Refugiados sirios ayudan a recaudar fondos para las víctimas de la explosión de Beirut

Los videos realizados por los refugiados en apoyo de la campaña de recaudación de fondos del ACNUR son un gesto de solidaridad.

El refugiado sirio Shadi Shhadeh, que vive en Suiza, ayudó a recaudar fondos para las personas afectadas por la explosión en Beirut.
© ACNUR / Susan Hopper

Cuando Shadi Shhadeh vio videos en su teléfono de una explosión devastadora en Beirut el 4 de agosto, sintió una ola de empatía.


"Me quedé impactado. Es una ciudad que conozco. Caminé por sus calles”, dijo Shadi, quien huyó como refugiado de Siria y vivió en Beirut antes de viajar a Suiza en 2013.

Los refugiados en Beirut, que alberga a 200.000 personas desplazadas por guerras y conflictos, se unieron de inmediato a los residentes locales en el rescate y limpieza de la ciudad que les acogió y les ofreció seguridad. Ahora, los refugiados sirios en la diáspora más amplia también están dando un paso al frente para ayudar.

Shadi actuó rápidamente de acuerdo con sus sentimientos, pidiendo a sus amigos que también son refugiados que hicieran video mensajes en apoyo de la recaudación de fondos del ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, para ayudar a los afectados por la explosión que mató al menos a 180 personas, hirió a más de 6.500 y dañó o destruyó alrededor de 200.000 viviendas.

Al hacerlo, cambió un estereotipo sobre los refugiados. Mucha gente ve a los refugiados como personas que necesitan ayuda. Shadi demuestra que también pueden ser humanitarios cuyo instinto es tender la mano y ayudar a los demás.

"Como refugiados, sabemos lo que es no tener un hogar".

Shadi estaba particularmente preocupado por las personas que se quedaron sin hogar por la explosión.

“Como refugiados, sabemos lo que es no tener un hogar”, dijo.

Firas, un amigo suyo y refugiado sirio que ha vivido en Francia durante los últimos dos años, dijo en su mensaje de video que sentía la "agonía y angustia" por los residentes de Beirut y alentó a otros a donar al ACNUR junto con él.

  • El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, habla con el refugiado sirio Makhoul Al Hamad, de 43 años, y su hija Sana, de 14, tras la explosión de Beirut.
    El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, habla con el refugiado sirio Makhoul Al Hamad, de 43 años, y su hija Sana, de 14, tras la explosión de Beirut.  © ACNUR / Sam Tarling
  • Personal de Intersos descargando artículos de ayuda para hacer reparaciones en las casas que sufrieron daños en el barrio de Achrafieh, en Beirut.
    Personal de Intersos descargando artículos de ayuda para hacer reparaciones en las casas que sufrieron daños en el barrio de Achrafieh, en Beirut. © ACNUR/Haidar Darwish
  • Un hombre lleva a una niña herida a un lugar seguro tras la explosión masiva en el puerto de Beirut, El Líbano.
    Un hombre lleva a una niña herida a un lugar seguro tras la explosión masiva en el puerto de Beirut, El Líbano. © Ritzau Scanpix
  • Los voluntarios retiran los escombros en el distrito de Gemmayze en Beirut, muy afectado.
    Los voluntarios retiran los escombros en el distrito de Gemmayze en Beirut, muy afectado. © ACNUR / Haidar Darwish

ACNUR está ampliando su respuesta a todas las comunidades afectadas por la explosión para brindar ayuda inmediata, alojamiento y apoyo de protección, y la semana pasada el Alto Comisionado, Filippo Grandi, estuvo de visita en la ciudad.

ACNUR y sus socios están proporcionando materiales de alojamiento de emergencia a los más necesitados entre aproximadamente 200.000 hogares y están llevando a cabo primeros auxilios psicológicos y otras medidas urgentes para los afectados.

"Podemos decirles a las personas afectadas que no están solas".

La recaudación de fondos también envía un mensaje de solidaridad.

“Podemos decirles a las personas afectadas que no están solas. Su dolor es nuestro dolor… Nosotros (los refugiados) conocemos estas crisis y hoy estamos con ustedes”, dijo. De una manera típicamente modesta, dijo que sus amigos que habían participado eran los verdaderos héroes del esfuerzo, más que él mismo.

Shadi huyó de Damasco en 2011. Desde entonces ha vivido en Jordania, Egipto y Turquía, así como en Beirut. Recientemente completó una licenciatura en literatura francesa, trabaja con una organización de ayuda médica y, eventualmente, quiere trabajar con refugiados.

“Sí, soy un refugiado. En un momento, necesité apoyo. Hoy puedo apoyar a alguien más”, dijo.