A pesar de encontrarse a salvo, los refugiados están en un limbo después de sobrevivir los horrores en Libia
En Agadez, el Alto Comisionado hizo un llamado para que la comunidad internacional apoye a Níger.
Los refugiados que huyeron de la guerra en la región sudanesa de Darfur y fueron maltratados en Libia han encontrado seguridad en un centro de recepción en Agadez, Níger.
© ACNUR / Jehad Nga
AGADEZ, Níger - Sus vidas se han reducido a esperar en el calor. Muchos deben dormir en el suelo. Pero al menos ahora están a salvo.
Son refugiados, solicitantes de asilo y otras personas de interés de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados. Esperan ahora aquí, en Agadez, Níger. La mayoría son sudaneses, y muchos tienen historias terribles que contar.
Para algunos, como Abu Bakr, el viaje comenzó en el extenso campamento de refugiados de Darfur en Sudán. Huyó, en busca de una vida mejor, yendo al norte de Libia. Pero en Libia fue detenido por traficantes que exigían dinero. Él no tenía dinero.
“Me golpearon. Pensé que podrían matarme. Vi cómo mataban a otros hombres”, dijo.
Entonces un libio fue al campamento de los traficantes y pagó su salida. Abu Bakr tuvo que devolverle el dinero trabajando durante medio año en condiciones casi de esclavo en su granja. Escapó y se dirigió hacia el sur, hacia Agadez, hace tres meses.
“Este es un lugar seguro para mí. Pero aún me gustaría trabajar y ayudar a mi madre y a mis hermanos en Darfur”, dijo.
"Todavía me gustaría trabajar y ayudar a mi madre y a mis hermanos en Darfur".
Agadez ha sido durante mucho tiempo una encrucijada en el desierto para personas que se desplazan hacia el norte y hacia el sur. En los últimos años, gran parte del movimiento hacia el norte de Libia ha sido organizado por los traficantes. Fue lucrativo, pero el Gobierno de Níger tomó medidas enérgicas y el flujo y las ganancias, se han reducido.
Ahora el flujo es tanto del norte como del sur, con los sudaneses huyendo de Libia, y varios miles de deportados de Argelia. A fines de mayo llegaron 2.076 personas procedentes de Libia en busca de protección internacional.
La población local, a la que se le prometió una mayor ayuda gubernamental que aún no ha llegado, está intranquila.
El centro de alojamiento está repleto con más de 1.000 hombres, mujeres y niños. Algunos bebés nacieron en Libia, algunos en Agadez. Uno nació hace tan solo dos días. Doce por ciento de los niños no están acompañados.
"La situación es extremadamente compleja", dijo el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi. Estaba visitando Agadez como parte de un viaje a través de Libia, Níger y Malí para conmemorar el Día Mundial del Refugiado.
"Estoy solicitando asistencia para el desarrollo para la comunidad local. El final del tráfico de personas, nos guste o no, ha significado la pérdida de medios de vida para miles de familias. Si la comunidad internacional no apoya a Níger, puede que se vuelvan contra estos extranjeros que están varados aquí".
Si bien los sudaneses son la mayoría entre los recién llegados, hay otras nacionalidades: malienses, chadianos, personas de Camerún y Congo. Muchos huyeron de la violencia y el descontento.
Bella tiene 28 años. Llora y tiembla cuando cuenta la pesadilla del horror que envuelve a su familia en Camerún. Hombres armados irrumpieron en su casa, agarraron a su padre, lo ataron a un árbol y le dispararon. Ella vio como le cortaban el brazo a su hermana.
Ella huyó y, al huir, perdió contacto con su hermano. Una semana después, cuatro hombres la tomaron y la violaron.
"Estoy traumatizada", dijo, con el rostro cubierto de lágrimas.
Ella y los demás en los centros de alojamiento están a salvo, pero en el limbo.
"Necesitamos mejorar el alojamiento, la atención médica y el saneamiento".
El Alto Comisionado, Grandi, dijo que se están realizando esfuerzos para reducir ese limbo.
"Es complejo y requiere un examen cuidadoso, muy probablemente caso por caso, que harán el gobierno en conjunto con ACNUR, a partir del próximo mes", dijo. "Mientras tanto, por razones humanitarias, necesitamos mejorar el alojamiento, la atención médica y el saneamiento. Hay mujeres embarazadas que necesitan atención urgente. También identificamos un sitio donde se pueden mover y podemos proporcionar asistencia de manera organizada, sin crear problemas para la comunidad local".
Cualquiera que sea su futuro, el pasado de Bella sigue siendo una presencia aterradora, particularmente de noche.
"Yo sueño", dijo ella. "Veo a mi padre atado al árbol. Veo a los hombres venir por mí".