Se agrava la crisis humanitaria debido a los continuos enfrentamientos en la región de Tigray en Etiopía
El siguiente contenido corresponde a las declaraciones formuladas hoy por un portavoz de ACNUR en una rueda de prensa en el Palacio de las Naciones, en Ginebra.
ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, expresa su profunda preocupación por el empeoramiento de la crisis en el norte de Etiopía, donde los continuos enfrentamientos entre el Gobierno federal etíope y las fuerzas de Tigray están llevando a miles de personas a huir, más de la mitad de ellas niñas y niños.
Desde que comenzó la violencia a principios de noviembre, más de 14.500 niñas, niños, mujeres y hombres han huido a Sudán en busca de seguridad, desbordando la capacidad actual de prestar ayuda. Mientras tanto, los servicios para 96.000 refugiados eritreos en Tigray se han visto gravemente afectados, y se ha informado de que un número cada vez mayor de etíopes se ha visto obligado a desplazarse dentro del país.
ACNUR pide a todas las partes que respeten la integridad y la seguridad de todos los civiles en Tigray.
En Etiopía, los combates en Tigray se acercaron ayer al campamento de refugiados de Shimelba – que alberga a 6.500 refugiados eritreos – lo que hace temer que se produzcan desplazamientos masivos desde el campamento. ACNUR se está preparando para recibir a los refugiados, que ya han empezado a llegar al campamento de Hitsats, a 50 kilómetros de distancia, y está considerando otras opciones de reubicación en la región.
Las condiciones generales de vida y operacionales en Tigray se están haciendo cada vez más difíciles debido a cortes de electricidad y la escasez de comida y combustible. Las comunicaciones han sido cortadas, creando un apagón informativo.
El número de refugiados que buscan seguridad en el vecino Sudán está aumentando rápidamente, con más de 4.000 personas cruzando la frontera en un solo día. La mayoría han cruzado en el puesto fronterizo de Hamdayet, en el estado de Kassala, y otros en Lugdi en el estado de Gedaref.
Las personas están llegando con muy pocas pertenencias, lo que indica que huyeron a toda prisa. Los niños y niñas que llegan están exhaustos y asustados. La mayoría son originarios de la zona de Humera, en Tigray, mientras que otros vienen de las vecinas ciudades de Rawyan y Dima.
ACNUR y sus socios están aumentando la asistencia, pero el número de los recién llegados supera la capacidad de respuesta en el terreno.
El centro de tránsito del paso fronterizo de Hamdayet tiene capacidad para alojar a 300 refugiados, pero ya está saturado con 6.000 personas. Las instalaciones sanitarias son insuficientes, lo que afecta la higiene.
Los que cruzan por Lugdi se alojan temporalmente en un centro de tránsito en un sitio llamado Village 8, situado a 35 kilómetros de la frontera. Se proporcionan comidas calientes con el apoyo del Programa Mundial de Alimentos y de Muslim Aid. Las comunidades locales también están apoyando generosamente a los refugiados recién llegados con alimentos.
La Sociedad de la Media Luna Roja de Sudán ha enviado personal médico y medicamentos en Hamdayet para realizar tamizaje sanitario, incluso para la COVID-19, y tiene previsto reforzar el apoyo médico en los próximos días.
A medida que aumenta el número de refugiados, el Gobierno ha aprobado el establecimiento de un campamento en Um Rakuba, a 80 kilómetros de la frontera, con capacidad para acoger hasta 20.000 personas. Actualmente se están identificando otros sitios.
Para más información, por favor contactar:
- En el Reino Unido, Juliette Stevenson, [email protected], +447958958492
- En Ginebra, Babar Baloch, [email protected], +41 79 513 9549
- En Nueva York, Kathryn Mahoney, [email protected], +1 347 443 7646