ACNUR alerta sobre el creciente número de muertes de personas refugiadas y migrantes en el Mediterráneo central
El siguiente contenido corresponde a las declaraciones formuladas hoy por un portavoz de ACNUR en una rueda de prensa en el Palacio de las Naciones, en Ginebra.
“Me comunico desde el puerto de Trapani, en Sicilia. En este mismo momento, 450 personas (entre ellas, alrededor de 180 menores) están desembarcando después de haber sido rescatadas en una embarcación de la ONG Sea Watch.
Desde las primeras horas del sábado primero de mayo, cerca de 1.500 personas han desembarcado en Italia después de haber sido rescatadas en el mediterráneo central por la Guardia Costera italiana, la policía aduanal u ONG internacionales. Muchas de estas personas partieron de Libia en embarcaciones endebles, no aptas para navegar, e hicieron múltiples llamados de auxilio.
ACNUR ha estado presente en los desembarcos. Hemos notado que hay un gran número de menores; en muchos casos, sin compañía. La mayor parte de las llegadas proviene de Malí, el Sahel/África occidental, Eritrea y el norte de África. Los motivos detrás de estos movimientos son complejos. Muchas personas están huyendo de la guerra y de los conflictos, como en el Sahel, donde la muerte y el desplazamiento forzado derivan de ataques constantes e indiscriminados. Otras personas huyen de persecuciones y del hecho de haber sido víctimas de trata y vendidas como si fueran mercancía.
Sin embargo, los movimientos hacia Europa apenas representan la “punta del iceberg”. La mayoría permanece cerca de su lugar de origen, de tal suerte que hay 5,4 millones de personas refugiadas y desplazadas internas en los países en el Sahel. De acuerdo con las estadísticas mundiales de ACNUR, 80% de las personas que abandonan su lugar de origen permanecen en la misma región.
Si bien el total de llegadas a Europa ha disminuido desde 2015, son más de 10.400 personas las que arribaron a Italia con los desembarcos. Esto se traduce en un aumento de más de 170 por ciento en comparación con el mismo periodo en 2020. Aunado a lo anterior, ACNUR expresa profunda consternación por la cifra de muertes: en lo que va de 2021, se sabe que al menos 500 personas perdieron la vida mientras trataban de cruzar el Mediterráneo central. En contraste, en el mismo periodo en 2020, la cifra fue de 150 personas, lo cual se traduce en un incremento del 200%. De nueva cuenta, la trágica pérdida de vidas resalta la necesidad de reestablecer un sistema de búsqueda y rescate coordinado por los Estados en el Mediterráneo central.
ACNUR aplaude que Italia haya mantenido sus puertos abiertos durante la pandemia. De cualquier manera, se necesita con urgencia la solidaridad de otros estados miembro de la Unión Europea, puesto que la situación en Libia se sigue deteriorando y, por tanto, su población continuará recurriendo a medidas drásticas para encontrar protección. ACNUR está colaborando con el Gobierno de Italia y con sus socios en los puntos de desembarco para apoyar en la identificación de vulnerabilidades entre las personas que acaban de arribar y para brindar apoyo en el sistema de solicitantes de asilo. Esta cuestión es central y prioritaria, dado que muchas de las personas que tratan de llegar a Europa han tenido que enfrentar abusos y violencia en su trayecto. En los testimonios que recopilamos en días pasados (incluidos los testimonios de menores) se hace mención de encarcelamiento y acciones brutales que no muestran ningún respeto por la vida humana; además, quienes lograron sobrevivir tienen problemas de salud mental a causa del trauma que vivieron.
Conforme estas personas reciben protección en Italia, exhortamos a la comunidad internacional a involucrarse en los esfuerzos por fortalecer la protección de las personas que se embarcan en esta ruta; además, instamos a que la comunidad internacional ofrezca alternativas seguras para evitar vías peligrosas y drásticas. Deben ampliarse las vías legales, como los corredores humanitarios, las evacuaciones, el reasentamiento y la reunificación familiar. Asimismo, es necesario encontrar soluciones que garanticen la dignidad y el ejercicio de los derechos humanos de quienes no requieren protección internacional”.
Para obtener más información con respecto a este tema, favor de contactar a:
- En Trapani, Italia, Carlotta Sami, [email protected], +39 335 679 4746