Se organiza foro para encontrar soluciones para 36 millones de personas desplazadas en África
El primer foro de este tipo reúne en Ruanda a líderes empresariales, responsables del cambio en materia de refugiados y al sector público para encontrar soluciones al desplazamiento forzado en África.
Malish Godfrey posa con productos artesanales de Sudán del Sur en el Centro de Convenciones de Kigali, en la capital de Ruanda.
© ACNUR/Samuel Otieno
Malish Godfrey sonríe para dar la bienvenida a los invitados que se detienen a admirar los trabajos de pedrería ordenados en su mesa. El suyo es uno de los muchos y coloridos puestos de la zona de exposiciones del Centro de Convenciones de Kigali, en el corazón de la capital ruandesa.
Las obras de arte expuestas son únicas: hechas a mano por un colectivo de artesanas refugiadas de África, Asia y Oriente Medio, han sido seleccionadas para un evento igualmente único que tiene lugar justo arriba de la exposición: el Foro del Sector Privado de África sobre Desplazamiento Forzado.
El sursudanés de 39 años viajó de Juba a Kigali para representar al Proyecto Raíces, una organización sin fines de lucro que trabaja con personas refugiadas y desplazadas internas en Sudán del Sur para hacer trabajos de pedrería.
“Es un momento increíble, ya que estoy representando a las mujeres de mi país”, expresó Malish. “Están muy contentas de saber que sus habilidades, su talento y sus productos serán vistos por el resto del mundo”.
La oportunidad de mostrar su trabajo fue posible gracias a MADE51, una iniciativa de colaboración global de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados y socios estratégicos del sector privado, que apoya a personas refugiadas para que vendan sus productos a escala mundial.
Esta colaboración es solo una de las múltiples soluciones que constituyeron la base de los debates del Foro de dos días, bautizado como “36 Millones de Soluciones” en referencia a los casi 36 millones de personas desplazadas por la fuerza en la región del África subsahariana y al potencial para encontrar soluciones para cada una de ellas.
El foro inaugural, convocado conjuntamente por ACNUR, la Coalición Amahoro y el Colectivo de Emprendedores de África (AEC, por sus siglas en inglés), reunió a un grupo de líderes empresariales, filántropos y personas de todo el continente para debatir formas innovadoras de abordar la crisis de los desplazamientos en África.
La Alta Comisionada Adjunta de ACNUR, Kelly T. Clements, asistió al Foro, donde destacó la importancia del compromiso del sector privado para actuar, impulsado por la filosofía africana predominante del “Ubuntu”: yo soy porque nosotros somos.
“Los líderes del sector privado que aquí nos acompañan son los disruptores e innovadores de sus industrias, dispuestos a desafiar lo que conocemos para crear algo mejor”, comentó. “Cuando el sector privado invierte en las comunidades de personas desplazadas por la fuerza de África, se invierte en el futuro de África. Cuando las comunidades de personas desplazadas por la fuerza reciben las oportunidades y los recursos para reconstruir sus vidas, participan en las economías locales y contribuyen al desarrollo social de sus comunidades”.
“Cuando el sector privado invierte en las comunidades de personas desplazadas por la fuerza de África, se invierte en el futuro de África”.
Al inaugurar oficialmente el Foro, el Primer Ministro de Ruanda, Edouard Ngirente, señaló que “no se puede lograr una solución sostenible a los problemas de las personas refugiadas sin la cooperación multilateral y los actores del sector privado”.
Instó a los delegados a considerar el Foro como un llamamiento a la acción.
“Es una llamada de atención para nuestra respuesta colectiva a la crisis de los desplazamientos forzados en nuestro continente. Utilicémoslo como plataforma para encontrar soluciones prácticas y realistas que repercutan positivamente en los medios de vida de las comunidades de personas refugiadas”.
Clements también aplaudió al gobierno de Ruanda por estar “a la vanguardia en la realización de compromisos y en la actualización de la inclusión, la autosuficiencia y las soluciones para las personas refugiadas”.
Ruanda acoge a más de 126.000 personas refugiadas y destaca por su compromiso con las diversas promesas que hizo en el Foro Mundial sobre Refugiados en 2019, enfocadas a la educación, los medios de vida, la protección, el medio ambiente, la energía y la salud. A pesar de la pandemia de COVID-19, ha mantenido el rumbo, implementando varias intervenciones financiadas por el sector privado que abordan cada promesa.
Durante su visita, Clements pudo ver algunas de estas intervenciones en acción.
Visitó el Mecanismo de Tránsito de Emergencia (ETM, por sus siglas en inglés) en Gashora, establecido en 2019 a través de una asociación entre ACNUR, el Gobierno de Ruanda y la Unión Africana para acoger a las personas solicitantes de asilo de varios países africanos evacuados de Libia. Se han recibido más de 600 personas evacuadas de Libia, con más de 400 reasentadas en terceros países.
En el campamento de refugiados de Mugombwa, al sur del país, se reunió con personas refugiadas congoleñas y ruandesas que participan en diversas iniciativas, como el Misizi Marshlands Project, un programa agrícola masivo financiado por la Fundación IKEA y apoyado por el gobierno, que destinó más de 50 hectáreas de tierra para que unas 1.400 personas refugiadas y ruandesas cultivaran juntas.
La refugiada congoleña Clementine Bugenimana y su mejor amiga ruandesa Mushimiyimana Yousine forman parte del proyecto y trabajan juntas en el cultivo, además de dedicarse al cuidado de los cerdos y las aves de corral de la cooperativa.
“Nos hemos beneficiado de este proyecto porque cosechamos juntos los alimentos, ganamos algo de dinero e incluso estamos en un grupo de ahorro”, comparte Clementine.
“Nos hemos beneficiado de este proyecto porque cosechamos juntos los alimentos, ganamos algo de dinero”.
Yousine atribuye al proyecto el haber acercado a las dos comunidades.
“Si no fuera por esta iniciativa, no nos habríamos conocido ni nos habríamos hecho tan buenos amigos”.
Sus hijos van a la misma escuela, la Escuela Integrada G. S. Mugombwa, otro proyecto que promueve la cohesión social entre las dos comunidades.
Lo que empezó como una escuela primaria, se ha ampliado con el apoyo del Banco Mundial y de Educate a Child, y ahora cuenta con un módulo de escuela secundaria. Un proyecto de aprendizaje conectado, financiado por Profuturo y LaCaixa, ha mejorado la enseñanza y el aprendizaje en la escuela.
Varios líderes del sector privado que asistieron al Foro se comprometieron a encontrar soluciones, que van desde la financiación de becas y la mejora de las instalaciones educativas para las personas refugiadas y las comunidades de acogida, la inversión en empresas, las prácticas y las oportunidades de empleo, la mejora del acceso a las vacunas de COVID-19 y la asistencia sanitaria, hasta la mejora de la defensa de la provisión de documentación legal para las personas desplazadas y apátridas.
Sangu Delle, uno de los delegados del Foro y Director General de Africa Health Holdings, con sede en Ghana, instó a los participantes a aprovechar el potencial de las poblaciones desplazadas en el continente.
“El mayor recurso de África es nuestro capital humano, es nuestra gente. Sería una oportunidad perdida si no aprovechamos todas nuestras poblaciones en general”, destacó. “La historia del crecimiento de África no es la de unos pocos que progresan y el resto se queda atrás”.
“El mayor recurso de África es nuestro capital humano, es nuestra gente”.
Sarah Chan, Directora de Ojeadores Africana de los Toronto Raptors de la NBA, ilustró cómo este enfoque de “toda la sociedad” la ayudó a ella y a su familia en Sudán del Sur a encontrar mejores oportunidades después de que se reasentara con una beca en Canadá.
Cree que las soluciones a la crisis del desplazamiento son responsabilidad de todos.
“Todos tenemos las soluciones a nuestros problemas en nuestro contexto y, aunque el sector privado tiene una tarea, todos, como seres humanos, nos debemos a nosotros mismos el abordarlo”, expresó en el Foro. “Cada uno de nosotros puede tener un efecto dominó hacia esas soluciones que queremos ver”.
Al finalizar los debates, Clements, de ACNUR, reiteró que el sector privado puede ser un agente de cambio fundamental.
“A través de modelos empresariales innovadores, el sector privado puede abogar por un acceso más sostenible y digno a las oportunidades económicas para las personas desplazadas por la fuerza, que al mismo tiempo crean valor para sus propias empresas”.