Los violentos ataques en Nigeria empujan a miles de refugiados a Níger

Refugiados nigerianos buscan seguridad en Diffa (Níger), en junio de 2016.  © ACNUR/UNHCR/Ibrahim Abdou

El reciente repunte de la violencia en la zona noroeste de Nigeria ha obligado a cerca de 20.000 personas a buscar refugio y seguridad en Níger desde el pasado mes de abril.

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, expresa su preocupación por el deterioro de la seguridad en Nigeria y está trabajando junto con las autoridades en Níger para ofrecer ayuda de emergencia y registrar a los recién llegados. Hasta el momento más de 18.000 personas han pasado por el proceso inicial de registro.

Este último pico de violencia no está ligado a la actividad de Boko Haram. Las causas de la huida son múltiples, entre otras, los choques entre granjeros y pastores de etnias diferentes, la vigilancia parapolicial o los secuestros a cambio del pago de rescates en los estados nigerianos de Sokoto y Zamfara.

La gente que huye de Nigeria y llega a la región de Maradi, en Níger, refiere haber sido testigo de actos de extrema violencia contra civiles como ataques con machete, raptos y violencia sexual. La mayoría de los recién llegados son mujeres, niñas y niños.

La insurgencia de Boko Haram ya se ha extendido hasta Níger, afectando desde 2015 a la región de Diffa. Esta región alberga actualmente a casi 250.000 personas desplazadas, una cifra que incluye tanto a personas refugiadas de Nigeria como a ciudadanos de Níger en situación de desplazamiento dentro de su propio país.

Níger continúa siendo un ejemplo en la región y sigue proporcionando seguridad a los refugiados que huyen del conflicto y la persecución en muchos países. En este sentido, Níger ha mantenido abiertas sus fronteras a pesar de la violencia persistente en varias zonas limítrofes con Nigeria, Malí y, recientemente, Burkina Faso.

Muchos de los recién llegados se encuentran muy cerca de la frontera con Nigeria, donde continúa habiendo alto riesgo de incursiones armadas. ACNUR, junto a sus socios y a las agencias hermanas de la ONU, mantiene actualmente conversaciones con el Gobierno sobre la posibilidad de reubicar a estas personas en ciudades y pueblos del interior.

Además de ofrecer ayuda a los recién llegados desde Nigeria, ACNUR también planea dar apoyo a las familias de acogida quienes, a pesar de carecer de recursos adecuados y acceso a servicios básicos, siempre han mostrado su solidaridad hacia las personas desplazadas, acogiendo a la gente en sus hogares.

Desde comienzos de 2018, la violencia en la región de Diffa perpetrada por miembros de Boko Haram ha escalado significativamente, alcanzando una cifra récord de víctimas civiles y de movimientos secundarios.

Níger acoge actualmente a más de 380.000 refugiados y solicitantes de asilo de Malí y Nigeria, además de tener a su propia población internamente desplazada. El país también ha brindado refugio a unos 2.782 solicitantes de asilo que han sido trasladados en avión desde Libia debido a la inseguridad en el país y que aguardan una solución duradera a su situación.