Alto Comisionado promueve un regreso a la autosuficiencia en Chad
Durante una visita al Lago Chad, Filippo Grandi destacó los programas de medios de vida para ayudar a los refugiados u otras personas desplazadas por la insurgencia, para que puedan mantenerse solos.
BAGA SOLA, Chad, 14 de diciembre de 2016 (ACNUR) – A pesar de la mejoria en la seguridad en la región del Lago Chad en los últimos dos años y el lanzamiento de programas de autosuficiencia para los desplazados, decenas de miles de personas siguen dependiendo de la ayuda, en lo que en algún momento fue una zona próspera.
Estos incluyen a refugiados, miembros de las comunidades locales y antiguos nómadas que solían vagar a través de lo que fue una tierra pacífica. Organizaciones como el ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, están tomando pequeños pasos para ayudar a las personas a salir adelante y estimular una actividad económica renovada. Pero aún falta mucho por hacer en un área donde el comercio quedó devastado y grades áreas continúan fuera del alcance de los locales, así como de los desplazado, debido a las operaciones militares continuas.
"Las personas de esta región han sufrido lo suficiente, necesitan más atención de todos nosotros", recalcó el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi.
"Las personas de esta región han sufrido lo suficiente, necesitan más atención de todos nosotros"
Grandi está de visita en los países de la Cuenca del Lago Chad, en un viaje que tenía por objetivo enfocar su atención en la crisis de desplazamiento de Nigeria, una de las situaciones más graves de África, la cual ha desarraigado a más de 2,4 millones de personas de sus hogares en Nigeria, Camerún, Níger y Chad, desde 2014.
En Chad, hay 8.598 refugiados nigerianos, incluyendo 5.882 en el campamento Dar es Salam, cerca de la ciudad de Baga Sola. Grandi viajó en helicóptero para escuchar sus desafíos, necesidades y esperanzas. Las comunidades locales y los campamentos para los desplazados internos chadianos, muchos de los cuales fueron evacuados de islas en el Lago Chad, brindan albergue a otras 95.000 personas.
La estrategia militar de 2015 para cortar los insurgentes de Boko Haram en las islas después de trasladar a las personas a las áreas interiores ha mejorado la seguridad, pero los ataques todavía tienen lugar y los desplazados no podrán volver a casa en el corto plazo. En respuesta, organizaciones como el ACNUR se han centrado en los programas de medios de vida para las personas que dependían de la pesca, la agricultura, la ganadería o el comercio.
El Alto Comisionado destacó un programa de pesca del ACNUR. "Este es un proyecto pequeño pero que eleva la moral, y trae consigo mucha esperanza y orgullo, así como alimento para la familia y el pescado puede venderse a otras personas. Puede servir de modelo para los donantes que buscan cómo ayudar", dijo Grandi, quien conoció a algunas de las 150 familias que recibieron canoas, anzuelos y redes para pescar en el lago Chad. Él también realizó un viaje breve en el Lago en una canoa.
La gran mayoría de la población, los desplazados internos y los empobrecidos locales, siguen dependiendo de la ayuda, y se necesitan más proyectos de medios como el emprendimiento pesquero visitado por Grandi en Tagal. "Si tuviéramos más personas en este programa, redes más grandes y mejores equipos, rápidamente podríamos dejar de depender de la ayuda y levantaríamos a la ciudad entera, tanto refugiados como lugareños, de la depresión económica", dijo el refugiado nigeriano Hawali Oumar.
Pero partes del contraído lago permanecen fuera de los límites por razones de seguridad y el daño ambiental está agravando los problemas allí. Lo mismo ocurre con los programas destinados a ayudar a los agricultores, pastores y comerciantes a reanudar sus actividades y a contribuir con el resurgimiento económico. Los campos se encuentran desatendidos en zonas inseguras, el ganado es vulnerable al robo por parte de Boko Haram y no puede vagar libremente, las rutas comerciales tradicionales están interrumpidas y las fronteras siguen cerradas.
"Si tuviéramos más personas en este programa, redes más grandes y mejores equipos, rápidamente nos volveríamos independientes de la ayuda"
Los problemas de la región han obligado a un grupo de pastores árabes chadianos a cambiar completamente su modo de vida nómada, a trasladarse a un campamento para desplazados internos en las afueras de Baga Sola y a aceptar la caridad de extraños. Con el tradicional movimiento estacional del ganado, conocido como transhumancia, perturbado, los precios del ganado en una décima parte de su valor de hace dos años, y mucho de su ganado robado por Boko Haram, se han visto obligados a adoptar un estilo de vida sedentario y ahora, efectivamente son desplazados.
Debido a que sus formas de vida tradicionales han sido interrumpidas, los jóvenes no están aprendiendo las habilidades de los pastores y los pastores tienen dificultades para adaptarse a la agricultura con los desafíos de la disponibilidad de agua, ausencia de pozos, lluvias irregulares, desertificación del lago y la salinidad del suelo. Temen por su futuro y por su pueblo.
Sus mayores necesidades son la atención médica y la educación, pero esto es una carga adicional para las autoridades locales en Baga Sola en medio de una crisis económica. Con un mayor apoyo internacional, más personas, tanto refugiadas como desplazadas internas, podrán comenzar a reconstruir sus vidas mientras esperan que regrese una paz duradera.
El viernes en Camerún, Grandi lanzará un llamamiento interagencial para el 2017 para obtener fondos para ayudar a casi medio millón de personas afectadas por la insurgencia Boko Haram en la cuenca del lago Chad. Él expresó su esperanza de que los donantes respondan generosamente.
"El hecho de que se hayan logrado progresos en la lucha contra Boko Haram y el restablecimiento de la seguridad no debería hacernos sentir que la asistencia humanitaria no es necesaria. Todavía es muy urgente", dijo.