Enfrentamientos en la región etíope de Afar desplazan a miles de personas eritreas refugiadas

El siguiente contenido corresponde a las declaraciones formuladas hoy por un portavoz de ACNUR en una rueda de prensa en el Palacio de las Naciones, en Ginebra.

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ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, está colaborando con las autoridades etíopes y sus socios para brindar ayuda de emergencia a miles de personas eritreas refugiadas que huyeron del campamento de refugiados de Barahle y sus alrededores, en la región de Afar, después de que los combates alcanzaran la zona.

Las personas refugiadas que recorrieron la larga distancia hasta la capital regional, Semera, informaron al personal de ACNUR que hombres armados entraron en el campamento el 3 de febrero, robaron sus pertenencias y ocuparon sus casas. Según sus testimonios, al menos cinco refugiados fueron asesinados y varias mujeres secuestradas. Muchas familias se separaron en el caos de la huida del campamento.

Hasta ahora, más de 4.000 personas refugiadas se encuentran en Semera, donde el ACNUR, junto con el Servicio de Refugiados y Retornados (RRS) del Gobierno de Etiopía y otros socios, están proporcionando ayuda urgente con alojamiento, artículos de primera necesidad, alimentos y agua potable. También creamos ventanillas de asesoría para la protección en las que se identifican a las personas refugiadas más vulnerables, incluida a la niñez separada de sus familias y a otras personas con necesidades específicas, y se les proporciona apoyo.

Además, nos informaron que unas 10.000 personas refugiadas se encuentran en la ciudad de Afdera, a unos 225 kilómetros de Semera, y se cree que otras han huido a las ciudades de Altefa y Dabure, hacia el interior.

El gobierno ha identificado un lugar para establecer un asentamiento temporal en la ciudad de Serdo, a 40 kilómetros de Semera, donde el ACNUR, el RRS y las agencias socias están haciendo los preparativos para reubicar rápidamente a los refugiados.

También otro campamento de refugiados se ha visto gravemente afectado, y el ACNUR sigue muy preocupado por la seguridad y el bienestar de miles de personas eritreas refugiadas atrapadas en el conflicto.

Condenamos el ataque al campamento de refugiados y reiteramos el llamamiento al cese de las hostilidades para evitar una mayor destrucción y la posible pérdida de vidas tanto de personas refugiadas como etíopes, y para que pueda llegarles la ayuda humanitaria que necesitan con urgencia.

También hay un gran número de personas etíopes desplazadas en la región de Afar, incluidas unas 300.000 personas que se vieron obligadas a desplazarse debido a los recientes combates.

El ACNUR seguirá trabajando para apoyar al Gobierno etíope en su respuesta para asistir a las personas refugiadas y desplazadas afectadas por el conflicto.

 

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