Mujeres refugiadas afganas en Delhi se empoderan a través de un servicio de comidas
Four Afghan refugees starting over in New Delhi have founded a successful food venture that offers both a taste of home and of financial independence. [for translation]
NUEVA DELHI, India, 8 de marzo de 2016 (ACNUR) – Una fría tarde de sábado en una feria cultural abarrotada de público en Nueva Delhi, cientos de visitantes revisan los puestos que venden artesanía tradicional, ropa, muebles y comida. Al trasladarse de un puesto a otro, los alcanza un aroma irresistible que viene con la brisa desde un extremo de la feria.
Atraídos por el olor, una fila formada por personas espera su turno en el mostrador detrás del cual cuatro mujeres afganas están ocupadas en hacer lo que mejor hacen – cocinar exquisiteces tradicionales de su tierra natal. Desde el aromático arroz Kabuli Pulao hasta el postre afgano Firni, existe algo para que todos puedan deleitarse.
Su empresa culinaria, comenzada el año pasado por las mujeres – todas refugiadas del desgarrador conflicto de Afganistán – ha ganado popularidad entre los amantes de la buena comida en Nueva Delhi, y les está dando a sus cuatro fundadoras independencia financiera y algo de respeto.
"Es tan gratificante ver las caras de satisfacción de nuestros clientes", dice Zameera*, una de las fundadoras de la empresa llamada ILHAM, una palabra que significa "positivo" en el idioma Dari. "No es solamente hacer negocios, sino también ganar respeto a través de nuestro trabajo", agrega.
Zameera, una viuda que perdió a su marido en el actual conflicto de Afganistán, escapó a India hace tres años con las cicatrices de la guerra aún presentes en su mente. Al formar un equipo con sus compañeras Naadirah, Zeenat y Sania* – quienes comparten una historia similar – las mujeres estaban temerosas de comenzar de nuevo.
Ayudadas por ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, y su socio ACCESS Development Services – una organización que promueve el sustento nacional – las cuatro mujeres inventaron una idea que les daría a ellas y a sus familias un poco de la tan deseada independencia financiera.
"Estaba trabajando como ayuda doméstica y el dinero que ganaba no era suficiente para financiar los gastos de mi hogar, y entonces escuché del programa de sustento ofrecido por ACCESS y me registré", Zameera explica.
El equipo de ACCESS trabajó con las mujeres para identificar sus destrezas y aspiraciones, y descubrió que el cocinar les era natural. Se les organizó un programa de capacitación culinario, donde adquirieron destrezas profesionales y una amplia gama de técnicas de cocina.
La organización también dio un paso más y ayudó a las mujeres a llevar sus productos al mercado. "Deseábamos crear una actividad que generara ingresos para las mujeres refugiadas que reconociera sus habilidades, intereses y capacidades. Cuando se llegó a la idea de comenzar una línea proveedora de servicios de comidas, ellas la aceptaron con entusiasmo", dijo Aditi Sabharwal, director del proyecto en ACCESS. "Nunca nos imaginamos que su comida alcanzaría tal éxito".
Las mujeres primero tuvieron éxito comercial en un puesto de comida instalado en la popular feria de Dastkar en Nueva Delhi el año pasado. Impresionados con su comida, comenzaron a recibir pedidos de las embajadas, y organizaron más puestos de comida en las ferias de Delhi.
"Inicialmente estábamos nerviosas porque ninguna de nosotras tenía experiencia en trabajar en forma comercial a nivel público, pero gradualmente adquirimos una visión comercial que nos permitió usar nuestras habilidades nuevas para establecer un servicio de comidas exitoso", dice Sania quien cree que el cocinar y vender comida afgana la acerca más a su país de origen.
El tema del Día Internacional de la Mujer – que se celebra hoy día – es lograr igualdad de género en todo el mundo – un problema cercano a la vida de estas mujeres. Antes de que fundaran ILHAM, no tenían ningún medio fiable de sustento familiar. Además, la mayoría estaba batallando con problemas físicos y sicológicos, que incluían depresión y estrés.
"Este negocio de comidas ha funcionado excepcionalmente bien para nosotras. No solo nos ayuda a ser financieramente independientes sino también es terapéutico. Especialmente para personas como nosotras que han escapado de la guerra . . . esta empresa también elimina el estrés y desarrolla nuestra autoestima", dice Zeenat, que llegó a India desde Herat – la tercera ciudad más grande de Afganistán – con sus seis hijos en 2000, y ahora se las arregla para pagar arriendo y colegios gracias a este negocio.
Y Saina, quien escapó a India hace cinco años con sus ocho hijos, tiene claro los beneficios que esta empresa le ha traído: "Es mucho mejor que una medicina".
Cinco tentadoras exquisiteces afganas ofrecidas por ILHAM:
Manthu: Tartaleta afgana rellena con carne y cebolla, cocida al vapor y servida con salsa de arvejas y yogurt de ajo.
Kabuli Pulao: Delicioso plato de arroz cocinado con carne, verduras, nueces y sabrosas especias.
Mutton do Piaza: Un plato de medio curry hecho con carne de cordero, con mucha cebolla y especias.
Chabali Kabab: Anticuchos blandos y jugosos, servidos con pan delgado sin levadura de Afganistán.
Firni: Budín de pan preparado con leche, azúcar y especias, que generalmente se sirve frio.
*Los nombres en esta historia han sido cambiados para proteger sus identidades.
Por Shuchita Mehta, con un informe adicional de Ujjwal Kumar, en Nueva Delhi, India.
Gracias a la Voluntaria en Línea María Soledad Conroy por el apoyo ofrecido con la traducción d l inglés de este texto.