"Nadie se quiere morir": personas refugiadas y solicitantes de asilo en México reciben la vacuna contra la COVID-19
La vacunación se realizó en estrecha coordinación con los diferentes equipos de ACNUR en el país.
PALENQUE, Chiapas – Octavio tiene 60 años. Es hondureño reconocido como refugiado en México luego de huir por la violencia y persecución generada por la delincuencia y grupos criminales en su país. Él necesitaba escapar de esas amenazas, pero lo que no pudo evadir fue la pandemia que está latente en todo el mundo.
“Nadie se quiere morir. Llegué a México. Aguanté dos días caminando y cuando llegué a Pakal-Na, en Palenque, encontré a unos muchachos que me preguntaron de dónde venía. Me ofrecieron quedarme con ellos, en un cuarto de su casa, porque veían que venía cansado y me platicaron para tramitar los papeles para solicitar asilo y quedarme en México. Entonces fui a COMAR y empecé a hacer los trámites. Afortunadamente ya soy refugiado reconocido en México y estoy tranquilo aquí”, explica Octavio.
En marzo pasado, cuando la Secretaría de Salud de Chiapas inició en Palenque la campaña de vacunación contra la COVID-19 para personas mayores de 60 años, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, se comunicó con las personas solicitantes de asilo y refugiadas de ese grupo de edad para saber si estaban dispuestas a vacunarse.
Octavio fue uno de los primeros refugiados de esa edad en vacunarse, justo a la par de los mexicanos de 60 años y más, el primer grupo de edad que tuvo acceso a la vacuna en México, una vez que el personal de salud de primera línea fue vacunado. Las personas refugiadas y solicitantes de asilo fueron incluidas en el plan de vacunación de las autoridades sanitarias federales y estatales siguiendo los lineamientos desarrollados por el Gobierno de México, garantizando el acceso a todas las personas.
Palenque fue el primer municipio mexicano en llegar en marzo a la población refugiada y solicitantes de asilo para aplicarles la primera vacuna. Desde entonces otros municipios como Oluta, Acayucan, Coatzacoalcos, Puebla, Monterrey, Querétaro y Guanajuato, entre otros, siguieron estos pasos según sus etapas de vacunación.
La vacunación se realizó en estrecha coordinación con los diferentes equipos de ACNUR en el país.
“La vacunación es como se aplica a todo el resto de las personas. Primero tienen que pasar por una valoración, tienen que pasar por su consentimiento informado, posteriormente pasan al triage en el cual hay una valoración médica para ver si son o no candidatos a la vacuna por aquello que pudieran tener alguna enfermedad descontrolada y si así fuera, entonces son reprogramados y posteriormente se les aplica la vacuna”, explicó María Elsa López Gonzalez, directora del Distrito Sanitario VI – Palenque de la Secretaría de Salud de Chiapas.
“Nosotros los atendemos y si cumplen con la edad que en esta etapa de vacunación es para las personas mayores de 60 años, por supuesto que son candidatos a la vacuna”, agregó.
El representante en México de la Organización Panamericana de la Salud, oficina regional de Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), Cristian Morales, recordó que la pandemia ha cobrado muchas vidas, ha desbordado los sistemas de salud y ha sacudido gravemente las economías de todo el mundo, por lo que su control eficaz y eficiente requiere la adopción sostenida de medidas de salud pública y el acceso a vacunas asequibles, seguras, eficaces y de calidad garantizada para todas las personas, sin distinción de credo, origen étnico, lugar de origen, condición de ciudadanía, género, orientación sexual o poder adquisitivo.
“El acceso universal a la vacunación no sólo responde a un mandato ético, sino también a un principio de eficiencia sanitaria. La pandemia de COVID-19 es un problema que afecta a todo el planeta y requiere la adopción de una perspectiva y de un enfoque a escala mundial en lo que respecta al desarrollo, la producción y la asignación de vacunas. El compromiso con la equidad con respecto a todos los países y para todas las poblaciones necesitadas, sigue siendo la base de un marco de asignación justa a nivel mundial”, dijo.
Morales expuso que la única forma de acabar con la pandemia es lograr que todas las personas que por su edad o condición de salud deban recibir vacunas, pruebas y tratamientos para el coronavirus, en cualquier lugar del mundo, puedan obtenerlos.
Con la gestión coordinada entre el ACNUR y el Distrito Sanitario de Palenque para determinar fecha y lugar de vacunación, Octavio llegó al Centro de Vacunología de Palenque el 14 de marzo para ser inmunizado.
“Me hicieron una entrevista para saber si padecía de alguna enfermedad. Si uno padece de algo, no le ponen la vacuna. Yo no padecía de nada y le dije que me sentía bien y que no había problema. Entonces me dijeron que estaba electo para la vacuna, rápido me pasaron con otros muchachos donde estaban vacunando. Me pidieron mis papeles y me preguntaron de donde era. Les dije que era de Honduras. Me pidieron mis documentos de COMAR y me vacunaron”, relató.
Octavio agradece la atención recibida y el buen trato de parte de las autoridades sanitarias. Cabe mencionar que la aplicación de la vacuna contra COVID-19 en México es gratuita.
“Tenía miedo de ponerme la vacuna, pero la verdad, a pesar de todo lo que dice la gente, pensé que si la andan poniendo es porque estas vacunas están bien examinadas, revisadas y hechas por expertos. En mi país no me la hubiera puesto, pero gracias a Dios no tengo ningún problema por la vacuna”, concluyó.