Burkina Faso: Artesanas tuareg en el exilio aprenden nuevas habilidades
Cerca de 20 refugiadas están aprendiendo nuevas habilidades en un taller residencial, que apunta a ayudarlas a expandir sus productos tradicionales y comercializarlos en el exterior.
UAGADUGÚ, Burkina Faso, 4 de mayo de 2016 (ACNUR) – Tomando un manojo de hojas de palmeras en su mano, Bintou, una artesana tuareg, comienza a tejer una esterilla decorativa para ser instalada en una lámpara de escritorio recién diseñada que podría algún día alumbrar hogares en Europa y en otros lugares.
Bintou, talentosa trabajadora del cuero en su tierra natal en Malí, se encuentra entre las cerca de 20 refugiadas que están aprendiendo nuevas habilidades en un taller residencial en la vecina Burkina Faso, que apunta a ayudarlas a expandir sus productos tradicionales y comercializarlos en el exterior.
"He aprendido ahora como puedo transponer mi conocimiento del cuero a las palmeras", dice con una sonrisa. "No sé todavía cuál será el producto final, pero estoy feliz en esta etapa de saber cómo trabajar con un material nuevo", agrega.
Originaria de una aldea cercana a Kidal al noreste de Malí, la madre de cuatro hijos y de 40 años escapó después que su comunidad se vio envuelta en el conflicto en 2012. Hoy ella forma parte de los 144.765 refugiados malienses que viven en el exilio, 38.844 de ellos en Burkina Faso.
Participó en el taller residencial de siete semanas en Uagadugú, organizado por la empresa social francesa Afrika Tiss y apoyado por ACNUR. Diez diseñadores franceses trabajaron con los artesanos refugiados para desarrollar nuevos productos, usando materiales tradicionales que incluían palmeras, madera, cuero, metal y tela.
En los próximos meses, el programa tiene como objetivo capacitar a 200 artesanos para crear productos artesanales de alta calidad, que incorporen los coloridos, vibrantes y audaces diseños nuevos. A los artesanos también se les enseñará "técnicas productivas empresariales y de negocios que tomarán en cuenta sus formas tradicionales de vida", dijo Mariette Chappel, la presidente de Afrika Tiss.
La Agencia de la ONU para los Refugiados se encuentra actualmente identificando tiendas minoristas internacionales que estén interesadas en el abastecimiento de productos artesanales. Es de esperar que el conocimiento que las artesanas adquieran les sea valioso tanto en Burkina Faso como en Malí, cuando puedan regresar a sus hogares.
Los beneficios del proyecto ya están siendo reconocidos por algunos, incluyendo al artesano tuareg y refugiado Moctar Ag Abdoulaye. "Es bueno trabajar con ACNUR porque nos ofrecen buenas ideas sobre qué hacer", dijo Ag Abdoulaye, que fabrica cajas de piel de camello con forros de tela en diseños geométricos para vender en el exterior. "Tratan de encontrar socios interesados en nuestros productos".
Mientras trabaja su talento en forma creativa, Bintou, entretanto, sueña con un futuro mejor para su familia. "Estoy deseosa de mejorar aún más mis habilidades empresariales y técnicas de tal forma que mis productos puedan ser exportados a mercados internacionales", dice con firmeza.
"Cuando dejé Malí, las únicas pertenencias que traje conmigo fueron mi conocimiento práctico y mis manos. Deseo hacer lo más que pueda con mi bagaje: deseo asegurarme que puedo pagar para que mis hijos continúen con su educación hasta que puedan conseguir trabajos dignos. Quiero que disfruten de una vida más segura que la mía".
Para mirar un video sobre este proyecto, por favor haga clic aquí.
Por Paul Absalon en Burkina Faso
Gracias a la Voluntaria en Línea María Soledad Conroy por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.