ACNUR y unas 100 ONG instan al mundo a no dejar atrás a los refugiados en las respuestas a la COVID-19

Una madre refugiada de la República Democrática del Congo (RDC) sentada fuera de un albergue con su bebé en Toko Kota en la República Centroafricana (RCA). ACNUR / Stella Fatime  © 

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados y cientos de organizaciones no gubernamentales (ONG), pidieron hoy a los líderes mundiales que garanticen que los refugiados estén incluidos en las redes de seguridad social y los servicios de apoyo para la COVID-19 y destacaron la necesidad de una integración más sólida de los refugiados y las organizaciones lideradas por refugiados, así como de sus habilidades y conocimientos, en las respuestas humanitarias.

La convocatoria se produjo como parte de las consultas anuales entre el ACNUR y las ONG, copatrocinadas por el ACNUR y el Consejo Internacional de Agencias Voluntarias (ICVA), que se llevaron a cabo del 28 al 30 de septiembre. El tema de este año, Respondiendo a las Pandemias, se centró en cómo el ACNUR y sus socios responden y pueden fortalecer las alianzas en las respuestas a la COVID-19 y otras pandemias. Al evento asistieron participantes que representaban a unas 100 ONG, así como a los propios refugiados, el mundo académico, las organizaciones religiosas y los organismos internacionales. Por primera vez, estas consultas de ONG se llevaron a cabo en línea en cuatro idiomas diferentes y en siete zonas horarias.

“Gracias también a las medidas de preparación, todavía no hemos visto ningún brote importante entre los refugiados”, dijo Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados. “El mayor desafío ahora será proteger a los refugiados de los impactos económicos de la pandemia, que ha golpeado más a los más marginados, incluyendo a los refugiados. Necesitamos centrarnos en los medios de vida y el acceso al trabajo para los refugiados para evitar que se vean empujados aún más hacia la pobreza. Solo esto permitirá que las familias de refugiados sobrevivan".

El evento comenzó con un panel de discusión con Grandi, el director ejecutivo de ICVA Ignacio Packer y Najeeba Wazefadost, una refugiada afgana en Australia, cofundadora de Global Independent Refugee Women Leaders y directora ejecutiva de la Red de Refugiados de Asia Pacífico.

Las sesiones posteriores se centraron en tres subtemas clave en torno a los desafíos de protección, la resiliencia y la inclusión de los refugiados y la acción climática, en particular cómo identificar los puntos de entrada para la asociación y el compromiso comunitario.

“La pandemia ha puesto de relieve la necesidad de trabajar en estrecha colaboración para poder permanecer y cumplir”, dijo Packer. “Para las ONG, la capacidad de permanecer y cumplir se basa en cuatro habilitadores clave: la presencia sobre el terreno y la huella operativa, la adaptación, el acceso a financiamiento flexible, predecible y oportuno, así como la capacidad de adquirir y entregar los artículos más necesarios”.

Wazefadost advirtió que las mujeres y niñas refugiadas son particularmente vulnerables al abuso y la explotación, incluida la servidumbre por deudas, la esclavitud moderna y la trata de personas, ya que a menudo están excluidas de las redes de seguridad social.

“Lo que hemos aprendido durante esta pandemia es la importancia de priorizar las necesidades de las mujeres y las niñas, tenemos que buscar aliados”, dijo Wazefadost. "Al responder a la COVID19, necesitamos crear un cortafuegos entre las políticas de inmigración y las medidas de salud para que todos puedan acceder a la atención médica sin temor a ser detenidos, deportados o estigmatizados".

Los participantes también reconocieron la necesidad de desarrollar nuevas formas de trabajo innovadoras que aprovechen mejor las capacidades de las organizaciones dirigidas por refugiados y las integren más profundamente con la respuesta a los refugiados.

Las consultas también incluyeron eventos culturales, como la primera exposición digital de arte en 3D para refugiados del ACNUR, "Un mundo donde la bondad derrota a la Covid-19", que contó con 35 dibujos ganadores creados por artistas jóvenes de entre 12 y 25 años que participaron en el Concurso de Arte Juventud con los Refugiados del ACNUR.

La refugiada sudanesa y Embajadora de Buena Voluntad del ACNUR, Emi Mahmoud, leyó su poema titulado Las Siete Etapas del Duelo Durante el Coronavirus. Con palabras poderosas, Emi describió cómo se sintieron y lucharon los refugiados durante la pandemia: "Algunas cosas que no han sido detenidas por la COVID-19: guerras, violencia doméstica, hambruna, pestilencia, desplazamiento: nuestra voluntad de vivir".

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