Comentarios de la Alta Comisionada Auxiliar para la Protección de la Agencia de la ONU para los Refugiados, Gillian Triggs, sobre búsqueda y rescate en el Mediterráneo central

Tripulantes de la Estación Marítima de Ayuda a Migrantes del buque de búsqueda y rescate Phoenix realizan un salvamiento en el Mediterráneo en noviembre de 2016.

Tripulantes de la Estación Marítima de Ayuda a Migrantes del buque de búsqueda y rescate Phoenix realizan un salvamiento en el Mediterráneo en noviembre de 2016.  © ACNUR/Giuseppe Carotenuto

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, pide una mayor coordinación, solidaridad y reparto de responsabilidades, en vista del aumento de los movimientos de refugiados y migrantes en el mar Mediterráneo.

A pesar de las circunstancias extremadamente difíciles a las que se enfrentan muchos países en la actualidad debido a la COVID-19, la protección de las vidas y los derechos humanos fundamentales deben seguir ocupando un lugar central en las decisiones que tomamos. El rescate en el mar es un imperativo humanitario y una obligación en virtud del derecho internacional.

Las preocupaciones legítimas de salud pública pueden abordarse mediante la cuarentena, los exámenes médicos y otras medidas. Sin embargo, el retraso en el rescate o el hecho de no permitir el desembarco de embarcaciones en situación de riesgo ponen vidas en peligro. Se deben proporcionar sin demora puertos seguros para el desembarco y alcanzar rápidamente un acuerdo sobre cómo compartir la responsabilidad entre los Estados para acoger a las personas una vez que lleguen a un lugar seguro en tierra firme.

Debido al conflicto en curso en Libia, así como a la práctica habitual de poner en detención a los migrantes y solicitantes de asilo desembarcados, que a menudo se enfrentan a condiciones de hacinamiento e insalubridad, junto a otras situaciones de derechos humanos preocupantes, ACNUR reitera que nadie debe ser devuelto a Libia después de ser rescatado en el mar.

Los Estados de la Unión Europea con salida al mar Mediterráneo sobrellevan las mayores responsabilidades con respecto a las llegadas por mar. Los pocos Estados que permiten regularmente el desembarco deben poder contar con la solidaridad previsible de los demás Estados mediante un mecanismo de reubicación eficaz y expedito, además de apoyo para sus instalaciones de recepción.

La limitada capacidad de recepción es también una de las principales razones por las que se dificulta el desembarco de personas refugiados y migrantes rescatadas en el mar después de angustiosos viajes a través del Mediterráneo.

En este contexto, ACNUR insta a una mayor solidaridad de los Estados de la Unión Europea con los Estados mediterráneos de la UE que reciben a refugiados y migrantes y pide a los otros Estados miembros que demuestren una mayor responsabilidad compartida en forma de apoyo a la reubicación. Los esfuerzos colectivos a ambos lados del Mediterráneo son esenciales para salvar vidas en el mar.

Más allá de la actual crisis por la COVID-19, ACNUR pide que se redoblen los esfuerzos para reducir la pérdida de vidas en el mar, incluyendo el aumento de la capacidad de búsqueda y rescate y un mecanismo de desembarco previsible.

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