Alto Comisionado compromete apoyo a los habitantes de Beirut en su visita a la ciudad
Después de reunirse con familias afectadas por la explosión, Grandi aseguró que ACNUR está trabajando para ayudar a los afectados por la explosión del 4 de agosto, incluyendo tanto a los libaneses como los refugiados.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi (derecha), visita la casa del refugiado sirio Makhoul Al Hamad tras la explosión del puerto de Beirut.
© ACNUR / Sam Tarling
ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, está trabajando para ayudar a los afectados por la explosión que arrasó la capital del Líbano, Beirut, a principios de este mes, incluyendo a libaneses, refugiados y otras víctimas del desastre, dijo el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, durante una visita a la ciudad.
La explosión del 4 de agosto se cobró más de 180 vidas, dejó más de 6.500 heridos y causó daños generalizados a unos 200.000 hogares. La destrucción se sumó a una crisis financiera que ya había paralizado la economía del país y que se ha visto agravada por el brote de COVID-19 en curso.
"Nosotros, como organizaciones humanitarias y toda la comunidad de ayuda, debemos apoyar a la gente de Beirut en su hora de necesidad", dijo Grandi durante su primera misión de campo desde el inicio de la crisis de COVID-19. "He prometido el pleno apoyo del ACNUR a aquellos cuyas vidas se vieron trastornadas por la explosión, ya sean libaneses, refugiados o migrantes".
"Las escenas eran horribles".
Grandi caminó por calles en ruinas cercanas al epicentro de la explosión y vio el terrible daño causado a barrios enteros, antes de reunirse con familias de libaneses y refugiados sirios cuyas vidas se han visto afectadas. En la cifra de muertos hasta el momento se encuentran 14 víctimas refugiadas confirmadas, y aún se desconoce el paradero de otras 61.
Entre los que Grandi conoció estaba Makhoul Al-Hamad, un refugiado de Manbij, en el norte de Siria, cuya hija de seis años, Sama, perdió la vista en su ojo izquierdo por la explosión.
“Esto fue lo más aterrador, verla sangrar por el ojo”, dijo Makhoul. “Las escenas eran horribles. Todos los hospitales resultaron dañados, los médicos que nos ayudaron necesitaban tratamiento ellos mismos”.
Sama llevaba un gran parche blanco sobre su ojo izquierdo y mostraba signos del trauma persistente de ese día, visiblemente saltando ante el sonido repentino de un taladro siendo utilizado por sus vecinos para arreglar una puerta.
"Sama es mi alma, vida, esperanza y futuro", agregó Makhoul. "No podía soportar la idea de perderla".
“Fue impactante ver de primera mano la magnitud de la destrucción, pero es el costo humano de este desastre lo que es realmente desgarrador”, dijo Grandi. “Las familias que conocí hoy han sufrido terribles lesiones físicas y psicológicas, pero a pesar de todo, siguen decididas a reconstruir sus hogares y sus vidas”.
Como parte de su respuesta de emergencia para satisfacer las vastas necesidades de las personas afectadas por la explosión, ACNUR está movilizando 35 millones de dólares para ayudar a los hogares más vulnerables de la capital. Este paquete incluye 32,6 millones de dólares en apoyo a 100.000 personas cuyas viviendas resultaron gravemente dañadas por la explosión, y otros 2,44 millones en servicios de protección como asesoramiento en casos de trauma y asistencia jurídica.
"Beirut y su gente llevarán las cicatrices de esta tragedia en los próximos años", dijo Grandi. “Ahora es el momento de ofrecerles el apoyo que necesitan para intentar sanar. Nuestros equipos están trabajando sobre el terreno, ayudando a los más afectados a reparar sus hogares y recuperarse del trauma".
Puede contribuir a los esfuerzos de ayuda del ACNUR en Beirut aquí