ACNUR conmemora los 2 años de la campaña #IBelong para erradicar la apatridia
La campaña para terminar con la Apatridia cumple su segundo año, con progresos y desafíos por delante.
Si bien se han logrado progresos significativos para erradicar la apatridia en todo el mundo, los conflictos que se están desarrollando en la actualidad están poniendo estos avances en riesgo. Con la conmemoración del segundo aniversario de la campaña global para acabar con la Apatridia, #IBelong (#YoPertenezco), el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, el Sr. Filippo Grandi, reiteró su petición para que la comunidad internacional aune esfuerzos en lograr poner fin a la apatridia, una injusticia contra los Derechos Humanos que afecta al menos a 10 millones de personas en todo el mundo.
Desde el lanzamiento en 2014 de la campaña #IBelong con el objetivo de erradicar la apatridia en 2024, diez nuevos Estados han pasado a ser parte de las Convenciones de la ONU sobre la Apatridia, unos tratados que contienen medidas para prevenir y reducir la apatridia. Además, países como Costa de Marfil, Kirguistán, Malasia y Tailandia han dado importantes pasos para reducir el número de personas apátridas en sus territorios. Tailandia, por ejemplo, en los últimos tres años y medio ha otorgado la nacionalidad a unos 23.000 apátridas.
En Kenia, el Gobierno recientemente ha prometido otorgar la nacionalidad a los makonde, una minoría étnica formada por unas 6.000 personas originarias de Mozambique, muchas de las cuales viven en Kenia desde la independencia del país hace más de medio siglo.
En el acto que tuvo lugar hoy en la sede de ACNUR en Ginebra, el Alto Comisionado también puso de relieve el vínculo entre la proliferación de conflictos y el riesgo de apatridia, especialmente para los niños. El informe de ACNUR "In Search of Solutions: Addressing Statelessness in the Middle East and North Africa" ("En busca de soluciones: abordar la apatridia en Oriente Medio y el Norte África") destaca el riesgo específico en el que se encuentran los niños y niñas sirios. Puesto que la ley siria prohíbe a las mujeres transferir la nacionalidad a sus hijos y que una de cada cuatro familias refugiadas sirias no cuenta con la presencia del padre, existe el riesgo de que algunos de los 709.000 niños nacidos en el exilio durante la guerra acaben siendo apátridas. El Alto Comisionado de ACNUR remarcó que los efectos de la apatridia, especialmente en los niños, son muy graves.
"Invisible es la palabra que mejor describe lo que supone no tener nacionalidad", declaró Filippo Grandi. "Para los niños y adolescentes apátridas ser 'invisibles' puede significar perder la oportunidad de estudiar, que te marginen en el patio de recreo, que los servicios sanitarios te ignoren, que no te tengan en cuenta en lo relativo a oportunidades de empleo y que te callen si se cuestiona el status quo".
Durante el próximo año, una de las actividades clave de la campaña de ACNUR #IBelong (#YoPertenezco) será animar a los Estados a que eliminen cualquier forma de discriminación, incluida la discriminación de género de todas las legislaciones nacionales en materia de nacionalidad para así evitar que vuelvan a surgir situaciones parecidas en el futuro.
Para saber más sobre las acciones de ACNUR para erradicar la apatridia, por favor consulte la página de la campaña #IBelong.