La repatriación voluntaria puede ser una solución para las personas refugiadas que han tomado la valiente decisión de regresar a sus hogares. Junto con el país de origen y la comunidad internacional, el ACNUR se esfuerza por facilitar su elección a través de visitas de "ir y ver", educación, asistencia legal y reunificación familiar. Nuestros esfuerzos han ayudado a cientos de miles de personas a regresar a sus hogares en países como Angola y Somalia.

Para aquellos que no pueden regresar, ya sea por un conflicto continuo, guerras o persecución, el reasentamiento en otro país es una alternativa. Para ayudar en este proceso, proporcionamos orientación cultural, idioma y formación profesional, así como acceso a la educación y el empleo. Sin embargo, de los 20,4 millones de personas refugiadas de interés del ACNUR en todo el mundo, menos del uno por ciento se presenta para el reasentamiento.

Otra alternativa para aquellas personas que no pueden regresar a casa es la integración dentro de la comunidad de acogida. Este es a menudo un proceso complejo que impone demandas considerables tanto para el individuo como para la comunidad de acogida. Sin embargo, también brinda beneficios, permitiendo a los refugiados contribuir social y económicamente. Durante la última década, 1.1 millones de personas refugiadas en todo el mundo se han convertido en ciudadanos en su país de asilo.