De los 19,9 millones de refugiados bajo nuestro cuidado, 7,4 millones tienen entre 5 y 17 años de edad. Su acceso a la educación es limitado, y 4 millones no pueden asistir a la escuela.

La Declaración de Nueva York sobre Refugiados y Migrantes señala la educación como un elemento crítico de la respuesta internacional a los refugiados. Además, el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 tiene como objetivo ofrecer “educación inclusiva y de calidad para todos y promover el aprendizaje permanente”.

ACNUR trabaja con gobiernos y organizaciones internacionales para garantizar una educación de calidad para los niños y jóvenes refugiados de todo el mundo. Con tu ayuda, ellos podrán aprender a reconstruir sus vidas.

La educación es un derecho humano básico, consagrado en la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989 y la Convención de 1951.

La educación protege a los niños y jóvenes refugiados del reclutamiento forzoso en grupos armados, el trabajo infantil, la explotación sexual y el matrimonio infantil. La educación también fortalece la resiliencia de las comunidades.

La educación empodera brindando a los refugiados el conocimiento y las habilidades para tener vidas productivas, plenas e independientes.

La educación ilumina a los refugiados, permitiéndoles aprender sobre sí mismos y sobre el mundo que los rodea, mientras se esfuerzan por reconstruir sus vidas y comunidades.

Reforzando la educación de los refugiados en crisis

Informe de ACNUR revela que más de la mitad de la niñez refugiada en edad escolar no recibe una educación.

Ahora les toca a ellas

Ha llegado el momento de hacer de la educación de las niñas refugiadas una prioridad.