El ACNUR se esfuerza por garantizar que todos los refugiados puedan acceder a servicios esenciales de salud y que salvan vidas. Esto puede incluir prevención, protección y tratamiento del VIH, servicios de salud reproductiva, seguridad alimentaria y nutrición, y servicios de agua, saneamiento e higiene. Gracias a nuestros donantes y socios, la asistencia que proporcionamos está transformando vidas en campamentos de refugiados, asentamientos, poblaciones rurales y urbanas en todo el mundo. 

Los programas de salud y nutrición se implementan en un marco de salud pública y de desarrollo comunitario, con énfasis en la atención primaria de salud y el apoyo a la atención hospitalaria secundaria. El objetivo de estos programas es minimizar las tasas de mortalidad y morbilidad.

En situaciones de poblaciones afectadas por desplazamiento forzoso en países en vía de desarrollo las primeras cinco causas de muerte en niños menores de cinco años son la malaria, la desnutrición, el sarampión, la diarrea y las infecciones del aparato respiratorio. Al inicio de una emergencia las prioridades para el ACNUR y sus socios son la vacunación contra el sarampión, la asistencia alimenticia, el control de enfermedades contagiosas y epidemias, implementación de medidas de salud reproductiva y control médico público. A medida que la situación se estabiliza, estos servicios se amplían. En lugares más desarrollados y en entornos urbanos las prioridades de salud pública entre los adultos se desplazan hacia enfermedades crónicas y cardiovasculares y cáncer.