Salud pública durante la COVID-19
Los coronavirus son extremadamente contagiosos. La COVID-19 es la enfermedad causada por el nuevo coronavirus. ACNUR está trabajando en nombre de las personas refugiadas y desplazadas por la fuerza para ayudar a frenar y detener la propagación del virus.
La mayoría de los 25,9 millones de refugiados del mundo viven en albergues, asentamientos o campamentos urbanos superpoblados o densamente poblados. El espacio, el jabón y el agua, las medidas prescritas para protegerse y proteger a otros del virus, no son fácilmente accesibles para muchos de ellos. Esto hace que los refugiados sean extremadamente vulnerables al impacto potencialmente catastrófico del coronavirus en la salud y el bienestar.
Muchos refugiados también viven en países de bajos ingresos que ya están afectados por crisis humanitarias y tienen sistemas de salud débiles. El enfoque de salud pública del ACNUR para la COVID-19 aborda las barreras específicas que enfrentan los refugiados durante la pandemia.
El enfoque de salud pública del ACNUR para la pandemia de COVID-19 tiene como objetivo garantizar que los refugiados tengan acceso a servicios de salud que salvan vidas, incluidos diagnósticos tempranos y medicamentos y equipos médicos esenciales para el manejo de casos, y promueve medidas de prevención esenciales, como el lavado de manos con jabón y la higiene respiratoria, para permitir a los refugiados protegerse mejor.
Trabajando con los gobiernos de acogida
ACNUR está abogando y apoyando a los gobiernos para la inclusión de los refugiados en los planes nacionales de preparación y respuesta para la COVID-19. De acuerdo con el Plan Estratégico de Preparación y Respuesta del Nuevo Coronavirus de 2019, ACNUR aboga por la inclusión de los refugiados en las estimaciones y la planificación de la capacidad del personal, los servicios, los medicamentos, el equipo de protección personal y otros suministros médicos necesarios para la preparación y durante un nuevo brote de coronavirus.
Distribución de medicamentos y suministros esenciales
ACNUR está distribuyendo equipos de protección personal (EPP) para el personal de salud (máscaras quirúrgicas, máscaras N95, gafas, batas, guantes), desinfectantes, suministros para el manejo de desechos médicos, suministros de laboratorio, medicamentos y equipos médicos para el manejo de casos.
Aumento del acceso al agua, saneamiento e higiene (WASH)
Para fomentar el entorno más seguro posible para los refugiados, ACNUR está aumentando el número de estaciones de lavado de manos en alojamientos colectivos, centros de recepción y tránsito y otros puntos de reunión, y ha mejorado la capacidad de gestión de residuos médicos en los centros de salud. ACNUR también está construyendo o renovando instalaciones de aislamiento y cuarentena, incluso mediante el uso de unidades de vivienda para refugiados, carpas reutilizadas, carpas de hospitales y estructuras semipermanentes.
Fortalecimiento de la capacidad del personal de salud
En estos tiempos sin precedentes, ACNUR está capacitando y apoyando a los trabajadores de salud en los establecimientos de salud, así como a los trabajadores de salud de la comunidad, en la preparación y respuesta novedosas para el coronavirus. Los trabajadores de la salud en los sitios de refugiados están siendo equipados con conocimientos y herramientas para la vigilancia de la COVID-19, manejo de casos, localización de contactos y prevención y control de infecciones. Los trabajadores de salud comunitarios en los campamentos están aprendiendo los mensajes clave de coronavirus sobre cómo se propaga el virus, cómo las personas pueden protegerse y cómo identificar los síntomas. Los trabajadores de salud comunitarios luego comparten los mensajes con los refugiados, según corresponda, incluso a través de la interacción cara a cara, los mensajes de WhatsApp o las redes sociales.
Brindar apoyo en salud mental y psicosocial
ACNUR está ayudando a los refugiados a hacer frente a los estresores psicológicos causados por la pandemia, relacionados con la cuarentena y la posible pérdida de medios de vida. Los psicólogos y los voluntarios psicosociales de la comunidad están brindando a los refugiados apoyo de salud mental, incluida la teleterapia.
Comunicarse con las comunidades
El diálogo bidireccional es el núcleo del enfoque COVID-19 del ACNUR cuando se comunica con las comunidades de refugiados. ACNUR ha compartido con las comunidades de refugiados mensajes cultural y lingüísticamente apropiados sobre el lavado de manos y el distanciamiento físico, el autoaislamiento y dónde acceder a los servicios de atención médica. Los refugiados pueden acceder a la información y hacer preguntas a través de líneas directas, trabajadores comunitarios y plataformas web.
Mantener una continuidad mínima de servicios
Para reducir o evitar enfermedades, lesiones y muertes no relacionadas con la pandemia, ACNUR ha difundido orientación a las operaciones y socios que promueven la continuidad de los servicios esenciales de salud y nutrición. ACNUR puso especial énfasis en el acceso continuo a servicios de salud primaria, inmunización, salud sexual y reproductiva, VIH, tuberculosis, salud mental y desnutrición aguda y servicios de alimentación para lactantes y niños pequeños.
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