El persistente temor de inseguridad mantiene a los sudaneses desplazados lejos de sus hogares
ACNUR hace un llamamiento por un mayor financiamiento y apoyo global para las personas sudanesas desplazadas, las comunidades que les acogen y para quienes desean volver a sus hogares.
Rawda Yusuf, de 42 años, y sus cuatro hijos se encuentran entre 3.819 refugiados sudaneses que han regresado a Darfur, Sudán, desde Chad.
© ACNUR/Modesta Ndubi
Han pasado ya 15 años desde que hombres armados obligaron a la familia de Rawda Yusuf a huir de su aldea en el estado de Darfur, norte de Sudán, y hacia Chad.
Desde entonces, su hogar se mantiene vivo en sus pensamientos, a pesar de que volver no sea sencillo.
Su calvario comenzó una tarde durante la temporada de cosecha en la aldea de Kurgei Oeste.
“Salí para ver qué estaba pasando y vi a los hombres armados”, recuerda la mujer de 42 años. “Había nubes de humo y mucha conmoción”. Ella logró huir del ataque con sus dos hijos.
Más de 600.00 personas refugiadas han huido del conflicto en la región de Darfur, Sudán, que comenzó en 2003. La mitad fueron a Chad, mientras que otros 1,9 millones se encuentran desplazados internamente en Sudán.
“Mi tierra fue ocupada por otras personas”.
Ahora tiene cuatro hijos, y en noviembre, Rawda decidió volver a su hogar.
“Lo vi como un nuevo comienzo para mí y para mis hijos”, dice Rawda, que espera retomar su vida como granjera. Sin embargo, los temores por la inseguridad y la falta de servicios básicos la llevaron a vivir, por ahora, en un campamento para desplazados internos en Sudán.
“Cuando llegamos a Sudán, yo estaba lista para volver a mi hogar, pero me dijeron vecinos que habían vuelto a la aldea, que mi tierra fue ocupada por otras personas”.
Rawda es parte de los casi 4.000 refugiados sudaneses que han retornado de Chad desde 2017. Sin embargo, la falta de servicios básicos como hospitales, agua y escuelas, les ha dificultado reconstruir sus vidas, además de que el temor de más ataques, aún persiste.
Por otro lado, el país alberga a más de 1,1 millones de personas refugiadas, siendo la mayoría de Sudán del Sur. Se requieren más recursos para las personas refugiadas de la República Centroafricana (RCA), Chad, la República Democrática del Congo, Eritrea, Etiopía, Somalia, Sudán del Sur, Siria y Yemen. Igualmente, Sudán continúa recibiendo recién llegados.
La cifra de refugiados de RCA acogidos en partes remotas de los estados sureño y central de Darfur creció de tan solo 5.000 a casi 17.000 en el último trimestre de 2019.
Si bien las personas refugiadas a menudo se benefician de la generosidad de las comunidades locales que les acogen, la situación ha empeorado por la actual crisis económica en Sudán y la consecuente escasez de recursos.
Ver también: ACNUR pide solidaridad internacional con las personas refugiadas y las comunidades de acogida en Sudán
ACNUR presentó un llamamiento por 447 millones de dólares para esta situación de refugiados. ACNUR, en conjunto con más de 30 socios, pide más apoyo internacional para la consolidación de la paz, así como para ayudar a millones de personas desplazadas y a sus generosas comunidades de acogida en todo Sudán.
El año anterior, la operación del ACNUR en Sudán fue de las que menos recursos recibió en todo el mundo, con solamente el 32 por ciento de los 269 millones de dólares requeridos.