria son acuciantes.
Creación de una asociación de apoyo a personas afganas en España
La llegada de nuevos afganos a España fue uno de los motivos que animó a Luftu a crear una asociación cultural para apoyarles, junto a españoles y a otros refugiados afganos afincados en España. Su objetivo es allanar el camino a los recién llegados, ayudarles a ajustar expectativas y orientarles con aspectos como el idioma, el sistema de salud, educación, la formación, vivienda o el funcionamiento de las instituciones. “Yo también he pasado por esa situación y conozco sus necesidades. Llegué aquí sin nada y así llegan ellos, sin nada”, comenta.
Desde la asociación, intentan conseguir proyectos de colaboración y becas con distintas universidades, porque muchos de los jóvenes recién llegados, han visto truncados repentinamente sus estudios. La Universidad Camilo José Cela, donde Luftu se graduó en transporte y logística con una beca en 2021, ha ofrecido becas a varios de estos estudiantes afganos y él ayuda en su proceso de adaptación. “Nuestro objetivo es coger la mano de esos refugiados recién llegados para facilitar su camino”, comenta con entusiasmo.
Un camino que, como bien sabe Luftu, no es sencillo. “Dejar tu país, tus amigos, tus recuerdos y tu casa no es fácil. No son solamente cosas físicas que puedes conseguir en otro país, sino que emocionalmente sigues conectado allí”.