OIM y ACNUR piden una acción urgente después de que 45 personas murieran en el mayor naufragio registrado frente a la costa de Libia en 2020
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, están profundamente entristecidos por la trágica muerte de al menos 45 migrantes y refugiados el 17 de agosto, en el mayor naufragio registrado en la costa libia este año.
Unos 37 supervivientes, principalmente de Senegal, Malí, Chad y Ghana, fueron rescatados por pescadores locales y luego detenidos al desembarcar. Informaron al personal de la OIM que otras 45 personas, incluidos cinco niños, perdieron la vida cuando el motor del barco explotó frente a la costa de Zwara.
Las dos organizaciones piden una revisión del enfoque de los Estados sobre la situación después de este trágico incidente en el Mediterráneo. Existe una necesidad urgente de fortalecer la capacidad actual de búsqueda y rescate para responder a las llamadas de socorro.
Sigue habiendo una ausencia constante de un programa específico de búsqueda y salvamento dirigido por la UE. Tememos que sin un aumento urgente de la capacidad de búsqueda y rescate, existe el riesgo de otro desastre similar a los incidentes que provocaron una gran pérdida de vidas en el Mediterráneo central antes del lanzamiento de Mare Nostrum.
Los barcos de las ONG han desempeñado un papel crucial para salvar vidas en el mar en medio de una fuerte reducción de los esfuerzos estatales europeos. No debe obstaculizarse el imperativo humanitario de salvar vidas y deben levantarse rápidamente las restricciones legales y logísticas a su trabajo.
ACNUR y la OIM están profundamente preocupados por los recientes retrasos en el rescate y el desembarco. Instamos a los Estados a que respondan rápidamente a estos incidentes y proporcionen sistemáticamente un puerto seguro y predecible a las personas rescatadas en el mar. Los retrasos registrados en los últimos meses y la falta de asistencia son inaceptables y ponen vidas en riesgo evitable. Cuando los buques comerciales sean el barco más cercano capaz de realizar un salvamento, se les debería proporcionar rápidamente un puerto seguro para el desembarco de los pasajeros rescatados. No se les debe dar instrucciones para que devuelvan a personas a Libia, donde corren el riesgo de sufrir el conflicto en curso, graves violaciones de derechos humanos y detenciones arbitrarias tras el desembarco.
Los buques estatales libios asumen cada vez más la responsabilidad de llevar a cabo los rescates, lo que ha llevado a que más de 7.000 personas hayan sido devueltas a Libia en lo que va de 2020. La asistencia y las responsabilidades asignadas a las entidades libias de búsqueda y rescate no deben estar condicionadas a nadie por el ser detenidos arbitrariamente, maltratados o sometidos a violaciones de derechos humanos tras el desembarco. Sin tales garantías, se debería reconsiderar el apoyo y redefinir las responsabilidades de búsqueda y salvamento.
Al menos 302 migrantes y refugiados han perecido en esta ruta en lo que va de año. Según el Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM y el ACNUR, es probable que el número estimado actual de muertes sea mucho mayor.
OIM y ACNUR reconocen los continuos desafíos que presentan las llegadas por mar y acogen con satisfacción los esfuerzos de los Estados ribereños del Mediterráneo para seguir recibiendo refugiados y migrantes rescatados. En el contexto de la pandemia de COVID-19, dos tercios de los países europeos han encontrado formas de gestionar sus fronteras de forma eficaz al tiempo que permiten el acceso a sus territorios a las personas que buscan asilo. Los exámenes médicos en las fronteras, la certificación sanitaria o la cuarentena temporal a la llegada son algunas de las medidas adoptadas por varios países europeos y otros. La pandemia no debe utilizarse como excusa para negar a las personas el acceso a todas las formas de protección internacional.
Más de 17.000 personas han llegado a Italia y Malta este año en barco desde Libia y Túnez, un aumento de tres veces en comparación con 2019.Sin embargo, el número ha disminuido drásticamente en comparación con años antes de 2019 y es manejable con voluntad política y solidaridad de la UE con los Estados costeros de Europa. Reiteramos la urgente necesidad de ir más allá de los arreglos especiales hacia un mecanismo de desembarco más rápido y predecible.
La inestabilidad y la falta de seguridad en Libia permite a los tratantes, traficantes y delincuentes en general actuar con impunidad mientras se aprovechan de los migrantes y refugiados vulnerables.
ACNUR y la OIM piden a las autoridades libias que tomen medidas firmes contra los tratantes y traficantes. Esto debería incluir la interrupción y el fin de las redes de tráfico dirigidas por grupos delictivos para evitar una mayor explotación y abuso. La comunidad internacional debe apoyar estos esfuerzos y brindar más apoyo a las autoridades en su lucha contra las redes de trata de personas.
Para mayor información sobre el tema, por favor contacte:
ACNUR
- En Túnez: Tarik Argaz [email protected] +216 299 61295
- En Ginebra: Charlie Yaxley [email protected] +41 79 580 8702
- En Bruselas, Maeve Patterson: [email protected], +32 470 99 54 35
- En Roma, Carlotta Sami, [email protected], +39 335 679 47 46
OIM
- En Ginebra, Safa Msehli,+41 79 403 5526, [email protected]
- En Bruselas, Ryan Schroeder, + 32 492 25 02 34, [email protected]
- En Roma, Flavio Di Giacomo,+39.347.089.89.96, [email protected]