El Alto Comisionado Filippo Grandi pide más apoyo para Sudán y Sudán del Sur
Para el futuro de los casi 7 millones de sudaneses y sursudaneses desplazados dentro y fuera de las fronteras de sus respectivos países, es fundamental encontrar soluciones que contribuyan a la paz y al desarrollo.
Tras la conclusión de una visita de tres días a los dos países, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, ha pedido esfuerzos concertados para encontrar soluciones duraderas para los casi 7 millones de personas de Sudán y Sudán del Sur que han sido desplazadas por la fuerza.
Grandi instó a seguir apoyando el proceso de paz y, en particular, la iniciativa de soluciones acordada por los Gobiernos de Sudán y Sudán del Sur bajo los auspicios de la Plataforma de Apoyo a la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD, por sus siglas en inglés), con el apoyo de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados.
La iniciativa tiene como objetivo encontrar soluciones duraderas para las personas refugiadas, desplazadas internas, retornadas, y sus comunidades de acogida en Sudán y Sudán del Sur.
Al concluir su visita de dos días a Sudán, Grandi se reunió con el Primer Ministro Abdalla Hamdok, quien actualmente también preside la IGAD. El Alto Comisionado y el Primer Ministro discutieron cómo ambos países pueden trabajar en conjunto liderando el proceso para encontrar soluciones duraderas y sostenibles para la ciudadanía desplazada en la región.
En Sudán del Sur, el Alto Comisionado se reunió con el Presidente Salva Kiir en Juba, la capital, donde destacaron que se necesita paz para encontrar soluciones duraderas para la población desplazada del país.
“Retornar a casa es una solución, pero no es la única. El camino para alcanzar soluciones seguras y sostenibles puede ser muy largo, pero la iniciativa debe garantizar que tanto las personas que deciden retornar de manera espontánea a Sudán del Sur como las que permanecen desplazadas puedan hacerlo con dignidad y sentido de pertenencia”, afirmó Grandi.
Después de la firma del Acuerdo de Paz Revitalizado en 2018, cerca de 300.000 personas refugiadas de Sudán del Sur han regresado espontáneamente al país, y más de un millón de personas desplazadas dentro del país también han regresado a sus hogares.
“Esta iniciativa constituye una oportunidad única para posicionar a los respectivos gobiernos y a las personas desplazadas en el centro de la planeación para el futuro y, por lo tanto, requerirá esfuerzos concertados para garantizar su estabilidad y seguridad sostenidas”, agregó Grandi.
“Se deben encontrar soluciones”.
Gran parte de las personas sursudanesas que retornan encuentran sus hogares destruidos, con poca o ninguna infraestructura o servicios sociales.
Regina Ochala, de 42 años, pasó la mayor parte de su vida adulta en un campamento de refugiados en Sudán, después de haberse visto obligada a dejar su hogar en Wau, en el noroeste de Sudán del Sur, hace más de veinte años. Antes de retornar a su país, hace poco, se había mudado a Jartum.
Su idea era pedir apoyo a su hermano, pero, cuando llegó a Juba, se le rompió el corazón.
“Descubrí que mi hermano había muerto. No sabía qué hacer", contó.
Ahora, solo queda ella de toda su familia, ya que sus padres y hermanos fueron asesinados en el conflicto.
Muchas otras personas retornadas luchan como ella para adaptarse a la vida de regreso a su país y necesitan apoyo para reiniciar sus vidas en áreas seguras.
Grandi hizo hincapié en que el ACNUR seguirá trabajando con los Gobiernos de Sudán y Sudán del Sur, y confiará en que la comunidad internacional de donantes brindará apoyo para ayudar a que las personas retornadas como Regina y las que siguen desplazadas vivan en condiciones de seguridad y dignidad.
“Se deben encontrar soluciones como parte del proceso de paz”, concluyó.