La ayuda del ACNUR para los sobrevivientes del ciclón Idai llega a Mozambique
Un avión cargado de tiendas, lonas, mosquiteras, lámparas solares y otros artículos básicos llegó a Mozambique para ayudar a 10.000 sobrevivientes.
DONDO, Mozambique – Después de que el ciclón Idai llegara a su aldea en Mozambique, destruyendo decenas de casas, Francesca Raoul y su hija, buscaron albergarse en una de las pocas estructuras que aún quedaban en pie: la escuela secundaria local.
La madre de 26 años y su hija, son parte de las más de 200 familias que han encontrado albergue en la escuela de Dondo, una pequeña ciudad a 30 kilómetros de la ciudad costera de Beira.
Junto con otras 10 o 20 familias, todas las cuales perdieron sus hogares y la mayoría de sus posesiones debido a la tormenta, se apretujan en un salón de clases por la noche, durmiendo unos al lado de otros. Francesca requiere desesperadamente las necesidades más básicas para reiniciar su vida.
“Espero una carpa porque no me siento segura durmiendo en grupo”, dijo. “Perdí mi cocina también, así que algo de comida estaría bien, pero necesito cocinarla”.
Otras personas comparten su situación. Mikirina Perez, de 27 años y madre soltera de cuatro hijos, contó que ha habido pocas cosas disponible desde que la tormenta azotó a la comunidad la noche del 14 al 15 de marzo. Ella también duerme en la escuela con sus hijos.
“Solo he recibido una taza de harina de maíz diaria para mi familia”.
“Solo he recibido una taza de harina de maíz diaria para mi familia”, explicó mientras miraba a su hijo de dos años, cuyo vientre parecía distendido en un siniestro signo de desnutrición.
Mikirina y Francesca se unieron a otras mujeres esa misma mañana para anotar sus nombres en una lista de distribución de artículos de socorro. Sin embargo, quedaron fuera ya que había demasiadas familias y muy pocos artículos para distribuir.
“Es muy preocupante porque las cosas se ponen más difíciles con el paso de los días”, dijo Francesca.
Cuando el ciclón se agitaba en el área, destruyó decenas de miles de hogares y las inundaciones arruinaron la mayoría de las reservas de alimentos. Los precios de lo poco que queda en los mercados se han disparado más allá de su alcance.
Los eventos traumáticos de la noche en que llegó el ciclón todavía están frescos.
Ginoka Phillipa, de 30 años, describió el sonido del viento a medida que se hacía más fuerte, hasta que fnalmente despegó el techo de su casa.
“Hui con mi esposo y mis dos hijos a la casa de un vecino”, explica. “Pero cuando volví, todas las paredes se habían derrumbado”.
Pudo recoger algunas ollas, algunos alimentos y algo de ropa mojada y se dirigió a la escuela secundaria que ahora ofrece albergue temporal.
Con los postes de electricidad caídos, las empresas locales no tienen electricidad y el acceso a las carreteras es limitado para permitir el comercio. Los mercados en el área se han reducido y la gente está desesperada.
Ahora la ayuda está a mano. Los artículos de ayuda del ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, llegaron hoy a Mozambique para ayudar a miles de personas afectadas por el ciclón Idai.
La ayuda llegó a la capital, Maputo, desde las reservas mundiales de ACNUR en Dubai. Incluye carpas familiares, lonas de plástico, colchonetas, mantas, mosquiteras, linternas solares, juegos de cocina, bidones y otros artículos de socorro.
Valentin Tapsoba, Director de ACNUR para el Sur de África, se encuentra en Mozambique para supervisar las operaciones de ayuda y reiteró su apoyo para las personas afectadas por la tormenta, como Francesca y Mikirina.
“Estamos aquí para mostrar solidaridad y compasión por la gente. No están solos, ACNUR está aquí para apoyarlos”, dijo.
Añadió que los artículos de socorro se enviarían de inmediato para apoyar a 10.000 personas en la ciudad portuaria de Beira, y en las áreas circundantes, que fueron las más afectadas por el ciclón.
“Las casas y los medios de vida han quedado destruidos y la gente se hospeda en iglesias, escuelas y edificios públicos”.
“La situación en Beira es de extrema necesidad”, explicó. “Las casas y los medios de vida han quedado destruidos y la gente se hospeda en iglesias, escuelas y edificios públicos”.
“Los sobrevivientes de este desastre devastador necesitan asistencia”, dijo Tapsoba. “Esto no tiene precedentes. Nunca hemos visto nada como esto”.
Añadió que se necesita más apoyo internacional para garantizar que todas las personas afectadas reciban ayuda con urgencia.
El apoyo local ha cobrado impulso ya que la mayoría de los voluntarios que distribuyen artículos de socorro proporcionados por las autoridades locales son ciudadanos de Mozambique.
Para Francesca, Mikirina y Ginoka, la llegada de la ayuda del ACNUR será un alivio.
ACNUR ha programado otros dos vuelos para llegar a las otras regiones afectadas en Zimbabwe y Malawi esta semana.
Reporte adicional del personal de ACNUR en Maputo, Mozambique