El Premio Nansen para los Refugiados 2019 "un símbolo de esperanza" para los apátridas del mundo
Azizbek Ashurov pasó más de una década ayudando a la República Kirguisa a resolver todos los casos conocidos de apatridia sentando un precedente histórico.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, entrega el Premio Nansen para los Refugiados 2019 al abogado kirguís de derechos humanos, Azizbek Ashurov, en Ginebra.
© ACNUR / Mark Henley
Un abogado que ha pasado más de una década luchando por los derechos de más de 10.000 personas apátridas en la República de Kirguistán recibió esta noche el prestigioso Premio Nansen para los Refugiados del ACNUR 2019.
Azizbek Ashurov fue elegido por sus 16 años de compromiso para acabar con la apatridia en Kirguistán, asegurando que todas aquellas personas que quedaron sin documentación después de la disolución de la Unión Soviética finalmente recibieran su ciudadanía.
Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, quien presentó el premio en el espectacular Bâtiment des Forces Motrices en Ginebra, ha descrito la historia de Ashurov como “de gran determinación personal y tenacidad”.
“Su compromiso con la causa para erradicar la apatridia en Kirguistán, un logro alcanzado en alianza con el Gobierno kirguí y otros actores en todo el país, resulta un atractivo ejemplo del poder que tiene una persona para inspirar y movilizar una acción colectiva”, dijo Grandi.
“Su compromiso... resulta un atractivo ejemplo del poder que tiene una persona para inspirar y movilizar una acción colectiva”.
Ashurov dirige Ferghana Valley Lawyers Without Borders (Abogados sin Fronteras del Valle del Ferganá), una organización que se estableció inicialmente en 2003 para ofrecer asistencia legal gratuita. Comenzó a trabajar en el tema de la apatridia en 2007 y, en 2014, el financiamiento del ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, lo ayudó a establecer una clínica legal móvil y mapear el problema.
Un equipo de abogados trabajó incansablemente, atendiendo hasta 10 casos por día. Juntos, recorrieron el país de Asia Central, incluso a caballo en las comunidades más remotas, para encontrar a las personas que no contaban con documentación. En julio de este año, las últimas personas que no contaban con documentación finalmente recibieron la ciudadanía, en gran parte, gracias a Ashurov y su equipo.
“Es difícil para mí describir lo orgulloso que estoy en este momento y la gran responsabilidad que siento”, dijo Ashurov a la audiencia después de recibir el premio. “Mi joven nación independiente enfrenta muchos desafíos. Pero aun así, encontró la voluntad política para acabar con la apatridia”.
Ashurov es el último de una larga lista de héroes cotidianos en ser honrados con el premio, que recibe el nombre del primer Alto Comisionado para los Refugiados, el explorador noruego Fridtjof Nansen.
“Lo impresionante aquí es el compromiso personal de su equipo para ayudar a decenas de miles de personas, y cómo cambiará el futuro de las generaciones por venir”, dijo el Alto Comisionado en un discurso.
“Envía un mensaje muy poderoso, que la apatridia se puede resolver, y las recompensas de permitir que las personas digan ‘Yo Pertenezco’ dejará un legado por generaciones”.
La apatridia arruina la vida de millones de personas en todo el mundo. Les roba derechos básicos como el acceso a la atención médica, la educación, el trabajo y la libre circulación, o incluso la posibilidad de abrir una cuenta bancaria o comprar una tarjeta SIM para un teléfono móvil.
"El Premio Nansen de este año ... muestra a las personas apátridas de todo el mundo que se escuchan sus voces".
La desintegración de la Unión Soviética en la década de 1990 dejó a cientos de miles en Asia Central apátridas, incluyendo en Kirguistán. Otros quedaron en el limbo debido a vacíos en la legislación o a los matrimonios entre diferentes nacionalidades.
“Algo tan simple como abrir una cuenta bancaria es como escalar una montaña”, recordó a la audiencia Nadine Labaki, directora de la película nominada al Oscar Capernaum. “Todos estos son derechos básicos que la mayoría de nosotros damos por sentado”.
El cantante Danny Ocean presentó su emotivo éxito ‘Me Rehuso’ sobre el amor que dejó cuando se mudó de su natal Venezuela a los Estados Unidos.
“Nunca pensé que dedicarme a la música me permitiría tener una noche como esta. Solo quiero contar un poco sobre la historia de la canción. Escribí esta canción hace tres años en 2016. Dejé a alguien muy especial cuando tuve que irme de mi país natal, Venezuela. Esta canción representa a todos esos jóvenes que huyeron de Venezuela por necesidad, no por elección”.
Otros artistas en el evento incluyeron a la música suiza Flèche Love y a los poetas alemanes Babak Ghassim y Usama Elyas.
Al concluir su discurso de aceptación, Ashurov expresó su esperanza de que los incansables esfuerzos de Kirguistán se conviertan en “un ejemplo brillante” para otros países.
“Lo difícil tarda un poco de tiempo”, reconoció, citando a Fridtjof Nansen. “Lo imposible tarda un poco más”. La transmisión en vivo de la ceremonia está disponible en el Facebook de ACNUR.
Para obtener más información sobre cómo puede marcar la diferencia en la vida de las personas apátridas, únase a la Campaña #IBelong (#YoPertenezco) del ACNUR para acabar con la apatridia en los próximos 10 años.