Estudio revela eficiencia de interiorización en la integración socioeconómica de personas refugiadas y migrantes de Venezuela
El proyecto de acogida de ACNUR y Aldeas Infantiles SOS Brasil garantizan asistencia integral a las personas beneficiadas por los centros de acogida e integración.
BRASILIA, Brasil – El informe publicado hoy por ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, en conjunto con Aldeas Infantiles SOS Brasil pone de manifiesto la efectividad y sustentabilidad de la integración socioeconómica de personas refugiadas y migrantes de Venezuela que han sido interiorizadas y acogidas desde 2018 por el proyecto “Brasil sin Fronteras”, implementado en diferentes partes del país por ambas organizaciones.
Los resultados muestran que, después de salir de los centros de acogida e integración, las personas beneficiarias tenían acceso prácticamente universal a electricidad (98%), agua (99%) y saneamiento básico (97%) en sus nuevos lugares de residencia. A pesar de estos buenos resultados, el costo del alquiler resultó ser el principal gasto presupuestario, puesto que las familias entrevistadas destinan, en promedio, el 40% de todos los ingresos.
La publicación, que se titula “La Interiorización de la población venezolana en Modalidad Institucional: lecciones aprendidas, desafíos y oportunidades” (aquí se puede consultar el resumen ejecutivo en portugués), se realizó en diciembre de 2020. Fueron escuchadas 198 personas venezolanas que pasaron por el proyecto y que estuvieron al menos un mes viviendo fuera de los centros de acogida de Aldeas Infantiles SOS Brasil, las cuales cuentan con apoyo de ACNUR. Todas las personas entrevistadas fueron acogidas y reubicadas voluntariamente de Boa Vista a otras nueve unidades federativas; además, recibieron apoyo psicosocial durante al menos tres meses.
La encuesta también evaluó algunos impactos de la pandemia de la COVID-19 sobre la capacidad de subsistencia de esta población. Si bien el ingreso familiar mostró pérdidas de empleos informales y de “pago diario” debido a la pandemia, se pudo constatar que las personas interiorizadas tienen acceso sostenible a la educación, salud, infraestructura del hogar y generación de ingresos a través de la modalidad Institucional, al salir de un alojamiento en Boa Vista e ir a alojamientos temporales en otras partes del país.
“Nuestro trabajo consiste en estar con las personas refugiadas en todas las etapas del desplazamiento, desde el momento en que cruzan la frontera”, destaca el Oficial de Medios de Vida de ACNUR, Paulo Sérgio de Almeida. “Además de la labor de protección y apoyo en la infraestructura de acogida de emergencias, ofrecemos este tipo de interiorización en la que se da seguimiento proporcional a las necesidades específicas de las familias en mayor situación de vulnerabilidad".
El proyecto fue desarrollado para acoger y proteger a familias con niñas, niños y adolescentes que necesitaban una red de seguridad social para enfrentar no solo los impactos del desplazamiento forzado, sino también las enfermedades crónicas, la violencia de género y la dinámica de las familias monoparentales, entre otras vulnerabilidades.
El Subgerente Nacional de Aldeas Infantiles SOS Brasil, Sérgio Marques, destaca que “Aldeas Infantiles SOS Brasil, a través de su Programa de Emergencia ‘Brasil sin Fronteras’, ha acogido a más de 600 familias. Los centros de acogida e integración son fundamentales para que las personas refugiadas puedan alcanzar la autosuficiencia e integrarse a la comunidad que han elegido para empezar de nuevo. Además, se les incorpora a los servicios públicos, como salud y educación, así como servicios y prestaciones de asistencia social”.
El estudio concluye que las personas beneficiarias muestran un alto grado de satisfacción con respecto a los servicios recibidos en todas las etapas de la estrategia de interiorización, desde la preparación para el embarque hasta la acogida en el lugar de destino. Con base en las entrevistas realizadas, las principales recomendaciones para facilitar aún más la integración de esta población son: el apoyo a la creación y fortalecimiento de redes virtuales o físicas de intercambio de información y apoyo después de la acogida, sobre todo en lo que se refiere a la protección social y búsqueda de mejores condiciones de empleo y generación de ingresos.
ACNUR y Aldeas Infantiles SOS Brasil colaboran desde julio de 2018 y ya han apoyado a más de 2.200 personas con alojamiento temporal en unidades residenciales, en los centros de acogida de Aldeas Infantiles SOS Brasil para personas refugiadas y migrantes de Venezuela dentro de esta modalidad de interiorización.
De manera más amplia, la estrategia de interiorización del Gobierno Federal lleva voluntariamente a personas refugiadas y migrantes venezolanas de los estados de Roraima y Amazonas a otras ciudades del país. En marzo, el programa alcanzó el hito de 50.475 personas beneficiadas, tres años después de su inicio en abril de 2018.
El gobierno federal estima que alrededor de 260.000 personas de Venezuela viven actualmente en Brasil, de las cuales casi 47.000 ya han sido reconocidas como refugiadas por el gobierno brasileño. La Estrategia de Interiorización reduce la presión sobre las comunidades locales que acogen a personas refugiadas y migrantes de Venezuela en Roraima y Amazonas, lo cual minimiza el impacto en los servicios públicos y la infraestructura de la región. La interiorización es uno de los ejes de la Operación Acogida, la respuesta del gobierno brasileño a la afluencia de personas venezolanas al país.
Además de la modalidad institucional (alojamiento-alojamiento), la Operación Acogida también promueve la interiorización mediante vacantes de trabajo firmadas (cuando las personas son contratadas por las empresas antes de salir de los alojamientos de la Operación), reunificación familiar e interacción social.
De los beneficiarios de la estrategia de interiorización, el 47% son mujeres y niñas, y el 37% son niños y adolescentes (mujeres y hombres). El 88% de las personas de Venezuela que han sido interiorizadas viajaba en grupos familiares, mientras que el otro 12% viajaba por su cuenta.
Antes de partir hacia otras ciudades, las personas refugiadas y migrantes de Venezuela que participan en la estrategia de interiorización deben cumplir con ciertos criterios. En concreto, solo pueden participar las personas que han sido regularizadas en el país (tanto por medio de la solicitud de asilo como por visado de residencia temporal) y con documentos nacionales (como Permiso de Trabajo o Registro de Persona Física, CFC, por sus siglas en portugués).
Se debe actualizar la vacunación contra diversas enfermedades, como sarampión, fiebre amarilla y difteria, y todas estas personas deben someterse a un examen médico antes de embarcar. Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, se han adoptado medidas adicionales para evitar el embarque de casos sospechosos; de ese modo, se ha reducido el riesgo de propagación del nuevo coronavirus en las ciudades receptoras. Además, las personas beneficiarias son monitoreadas para detectar síntomas relacionados con la COVID-19 durante el viaje y después de la interiorización.
La Operación Acogida y la de Interiorización cuentan con el apoyo de la Plataforma de Coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), integrada por 48 organizaciones de la sociedad civil y de la ONU.
La Agencia de la ONU para los Refugiados está intrínsecamente involucrada con la Estrategia de Interiorización. De manera activa, la Agencia busca las vacantes disponibles en los centros de acogida e integración en todo el país que son administradas por organizaciones de la sociedad civil o por el gobierno; además, se encarga de financiar mejoras en la infraestructura y costos administrativos siempre que se estima necesario.
A través de sus sistemas de registro, ACNUR facilita la identificación de personas refugiadas y migrantes que se ajustan a los perfiles de los alojamientos. Asimismo, la agencia ha estado distribuyendo kits de higiene y artículos de primera necesidad a las personas beneficiarias y a los centros de acogida e integración. De igual forma, desde 2019 ha implementado un programa de asistencia financiera de emergencia para las personas más vulnerables del interior, que ya totalizó aproximadamente 3,35 millones de reales (alrededor de 642.000 dólares, USD); así, se ha beneficiado aproximadamente a 3.800 personas refugiadas y migrantes distribuidas en 1.300 familias (68% de ellas lideradas por mujeres).