Emergencia en Siria

Desde 2011, millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares en Siria para buscar protección dentro de su propio país, o bien, en el Líbano, Turquía, Jordania y otros lugares. Por el devastador impacto de la pandemia y debido al aumento de la pobreza, las personas sirias que se han visto obligadas a desplazarse viven en un estado de emergencia permanente.

En colaboración con sus socios, organizaciones de ayuda y los países de acogida, ACNUR coordina la asistencia en la región y brinda ayuda vital.

 

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13,4 millones

de personas necesitadas en Siria


6,7 millones

de personas desplazadas internas


6,6 millones

de refugiados sirios en el mundo, de los cuales 5,5 millones en los paises vecinos de Siria


Más estadísticas (en inglés)

Actualizado a 15 de marzo de 2021

Millones de personas sirias han cruzado fronteras en medio de una de las crisis de refugiados más grandes que el mundo ha visto en décadas.

Turquía ha dado acogida al mayor número de personas sirias refugiadas que ya figuran en los registros (más de 3,6 millones al día de hoy).

La gran mayoría de personas sirias refugiadas vive en zonas urbanas en países vecinos, pero solo una de cada veinte se aloja en un campamento de refugiados

En los países vecinos, la vida es una lucha diaria para más de un millón de personas sirias refugiadas, cuyos recursos financieros son nulos o muy pocos.

Muchas de estas personas perdieron su empleo desde el inicio de la pandemia de COVID-19. En Líbano, nueve de cada diez personas sirias refugiadas viven en pobreza extrema. No hay campamentos formales de refugiados y, en consecuencia, las personas de origen sirio que ya fueron registradas se encuentran desperdigadas en sitios, zonas y comunidades rurales y urbanas, donde suelen vivir hacinadas con otras familias refugiadas en pequeños alojamientos que apenas cuentan con lo mínimo indispensable.

“Nos dieron galletas, queso, dátiles, carne seca. Todo muy bien... También nos dieron colchonetas, mantas y utensilios de cocina”.

Fayzeh, madre de tres, en el campamento de Za’atari en Jordania

En Jordania, más de 660.000 personas (mujeres, niñas, niños y hombres) se encuentran en la cárcel del exilio. Aproximadamente el 80 por ciento de esta población refugiada vive fuera de los campamentos, mientras que 128.000 han encontrado albergue en los campamentos de Za'atari y Azraq.

Muchas de estas personas llegaron con recursos tan limitados que apenas pueden cubrir necesidades básicas; por otra parte, quienes en un principio se apoyaron de sus ahorros o de las familias de acogida necesitan cada vez más ayuda. En Jordania, aproximadamente cuatro de cada cinco personas sirias refugiadas (es decir, cerca del 80%) vivían por debajo de los índices de pobreza antes de la pandemia (sobrevivían con alrededor de 3 USD al día).

Irak es otro de los principales países de acogida de personas provenientes de Siria (alrededor de 244.000 personas registradas); de igual manera, ACNUR brinda protección y asistencia a más de 130.000 personas en Egipto.

Sin embargo, aunque la vida en el exilio puede ser difícil, la vida en Siria es también compleja para las personas que permanecieron en el país.

“Sentimos que quizás había llegado nuestra hora de morir, pero no queríamos hacerlo, así que decidimos irnos”.

Sahar, de 25 años, refugiada siria en el Líbano

¿Qué está haciendo ACNUR para brindar asistencia?

Brindamos asistencia humanitaria vital a las personas sirias refugiadas; de manera específica, apoyamos a las poblaciones en mayor situación de vulnerabilidad con ayuda en efectivo para que puedan adquirir medicamentos, así como cubrir otras necesidades básicas. Además, se les proporcionan estufas y combustible para generar calor, aislamiento término para las casas de campaña, cobijas térmicas y ropa de inverno. Aunado a lo anterior, apoyamos a las personas refugiadas para que puedan tener acceso a saneamiento y agua limpia. En lo que respecta a las personas desplazadas que permanecieron en territorio sirio, se les proporcionan herramientas y artículos para la construcción de albergues, así como artículos de auyda no alimentario; además, se les prestan servicios de protección y apoyo psicosocial.

Durante la pandemia de COVID-19, ACNUR ha brindado apoyo a hospitales y otras entidades para el cuidado de la salud en las zonas donde viven las personas refugiadas. De igual forma, ACNUR ha proporcionado ayuda en efectivo a las personas que se han visto más afectadas por los crecientes índices de pobreza durante la pandemia y que, con frecuencia, no estaban en posibilidades de pagar el alquiler ni de adquirir ropa ni de poner alimentos sobre la mesa.

Para garantizar una respuesta coordinada en los principales países de acogida, ACNUR codirige el Plan Regional para los Refugiados y la Resiliencia (3RP) para el año 2021.

En 2021, los 270 socios que integran el plan pretenden apoyar a más de 10 millones de personas (con inclusión de 5,5 millones de personas sirias refugiadas y 4,8 millones de personas integrantes de las comunidades de acogida); es decir, la cifra más alta desde que inició la crisis en el país.

Los fondos que se necesitan para el año 2021 se utilizarán para cubrir las necesidades que requieren atención urgente (entre ellas, el pago de la colegiatura de niñas, niños y adolescentes; compra de alimentos; apoyo en efectivo; acceso a servicios de atención primaria de salud; tratamiento en hospitales para cientos de miles de personas; y medios de vida). Además, estos fondos permitirán que se atiendan los riesgos de protección más comunes, como la violencia de género. Gran parte de los fondos se utilizará en el fortalecimiento de los sistemas locales y nacionales, así como en la capacidad que esos sistemas tienen para la prestación de servicios tanto a las personas refugiadas como a las comunidades de acogida.

El 3RP complementa el Plan de Respuesta Humanitaria, que abarca acciones humanitarias al interior de Siria.

Tú puedes marcar la diferencia.

“Diez años después, la mitad de la población siria se ha visto obligada a abandonar su hogar. [...] La gravedad de esta crisis no debe menguar nuestra solidaridad hacia el pueblo sirio. De hecho, debemos redoblar los esfuerzos colectivos para brindar apoyo tanto a las personas refugiadas como a las comunidades de acogida.

Filippo Grandi, Alto Comisionado para los Refugiados

Para obtener más información sobre nuestro trabajo en Siria, visita el sitio de ACNUR en Siria.