Un incendio en un campamento en el este de Nigeria deja dos muertos y a miles de personas sin hogar
El siguiente contenido corresponde a las declaraciones formuladas hoy por un portavoz de ACNUR en una rueda de prensa en el Palacio de las Naciones, en Ginebra.
ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, y sus socios humanitarios están reforzando su asistencia a cerca de 4.000 personas desplazadas internas que lo han perdido todo en un gran incendio que arrasó un campamento en Maiduguri, en el Estado de Borno, en el este de Nigeria.
El fuego se cobró dos vidas y redujo a cenizas los hogares de centenares de familias.
El incendio se declaró en la víspera de la fiesta musulmana del Eid-al-Fitr, que celebra el final del Ramadán, en el campamento espontáneo que ahora alberga a unas 40.000 personas desplazadas internas. El origen estuvo en las llamas de una cocina que se propagaron y desataron un fuego que rápidamente envolvió y destruyó refugios en todo el campamento. Los hogares resultaron arrasados, al tiempo que otras infraestructuras quedaron dañadas.
La mayoría de las personas afectadas son mujeres.
Cerca de 300.000 personas desplazadas han encontrado cobijo en asentamientos formales e improvisados en Maiduguri, la capital del Estado de Borno, y sus alrededores. En los últimos meses, se han declarado varios incendios en campamentos de desplazados internos superpoblados por todo el noreste de Nigeria, donde los refugios están demasiado cerca los unos de los otros, aspecto que va en contra de la seguridad.
Dado que estas personas vuelven a estar desplazadas dentro y fuera del campamento, ACNUR está trabajando con las autoridades, las agencias humanitarias y los socios locales para asegurarse de que los afectados tengan acceso a cobijo y otros artículos de primera necesidad. Muchas personas, entre ellas niñas y niños pequeños, están viviendo al raso y necesitan ayuda inmediata en términos de cobijo, comida y ropa.
En total, unos 2,5 millones de personas están desplazadas en la región del lago Chad, entre ellos unos 1,8 millones dentro de Nigeria y el resto en Camerún y Chad. A causa de la violencia continua de Boko Haram y otros grupos armados en la región, miles de personas han tenido que huir a diario para salvar la vida. Las mujeres jóvenes y ancianas, así como los trabajadores humanitarios, continúan siendo los más afectados por esta violencia creciente.
Junto con el aumento de la violencia, la pandemia de la COVID-19 trae nuevas amenazas para los desplazados internos que viven en campamentos y asentamientos superpoblados donde el distanciamiento social es imposible. En respuesta, ACNUR está trabajando con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para ampliar varios campamentos y construir refugios adicionales.