Heridos en Yemen, refugiados somalíes vuelven a casa a tiempo para el Eid
Debido a los conflictos y al empeoramiento de las condiciones, 125 refugiados somalíes optan por el retorno asistido por ACNUR, lo que eleva el total de salidas a través de un plan a 4.298 desde 2017.
Reunidos en el muelle de Adén, el puerto más grande de Yemen, 125 refugiados somalíes esperan con una mezcla de emoción y temor para abordar el ferry que los llevará de regreso a su país de origen, el cual muchos no han visto en décadas.
Rodeados por sus pertenencias, los refugiados que regresan recibieron regalos de despedida como dátiles y ropa de niños para ayudarles a celebrar la próxima festividad de Eid, que marca el final del mes sagrado de Ramadán.
“La situación en Somalia se está volviendo cada vez más estable”, dijo Saeed Salim Sa'ad Barshaid, de 31 años, quien llegó a Yemen cuando era un niño con su familia en 1992. “A través de contactos con algunos de mis parientes allí, escuche que la economía está mejorando, y estoy feliz de regresar y espero encontrar un trabajo de inmediato, Inshallah”.
Saeed se encuentra entre los aproximadamente 250.000 refugiados somalíes en Yemen que han venido al país desde principios de los años noventa, huyendo del conflicto y la inseguridad. Pero junto con los otros refugiados que se marchan, él ha optado por regresar a su hogar como resultado de la lucha y el deterioro de la situación humanitaria causada por el conflicto de cuatro años en Yemen.
“La situación en Somalia se está volviendo cada vez más estable…Estoy feliz de regresar”.
Tradicionalmente, Yemen ha sido muy generoso al acoger a quienes necesitan protección internacional, pero la guerra en curso ha limitado su capacidad para brindar asistencia. Con más de 24 millones de personas en todo el país que necesitan ayuda humanitaria, los refugiados que carecen de estructuras de apoyo social y acceso a medios de vida se encuentran entre los más vulnerables.
Saeed ha vivido la mayor parte de su vida en la ciudad portuaria de Al Mukalla, a unos 480 kilómetros al este de Adén. Él dijo que la vida era más fácil antes del conflicto, pero en los últimos años la actividad económica en la ciudad casi ha cesado, dejando a toda la familia dependiente de sus modestos ingresos como maestro de escuela primaria.
“He pasado por muchas dificultades estos últimos años, luchando por cuidar a mis padres y hermanos enfermos”, dijo, señalando a los miembros de la familia que lo acompañaban en el viaje. “Con mi salario de 60.000 riales yemeníes (109 dólares) apenas sobrevivíamos. Solo puedo ver mi futuro ahora en Somalia”.
El viaje a través del Golfo de Adén al puerto somalí de Berbera ha sido organizado por ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, en cooperación con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), como parte de su programa de retornos espontáneos asistidos.
Desde el inicio del plan, hace dos años, ACNUR y sus socios han ayudado a que 4.298 somalíes regresen al país, y proporcionan a los retornados documentación, transporte y apoyo financiero en Yemen para facilitar el viaje, así como asistencia para el retorno y la reintegración a su llegada en Somalia.
Esta asistencia ha permitido a Abdulralman Said Abdullahi, de 56 años, pagar las deudas en las que incurrió durante los últimos años de conflicto, cuando las compañías petroleras para las que trabajaba cerraron una después de la otra y sus ganancias se vieron afectadas.
“Cuando llegué a Yemen todavía había calma y la economía estaba en auge, pero hoy hay una desaceleración general y la paz por la que vinimos ya no existe”, dijo Abdulralman. “Agradezco a Dios que la paz haya regresado a mi país, y quiero regresar y contribuir a la reconstrucción de Somalia”.